La cuarta Administración

Con la Constitución de 1978 se crea el Estado de las autonomías y se eliminan las diputaciones provinciales en Asturias, Cantabria, Madrid, Murcia y La Rioja, pues cada una de esas autonomías asume la competencia de las diputaciones. ¿Por qué no se eliminaron en todas las demás?

Mantener actualmente 38 diputaciones provinciales, tres diputaciones forales, cuatro consejos y siete cabildos insulares le cuesta al Estado español casi 22.000 millones de euros al año. Eso representa un derroche sin sentido, pues las actividades están solapadas o absorbidas por las Comunidades; solo se explica si pensamos que los partidos políticos colocan ahí a muchos de sus cuadros que han quedado fuera de otro de mayor rango. Sin embargo, Pérez Rubalcaba decía en 2011 que había que “replantear” el papel de las diputaciones provinciales porque a su juicio tal y como están configuradas son una “cuarta Administración” que sobra. El PSOE debería continuar el debate y consensuar con el resto de los partidos un tema tan importante y que deberíamos cerrar después de 35 años tirando por la borda muchos miles de millones cada año.

Ahora viene el PP con la reforma municipal, que sí es necesaria, pero no de la manera que proponen; pues quieren darle competencia a las diputaciones provinciales en pequeños ayuntamientos. Quisiera recordarles que las diputaciones, que deberían extinguirse, solo están para recolocar a políticos de manera indirecta, mientras que los concejales son elegidos de manera directa por los ciudadanos. Es necesario fusionar ayuntamientos, pues tenemos más de 8.000, pero es básico un acuerdo y, si no es posible esa fusión municipal, se necesita cooperación intermunicipal para optimizar recursos y reducir costes. Además, con esos 22.000 millones habrá margen más que suficiente para mantener todos los servicios en todos los pequeños ayuntamientos y para muchas más cosas.— Andrés Sanjurjo Martínez.