Mi experiencia en Cataluña

Soy un chico canario de 21 años que vino a Cataluña hace tres para estudiar Publicidad y Relaciones Públicas. Escribo esta carta a modo de agradecimiento por el excelente trato que he recibido desde que llegué a esta tierra. Es más, la escribo tal y como se escribe y se habla en Canarias, sabiendo que nadie me lo echará en cara, porque en ningún momento he sido discriminado por ser de fuera, por no hablar catalán o simplemente por no compartir los ideales que varios tienen. Esto no quita para que un servidor no aprenda catalán (que lo hace), ni para que no aprenda la cultura e historia de esta tierra (que la aprende). Por eso no dejo de sorprenderme al leer testimonios de personas que, como yo, vinieron de fuera a vivir a Cataluña, afirmando que el trato que han recibido es pésimo, que si hablas en castellano no te responden, o incluso que han llegado a ser amenazados. ¿Acaso hemos vivido en la misma Cataluña que aparece en el mapa? Diré más, en estos tres años, he traído conmigo de visita a familiares y amigos que tenían una imagen de Cataluña totalmente distinta de la que tuvieron cuando volvieron de regreso a Canarias. Esto, señores, se llama “hablar con conocimiento de causa”. No dejemos que los prejuicios infecten nuestra mente, hablemos sabiendo de qué hablamos y pido también que no estemos dispuestos a aceptar la opinión de unos como dogma indiscutible, porque puede que lleguemos a arrepentirnos, como a muchos les ha ocurrido. Cataluña, eres libre.— Eduardo Almeida Medina.