‘Verano azul’ contra ‘Isabel’

ACTUALIZACIÓN: Verano azul arrasa con el 68,11% frente al 31,89% de Isabel.

Aunque solo fueron 19 capítulos, Verano azul está en la memoria de millones de españoles. No solo la de los que vivieron en directo el verano en la playa de un grupo de amigos y la muerte de Chanquete, sino de aquellos que ni siquiera habían nacido, pues la serie de Antonio Mercero se ha repuesto en innumerables ocasiones. Su contrincante en la batalla para encontrar a la mejor serie española es Isabel, uno de los estrenos más fuertes de los últimos años y aún en emisión (actualmente se emite la segunda temporada y ya se está rodando la tercera). ¿Qué serie ganará? ¿Una serie histórica para la televisión española o una serie que gira sobre la historia de España y la figura de los Reyes Católicos?

Verano azul

Juanjo Artero, Javi en la serie.

Aunque la serie se estrenó en 1981, empezamos a rodar en 1979, un año y medio antes. Ahora por desgracia no se hacen así las series. Recuerdo el primer día, fue muy emocionante. Era verano, llegué con mis padres al hotel Balcón de Europa, en Nerja. Me encontré con el resto de los actores y entré en un mundo mágico del que aun no he salido. Recuerdo el vértigo de 'mañana me toca a mí rodar y todo el mundo me mirará'. Al principio me moría de miedo. Hasta que me fui soltando.

Al día siguiente del primer domingo de emisión, un compañero del instituto me preguntó si había rodado una serie. La semana siguiente, ya la había visto todo el colegio. Recuerdo llegar y sentir todas las miradas, ir andando pensando que me iba a caer, pensando 'pon un pie, luego el otro...'. "Mira qué gilipollas, ¿qué se habrá creído?", dijo un compañero. Me sentí muy inseguro.

La serie gustó tanto porque era una novedad y hablaba de cosas que nunca se habían contado. Hablaba del divorcio, del aborto y caló. Además era una serie de gente joven, rodada en exteriores. Todos se sentían identificados, todo el mundo tenía pandilla e iba a la playa en verano. Antonio Mercero supo dar en el clavo. Al principio hubo muchas quejas porque decíamos "tío". Y eso fue porque Mercero nos escuchaba hablar y nos dijo "hablad igual en la serie".

A Antonio Ferrandis, el actor que interpretaba a Chanquete, llevaba muy mal que le llamaran Chanquete. Decía: "Pero si yo he hecho Shakespeare". El éxito de la serie fue impresionante. La veía la familia entera y eso sucede con muy pocas series.Yo recibía 1.200 cartas ¡diarias! Y cuando ya no la echaban, 400 cartas.

Antonio Mercero era una persona adelantada a su tiempo, un intelectual. En Reyes nos regaló Poema del canto jondo, de Federico García Lorca, Alan Parsons, Miguel Hernandez, Pink Floyd... A mí me dio las obras completas de Shakespeare y me dijo: "Guárdalo y, si quieres ser actor, ya lo leerás". Una de estas personas que pasa por tu vida y hace mella.

Isabel

Por José Luis Martín, coordinador de guion de la segunda y tercera temporada de la serie.

Coge a dos personajes históricos cuyo carisma todo el mundo tiene en la memoria.

–¿Los Reyes Católicos?

Nada menos. Encárnalos en dos actores, Michelle Jenner y Rodolfo Sancho, que suman al carisma de sus personajes talento y atractivo propios. Rodéalos de un reparto sólido, a la altura del reto.

Coloca el conjunto en unos decorados que no lo parecen y vístelo con trajes de época espectaculares. Enfrenta a esos personajes a dilemas y conflictos que no solo les afectan personalmente, sino que influyen en el destino de sus vasallos. Incluso en el futuro de media Europa.

–Exageras.

No. Espera a la tercera temporada y verás. Encomienda todo ello a realizadores capaces de dirigir a sus actores con un esmero poco frecuente en la televisión española. Directores que consiguen engrandecer lo que ya es grande y sortear las dificultades para que lo que no lo es tanto lo parezca a ojos del espectador. Procura hacerlo entretenido y emocionante sin perder rigor histórico. Agita, no remuevas, y tendrás Isabel.

La serie cuenta la apasionante historia de una mujer que cambió el rumbo del país. Pero Isabel va más allá de los hechos históricos: también enseña lo cotidiano de una época muy lejana, haciéndolo creíble al espectador. Isabel narra las pasiones, emociones y renuncias de una mujer adelantada a su tiempo, que rechazó ser moneda de cambio y reinar sin gobernar.

Con sus defectos y virtudes, Isabel la Católica alcanzó un poder sólo destinado hasta entonces a los hombres y tuvo que hacer frente a retos inimaginables.

La historia de una mujer que decidió ser la dueña de su propio destino sin saber los sacrificios que supondría. Sacrificios que, contra todo lo previsible, se hacen mayores a medida que su reinado se consolida.