Los vascos desconfían de la izquierda 'abertzale'

La presunta apuesta de la izquierda abertzale por las vías políticas en exclusiva genera desconfianza entre la sociedad vasca. Dos de cada tres ciudadanos perciben "poca o ninguna voluntad" en el entorno de la antigua Batasuna para integrarse en el sistema democrático, según los últimos datos del Euskobarómetro, el estudio periódico de la opinión pública vasca. El porcentaje de quienes creen en el desmarque de la violencia, pese a todo, se ha incrementado en 11 puntos desde diciembre del pasado año. Sobre todo, entre quienes se confiesan nacionalistas.

La percepción es incluso más contundente respecto a ETA. Siete de cada diez vascos no perciben voluntad en la banda armada de poner fin a sus actos terroristas, si bien la mayoría consideran que la organización está cada vez más débil. Aún así, el estudio refleja que se ha disparado el optimismo respecto a la evolución de la violencia, sobre todos entre los ciudadanos no nacionalistas. Sólo dos vascos de cada mil muestran un apoyo explícito y total a la banda, con un mínimo porcentaje incluso entre el electorado de la izquierda abertzale. La sociedad vasca considera que se ha rebajado el clima de crispación social y valora la lucha del Gobierno autonómico contra el terrorismo.

Un 68% de la sociedad reconoce que la actividad terrorista de ETA perjudica las supuestas pretensiones políticas de Batasuna y su entorno. Casi la mitad de los ciudadanos, por otro lado, se muestran favorables a la configuración del polo soberanista que EA y la izquierda abertzale escenificaron el pasado mes en Bilbao. Una amplia mayoría es partidaria también de poner en marcha un plan de deslegitimación de la violencia, aunque la división es patente respecto a la presencia de víctimas en las aulas escolares que ha impulsado el Gobierno autonómico.

La sociedad vasca considera que se ha rebajado el clima de crispación social y valora la política antiterrorista, con una percepción cada vez mayor de que la eficacia se ha incrementado en relación con el anterior Ejecutivo nacionalista de Juan José Ibarretxe. Sin embargo, la imagen del Gabinete de Patxi López sigue sin remontar. La desconfianza mayoritaria de los ciudadanos en su gestión se consolida un año después del relevo en Ajuria Enea y un 63% de la población sigue siendo contraria al pacto de estabilidad con el PP. La labor de oposición del PNV también recibe un rechazo mayoritario.

Los responsables del estudio han destacado esta mañana en Bilbao que la sociedad vasca ha comenzado a percibir los cambios promovidos por el Gobierno del PSE, si bien todavía no se los atribuye. En este sentido, han apuntado que quizá haga falta "algo más de tiempo" para que cambie la impresión sobre el equipo de López. El que se hunde también en Euskadi es el presidente Zapatero, cuyo desgaste se ha agudizado en el último año. Seis de cada diez vascos suspende ya su gestión. Aintzane Ezenarro, de Aralar, es la única política que llega al aprobado.

En el anterior sondeo, siete meses después de la llegada de López poder, el 71% de los ciudadanos aseguraba tener "poca o ninguna confianza" en su labor. La percepción del Ejecutivo socialista incluso empeoró seis puntos con respecto a la anterior oleada, realizada entre mayo y junio. Apenas uno de cada cuatro vascos valoraba el relevo en la Lehendakaritza, la mayoría votantes de PSE, PP y UPyD. Patxi López explicó entonces que su Gobierno tenía "un problema de comunicación".

En el primer Euskobarómetro con López como lehendakari, realizado poco después de las elecciones, los ciudadanos se mostraban desconfiados ante el gobierno en solitario del Partido Socialista de Euskadi y el apoyo que recibió del PP para su investidura y seguían prefiriendo una alianza entre PSE y PNV.