Antes era adicto
Yo empiezo la revista, siempre, por la última página: La Zona Fantasma. Y si casi siempre suelo coincidir en criterios con Javier Marías –¡enhorabuena y gracias por sus bocanadas de aire fresco!–, en el del 17 de marzo, Descrédito y deserción, pondría alfombra roja a sus palabras. Era adicto a los informativos de La 1 de TVE. Hace ya bastantes meses en que –desde la defenestración de los auténticos profesionales que lo dirigían– me repugnan. Como otros muchos, me he ido a Telecinco, como mal menor. En la noticia que aparecía en este periódico el pasado 3 de marzo era bochornoso leer a los responsables de la cadena de televisón pública echar balones fuera sobre las causas de la pérdida de telespectadores. Gracias, Javier Marías, por llamar a las cosas por su nombre. Y, de paso, ya que nombra los informativos transmitidos desde Roma, decir que se les tenía que haber caído la cara de vergüenza por la ramplona preparación que demostraron durante todas las emisiones. ¿Qué hemos hecho para merecernos esto?
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