Obra de mujer

“Algún día estos festivales no serán necesarios “, vaticina Diana Coca, artista mallorquina de 36 años, que vive entre España y Pekín. Ella, una de las mil mujeres que participan en el festival Miradas de Mujeres, cree que su visión es, en realidad, la de cualquier ser humano. Y tal debería ser también su valor como artista. Pero eso es algo que no parece concordar con los datos.

“Estamos aquí y queremos un espacio”. Mónica Álvarez, directora del festival Miradas de Mujeres, no habla por hablar. Las artistas apenas representan el 15% -“con suerte”, matiza Álvarez- del total de creadores en las exposiciones. El mismo porcentaje de obras de autoras que adquieren los museos, frente al 85% aproximadamente que rubrican nombres masculinos, según la directora. Una “infrarrepresentación” que también quedó patente en la pasada edición de ARCO: de los 1.400 creadores que exhibieron, solo 68 (un 4,8%) eran mujeres españolas. Frente a este panorama la agenda de Miradas de Mujeres presenta la obra de mil féminas en 308 sedes (162 institucionales, 146 particulares --galerías de arte, asociaciones, locales privados--, 18 universidades y 7 museos estatales) en 95 ciudades repartidas en 15 comunidades autónomas. Para darles, así, a ellas un espacio expositivo que muchas veces encuentran cerrado.

Pero este festival no va sobre mujeres, sino que ellas son las creadoras. “Aquí somos el sujeto, las que actuamos y hacemos, las artistas... no el objeto. De hecho huimos de las exposiciones que al final son una colección de obras de mujeres desnudillas de autores hombres. Los museos ya están llenos de eso. Ahora queremos ser las que hablan”, aclara Álvarez. Durante el mes de marzo esos 308 espacios tendrán nombres femeninos en los carteles de autor.

El alcance de este festival ha ido en aumento desde que nació en 2012 por la iniciativa de Mareta Espinosa y la asociación Mujeres en las Artes Visuales que aglutina a 400 profesionales en el sector en España. Aquel año se sumaron 70 espacios de exposición en la comunidad de Madrid. Pero la complicidad de las instituciones públicas y el creciente interés de algunos museos por las artistas han impulsado el crecimiento del proyecto a todo el territorio.

Álvarez reconoce y subraya que la Ley de Igualdad de 2007 la contemplaba en el ámbito de la creación y producción artística e intelectual. “Las autoridades públicas, en el ámbito de sus competencias, velarán por hacer efectivo el principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en todo lo concerniente a la creación y producción artística e intelectual y a la difusión de la misma”, versa el apartado uno del artículo 26. La directora del festival recurre a esta referencia para explicar que, aunque algunos museos se están dando cuenta que tienen que interesarse por las creadoras, hay instituciones públicas que utilizan este proyecto para “cubrir el expediente”. Nunca exponen mujeres y en el mes de Miradas de Mujeres hacen el cupo. Álvarez celebra, no obstante, la elevada adhesión de galerías privadas “que no tienen ninguna obligación en este sentido y que además tienen que pagar un cuota de participación de 80 euros”.

Sea cual sea la naturaleza del interés de los expositores; los esfuerzos de los organizadores se centran en que ellas dejen de ser “la mayoría minorizada”, como lo explica Álvarez. “El 65% de los licenciados en Bellas Artes y el 74% de los de Historia del Arte, son mujeres”, detalla. Pero eso no se traduce en porcentajes similares de comisarias, expositoras, galeristas o gestoras.

El festival es un puro festín de la diversidad, temática y formato. Y las visiones de las artistas del Miradas de Mujeres divergen tanto como ellas mismas. Basta mostrar dos. La sevillana María Cañas, quien participará en exposiciones colectivas, entre ellas ...Virgo, rosas (Sevilla) y Amazonas de a pie (Málaga), lanza sin miramientos su doble visión sobre la situación de las artistas en el contexto español actual: “Creo que todo este desequilibrio en cantidad y calidad de mujeres profesionales del arte frente a hombres se debe tanto a la desigualdad propugnada por retrógrados, como al afianzamiento de estereotipos autocomplacientes y victimistas sobre los géneros que nos impiden avanzar sin miedo de una forma creativa, colaborativa y visionaria”.

Diana Coca intenta, dice, a través de su obra destruir la actual idea de feminidad. “Pienso que no nos representa”, explica. Y quiere construir una nueva. Las fotografías de su serie The City of the Broken Dolls, que exhibirá en Gerhardt Braun Gallery (Palma de Mallorca), reflejan la historia de una mujer salvaje que intenta volver a la tierra, al útero, al inicio, y reconectarse consigo misma. “El tacón rojo es el nexo desequilibrante, incómodo y constreñido, que separa el cuerpo de la mujer de la tierra”, abunda.

La mayoría de mujeres que exponen son españolas, aunque también hay nombres internacionales. “Hay bastantes latinoamericanas. Por ejemplo, Teresa Margolles, mejicana que trabaja sobre temas de feminicidio”, destaca Álvarez. Sin embargo, no ha detectado que haya alguna parte del mundo o corriente artística en las que las mujeres estén concentrándose especialmente. “En el programa hay de todo: performance, fotografía, pintura…”. La oferta es abultada y no solo en número de artistas (más de 1.000), sino que además se han organizado más de 300 actividades relacionadas con el binomio mujeres y arte como seminarios, debates, conferencias e incluso representaciones teatrales. Entre ellas cabe destacar que todos los martes de marzo a las 18.00 horas, el Museo del Prado acogerá charlas de artistas bajo el epígrafe 'Miradas de mujeres del arte en el Prado'.

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