La Mesa del Parlamento vasco no acatará la orden de disolución de Batasuna

La Mesa del Parlamento vasco, presidida por Juan María Atutxa, ha reiterado hoy la "imposibilidad legal" de cumplir el auto del Tribunal Supremo del pasado 20 de mayo en el que se ordenan las medidas a ejecutar para hacer efectiva la disolución de Sozialista Abertzaleak, el grupo sucesor de Batasuna. Atutxa ha dicho que, por tanto, no se va a proceder a la disolución. No obstante, sí acatarán la orden de no pagar al grupo.

El texto aprobado por la Mesa, que ha contado con el visto bueno del tripartito y que ha sido remitido al Tribunal Supremo, comienza dando su apoyo a los funcionarios de la Cámara, el Letrado Mayor y el Interventor General, a quienes se les hace requerimientos concretos en el último auto del Supremo, del 18 de junio, que trata de impedir la actividad parlamentaria de SA y que sigan recibiendo el dinero que recibía como grupo parlamentario -30.000 euros al mes. Respecto a dicho texto, la Mesa considera que supone una "nueva y aún más profunda intromisión en el ámbito de la autonomía parlamentaria en cuanto que interfiere en la misma Administración de la Cámara, cuya más alta dirección nos corresponde".

En el escrito, la Mesa insiste en que la disolución de un grupo no está contemplada en el reglamento de la Cámara, por lo que ratifica la "imposibilidad legal" de cumplir las órdenes del Supremo. No obstante, señala que no es su intención "lanzar ningún reto al estado de derecho", aunque señala que el Parlamento de Vitoria y la Mesa han sido "abocados a un verdadero conflicto jurídico", ya que "no hay problema de desobediencia". Eso sí, no deja pasar la oportunidad de reiterar que "la autonomía de organización y funcionamiento de los legislativos, así como su reglamento, deben ser respetados por todos los poderes", por lo que seguirá en su búsqueda de "cuantos cauces jurídicos con una mínima posibilidad procesal encuentren en el ordenamiento".

Sí en cambio se procederá a cumplir la orden del Supremo de no pagar el dinero que correspondería a SA en tanto grupo parlamentario. El interventor ya anunció la semana pasada que, a requerimiento del Supremo, no iba a continuar pagando al grupo Sozialista Abertzaleak. La Mesa expresa en el texto su apoyo al interventor y al letrado mayor, "apoyando las decisiones y actuaciones que decidan emprender" ambos funcionarios. Además, reclamará a SA las cantidades abonadas desde el pasado 20 de mayo para que las devuelva.

Abrirnos en canal

Tras la reunión de la Mesa, el presidente del Parlamento vasco ha reiterado que el órgano se "ha visto abocado a la imposibilidad de dar cumplimiento a lo que el auto del Supremo conllevaba". No obstante, ha vuelto a insistir en que no hay desobediencia al Supremo: "Nos pueden abrir en canal y no encontrarán intención alguna de hacer un corte de mangas a la Justicia", sino que "el Reglamento no nos permite hacer otra cosa que lo que estamos haciendo".

Sobre la posibilidad de abrir cauces jurídicos para ejercer la defensa del Parlamento vasco ante las órdenes del Supremo, Atutxa ha explicado que no se había planteado esta vía hasta ahora porque "queremos agotar hasta el extremo nuestras fuerzas para demostrar que cuando se ha cometido un error lo mejor es rectificar. Nosotros estamos convencidos de que estamos en lo cierto y en lo honesto".

Por su parte, Gorka Knörr (EA) ha respaldado las palabras de Atutxa y ha vuelto a lamentar la "intromisión" del Tribunal Supremo en la soberanía del Parlamento. Kontxi Bilbao (IU) ha asegurado que la Mesa hoy ha ofrecido "una mano tendida para desbloquear una situación de crispación" y se felicitado por que el Parlamento apueste por explorar vías judiciales, ya que entiende que eso es lo que intentó IU al proponer que se planteara un conflicto de jurisdicción contra el Supremo.

Desde la oposición, el vicepresidente Carmelo Barrio (PP), estimó que el escrito de hoy es "el disfraz del incumplimiento", un texto "cargado de falsedades que lo único que busca es demorar el cumplimiento" de los autos del Supremo.