Proteger el pluralismo
El Gobierno de Túnez y todas las fuerzas políticas tienen la obligación de defender la democracia
Casi seis meses después del asesinato de Chokri Belaid, otro opositor al Gobierno islamista ha sido asesinado en Túnez. Mohamed Brahmi, diputado de izquierda en la Asamblea Constituyente, fue tiroteado el martes desde una moto (...) El mismo modus operandi que con Chokri Belaid. ¿Los mismos autores?
Los asesinos no solo escogieron su objetivo: un laico cercano a los sindicatos y crítico con el poder islamista. También eligieron la fecha: el 25 de julio, celebración de la llegada de la República en 1956.
Para el jefe del partido Ennahda, en el poder desde 2011, y para los responsables del Gobierno, el propósito del crimen está claro: hacer descarrilar la transición democrática y demostrar que la primavera árabe tunecina es un fracaso. Sin embargo, Túnez no va tan mal. Después de meses de duelos verbales a veces indecentes —y de una considerable pérdida de tiempo, perjudicial para la economía—, la Asamblea dominada por Ennahda acababa de llegar a un acuerdo sobre una nueva Constitución. Un gran paso.
No se sabe quién esta detrás, pero el crimen (...) se ha vuelto contra el partido en el poder, algunas de cuyas sedes provinciales han sido incendiadas (...) Pero si Ennahda ha cometido errores, los otros actores políticos, sociales y sindicales tienen también responsabilidad. En lugar de tender la mano, cada uno ha llevado su juego, sin preocuparse del interés nacional. (...)
El jueves no solo cayó un hombre. Se buscaba acabar con la democracia y el pluralismo. En una república, corresponde al poder elegido y al conjunto de los responsables políticos hacer todo lo necesario para protegerlos.
París, 26 de julio.
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