Bush conmina a Sadam a rendirse y salir de Irak en 48 horas para evitar la guerra
"No se trata de una cuestión de autoridad sino de voluntad", señala el presidente de EE UU.- El ministro de Exteriores iraquí apunta a un rechazo del ultimátum
Estados Unidos ha dado por cerrada la etapa diplomática de la crisis de Irak y se prepara ya para la batalla. El presidente estadounidense, George W. Bush, ha anunciado esta noche que sólo el exilio inmediato del líder iraquí, Sadam Husein, y sus hijos y colaboradores más cercanos, amén de la rendición incondicional de su Ejército, puede evitar el ataque. En un discurso que ha sido prácticamente una declaración de guerra, Bush ha marcado el plazo para esa rendición: 48 horas. La mayoría de expertos coinciden en vaticinar que los bombardeos comenzarán en dos o tres días.
Bush ha comenzado su alocución explicando las raíces de esta crisis: "Durante más de una década, EE UU y otras naciones han desarrollado pacientes y honorables esfuerzos para desarmar al régimen iraquí sin guerra. Desde entonces, el mundo ha estado involucrado en 12 años de diplomacia, que el régimen iraquí ha utilizado como una estratagema para para ganar tiempo y ventajas. Los esfuerzos pacíficos han fracasado una y otra vez porque no estamos negociando con un hombre pacífico. El régimen iraquí continúa poseyendo y encubriendo algunas de las más letales armas nunca concebidas. Este régimen ya ha utilizado armas de destrucción masiva contra los países vecinos de Irak y contra su propio pueblo".
Una vez establecidas las razones que hacen necesario el ataque, el presidente estadounidense ha puntualizado que el Congreso de su país "votó mayoritariamente el año pasado el apoyo al uso de la fuerza contra Irak, reconociendo la amenaza" que supone Sadam, y el Consejo de Seguridad de la ONU, "bajo las resoluciones 678 y 687, ambas todavía efectivas", autoriza a EE UU y sus aliados "para usar la fuerza y eliminar las armas de destrucción masiva de Irak". "No es una cuestión de autoridad, es una cuestión de voluntad", ha recalcado terminante Bush.
"La ONU no ha cumplido su responsabilidad"
En ese sentido, el presidente de EE UU ha lanzado una crítica velada contra Francia y Rusia, refiriéndose a "algunos miembros permanentes del Consejo [que] han anunciado públicamente que vetarían cualquier resolución que apremiara el desarme de Irak". Según Bush: "Estos gobiernos comparten nuestro sensación de peligro, pero no nuestro modo de enfrentarnos a él". La ONU, que no ha sido capaz de llegar a una postura de consenso en esta crisis, no ha estado a la altura de sus responsabilidades, así que nosotros sí lo haremos con las nuestras".
Como consecuencia, Bush ha recalcado que si Sadam no obedece, la guerra será inevitable y será declarada "cuando EE UU elija". En este punto, el presidente ha conminado a los extranjeros —periodistas e inspectores incluidos— a abandonar Irak. Para Bush, la misión de EE UU está clara: "Acabaremos con el aparato de terror y ayudaremos a que reconstruyan un nuevo Irak, próspero y libre. En un Irak libre, no habrá más guerras de agresión contra países vecinos, no habrá más fábricas de productos venenosos, no habrá más ejecuciones de disidentes, no habrá más cámaras de tortura y habitaciones para violaciones. El tirano se irá muy pronto. El día de su liberación está cercano".
Además, ha pedido la colaboración del Ejército iraquí para que "no luche por un régimen moribundo". "En cualquier conflicto, su destino dependerá de su acción. No destruyan pozos de petróleo, no obedezcan ninguna orden de usar armas de destrucción masiva, incluido contra su pueblo". Por último, ha dado una justificación histórica al ataque: "En el siglo XX, algunos eligieron apaciguar a dictadores, cuyas amenazas se permitió que se convirtieran en genocidios y guerras mundiales. En este siglo, una política de apaciguamiento puede traer una destrucción nunca vista antes sobre la Tierra. Los terroristas y los Estados terroristas no muestras estas amenazas de manera clara y responder a tales enemigos sólo después de que hayan golpeado primero, no es defensa propia, es un suicidio".
Alerta roja ante antaques terroristas
Parece poco posible que Sadam vaya a recoger el guante. Ayer por la tarde, el ministro iraquí de Exteriores, Nayi Sabri, rechazó la invitación de EE UU y lamentó la decisión de la ONU de sacar a sus trabajadores de Irak. "La única opción es el abandono del belicista número uno en el mundo, el fracasado presidente Bush, que ha hecho de su país un chiste", dijo Sabri. Con el reloj ya en marcha, EE UU se prepara para librar la guerra en todos los frentes.
Al final de su discurso, Bush ha hecho referencia a la posibilidad de que se produzcan atentados terroristas en respuesta a la inminencia de esta guerra, lo que le ha servido para subrayar que EE UU no puede vivir bajo esa amenaza por más tiempo, ligando de nuevo el terrorismo internacional con Irak. Poco después, el Gobierno estadounidense elevaba el nivel de alerta en el país al código naranja, un grado por debajo del máximo (rojo).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.