Corcoesto y la minería sostenible
Como responsable del área ambiental del proyecto de extracción de oro en Corcoesto (A Coruña), quiero manifestar mi rechazo al uso alarmista y tendencioso de datos científicos con el fin de cuestionar no solo la viabilidad ambiental de un proyecto, sino la sostenibilidad de la minería actual. Esto únicamente se puede explicar desde un profundo desconocimiento de la legislación minera y ambiental vigente en Europa, que es la más estricta del mundo.
Afirmar que estudios científicos vinculan la minería con la elevada presencia de arsénico en los suelos de Corcoesto y en el río Anllóns es falso. Hay estudios que efectivamente constatan estos niveles, como también lo ha constatado la empresa Mineira de Corcoesto, promotora del proyecto de extracción de oro, y así lo ha registrado en el Estudio de Impacto Ambiental, pero dichos estudios no lo atribuyen a actividades mineras antiguas. El yacimiento de oro en Corcoesto está asociado a cuarzo con arsenopirita, que aflora a ambos lados del río Anllóns y hay un fenómeno natural de aporte por erosión. Este es un fenómeno habitual en los suelos con arsenopirita, como sucede en muchos lugares sin minería, como Madrid, Jaén o el sur de Castilla y León. Dichos estudios afirman además que el estuario del Anllóns presenta un comportamiento ambivalente, con arsénico de origen marino y fluvial.
El uso alarmista de catástrofes ambientales del pasado, como la de Aznalcóllar, ocurrido en instalaciones deficientemente proyectadas y construidas, para atacar un proyecto minero del siglo XXI es un ataque al desarrollo socioeconómico compatible con el medioambiente.— Francisco Ruiz Allén.
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