"No he podido inaugurarlos todos, ni la décima parte"
La presidenta de Madrid presume de centros de salud y de hospitales en la inauguración del nuevo ambulatorio de Maqueda
La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha inaugurado esta mañana un nuevo centro de salud en el barrio de Aluche de la capital (distrito de Latina) entre los abucheos de quienes le critican la privatización de la sanidad o los recortes en la educación, como ocurrió sin ir más lejos el pasado miércoles en el hospital de Torrejón de Ardoz y como suele ocurrir en los últimos años. Al acabar el acto, ha asegurado con contundencia a los periodistas que los madrileños "están muy contentos con el Gobierno del PP" y ha criticado a los que "protestan" cuando ella inaugura hospitales, colegios o centros de salud como el de hoy que, según ha destacado, hace el número 74 de los que se han abierto siendo ella presidenta de la Comunidad de Madrid.
"Ni siquiera he podido inaugurarlos todos, ni la décima parte de ellos, por la cantidad que son", ha recalcado la presidenta, para añadir que la Comunidad de Madrid también ha abierto "12 hospitales, un colegio cada semana...". "Mientras estas movilizaciones suceden", el Gobierno regional sigue su "camino", ha remachado, para añadir que éste y los otros 73 centros de salud que se han inaugurado desde su llegada a la Presidencia regional, así como los nuevos hospitales y los antiguos que han sido remodelados, demuestran el "compromiso" de su equipo con la sanidad pública.
"¿Dónde está el hospital?"
Mientras Aguirre visitaba las nuevas instalaciones, fuera se manifestaban 30 personas con pitos, cacerolas y, en unos pocos casos, las camisetas verdes que identifican al colectivo de la enseñanza, movilizado contra los "recortes" dictados por la Consejería de Educación. Muy controlados por una decena de agentes de la Policía Nacional, los manifestantes sólo han podido pitar y gritar algunas consignas como "¿dónde está el hospital?", "Esperanza fuera a la lista de espera" o "recortes pa'las Cortes", aunque en todo momento al otro lado de la calle. Algunos de ellos también portaban carteles reclamando servicio de urgencias, matrona o fisioterapeuta para los vecinos del distrito. Al llegar la presidenta, el tono de los gritos y los pitidos se ha elevado, aunque la presencia de curiosos que querían ver a Aguirre de cerca ha contrarrestado las críticas con vítores y aplausos. Cuando la presidenta ha abandonado las instalaciones, una hora después, solo quedaban sus defensores, que le han dedicado un sonoro aplauso mientras subía a su coche oficial.
El nuevo Centro de Salud de Maqueda atenderá a 29.000 vecinos, una cuarta parte de ellos de más de 65 años. Aguirre, acompañada por el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha visitado el centro, que ocupa una parcela de 2.200 metros cuadrados en la calle Seseña aportada por el Ayuntamiento. Este centro sustituye al antiguo ambulatorio de Maqueda, "muy deteriorado". En su construcción, que comenzó en agosto del año pasado, se han invertido casi dos millones, a los que hay que sumar 235.000 euros para mobiliario y 2,8 millones anuales para la gestión.
El nuevo ambulatorio tiene casi 2.400 metros cuadrados construidos (cuatro veces más que antes) y consta de 13 consultas de Medicina de Familia -una destinada a ecografías, que podrán realizarse a domicilio gracias al ecógrafo portátil, ha dicho Aguirre-, tres consultas de pediatría y 14 de enfermería. Además, se podrán realizar procedimientos de cirugía menor. También hay sala de urgencias y curas, biblioteca y una sala de extracciones, así como salas comunes y de trabajo.
La plantilla del centro estará compuesta por 20 médicos de familia (+25% respecto al anterior ambulatorio), tres pediatras, 19 enfermeras, dos auxiliares de enfermería, nueve auxiliares administrativos y dos celadores. El miércoles comenzará a prestar la atención al ciudadano, que aquí dispondrá de "las instalaciones sanitarias más modernas". De hecho Aguirre, que ha revisado incluso los cuartos de baño, no ha parado de felicitar todo el tiempo a los arquitectos que han diseñado el edificio, Carlos Baena y Juan Carlos Fernández.
"Tiene mucha luz, es acogedor y muy bonito, no parece un hospital. Qué amplitud, qué gusto", ha repetido la presidenta durante su visita, en la que ha explicado las razones por las que lleva la mano derecha vendada hasta prácticamente la mitad del antebrazo: sufre una tendinitis. "Es una chorrada. Llevaba unos días con dolor y hoy he ido (al médico) y me ha infiltrado", ha señalado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.