Palo Alto se prepara para la boda de Sean Parker
El empresario, uno de los grandes visionarios del sector tecnológico, se gasta 7 millones de euros en organizar su enlace con Alexandra Lenas, a diferencia de su amigo Mark Zuckerberg que celebró una ceremonia en el jardin de su casa
Para los que empezaron a navegar por Internet el siglo pasado, Sean Parker sigue siendo un casi dios. Es uno de los grandes visionarios del sector tecnológico. Con su programa de descargas Naspter puso a la industrial de la música en pie de guerra, hasta que le cerraron el sistema por violar los derechos de autor. Y hasta hace poco era, además, uno de los solteros de oro.
A diferencia de Mark Zuckerberg, su amigo y compañero de batallas en Facebook, puntocom de la que fue precisamente presidente, Sean Parker va a tener una boda por todo lo alto. Las cifras de las que se manejan en los corrillos californianos apuntan aque se va a gastar casi 9 millones de dólares, unos 7 millones de euros, para decir el “sí quiero” a Alexandra Lenas. La pareja ya tiene un hija de dos meses.
Zuckerberg fue mucho más modesto cuando se casó en mayo del año pasado, mientras se cocinaba el estreno bursátil de la red social. En lugar de celebrar el festejo en un lujoso hotel como el Ventana Inn, en la localidad de Big Surf, prefirió organizar la ceremonia en el jardín de su casa en Palo Alto con un centenar de invitados. Eso es lo que se estila en Silicon Valley, donde sus grandes referentes suelen llevar una vida discreta.
Sean Parker es diferente. La boda es el 1 de junio. Lo que se cuenta es que el magnate tecnológico, que interpretó Justin Timberlake en La Red Social, quiere recrear un ambiente medieval y pone a disposición de los invitados trajes para la fiesta de la diseñadora neozelandesa Ngila Dickson, la misma que se llevó el Oscar por El Señor de los Anillos y que fue nominada para la estatuilla por El Último Samurai.
Solo en flores y plantas, se calcula que se gastará un millón de dólares. La decoración se llevará el grueso de la factura, unos 8,6 millones. No va a tener problemas para costearlo. Parker, de 33 años, tiene una fortuna estimada en 2.000 millones. Esa suma le coloca en el puesto 736 de la lista anual de multimillonarios que publica Forbes. Y está entre los 250 más ricos de EE UU. Su última aventura empresarial se llama Airtime.
Lo suyo es lo social. Si Napster conectó a los internautas para compartir música y luego Facebook creó conexiones entre cientos de millones de personas, ahora apuesta por una plataforma para interactuar por vídeo. La fortuna personal de Parker, sin embargo, varía en función del rendimiento bursátil de Facebook, que aunque se recuperó en buena parte del batacazo inicial sigue valiendo un tercio menos que cuando se estrenó en el Nasdaq.
Como otros genios del mundo tecnológico, no llegó a terminar los estudios universitarios. Empezó a los 19 años con Napster y creó luego Plaxo, una libreta de contactos en Internet. Con 24 años asumió la presidencia de Facebook para ayudar a Zuckerberg a organizar mejor la compañía. Y ahora es uno de los grandes defensores de la descarga legal de música, como director de la plataforma Spotify.
No todo son fiestas en la vida frenética de Sean Parker. Su visión, dinero y contactos lo está dirigiendo también hacia la lucha contra el cáncer. El pasado diciembre se sumó a Stand Up 2 Cancer, una iniciativa que busca acelerar la innovación en la investigación de tratamientos juntando a las mejores mentes en este campo y animando la colaboración entre los expertos.
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