Nos vemos en el metro
Por fin se han dado cuenta del gasto que supone pagar a tantos cargos públicos un coche oficial para que se desplacen de sus casas al trabajo e incluso lo usen para su vida privada. Delegados, subdelegados, secretarios, subsecretarios, directores, subdirectores… Aun así, por delante de eso, han recortado en educación, sanidad y cultura. Han subido los impuestos y el transporte público, que para muchos ciudadanos de a pie es su medio de transporte todos los días. Sabemos que es un lujo al que tienen que renunciar los señores de las altas esferas, pero entiendan que es por el bien de todos. Nos vemos en el metro.— Marta Ribas.
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