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La repetición de curso se reduce a mínimos históricos en la escuela

Las nuevas reglas implantadas por la ley educativa y las medidas de refuerzo personalizado explican la caída, que también se da en secundaria y bachillerato

La tasa de alumnos repetidores vuelve a reducirse
Patio del colegio público Les Arts, en Valencia, en junio de 2023.MONICA TORRES
Ignacio Zafra

La tasa de estudiantes repetidores ha vuelto a caer en España, según los datos correspondientes al pasado curso publicados por el Ministerio de Educación. Lo ha hecho con fuerza, sobre todo, en primaria, donde ha bajado casi a la mitad (del 2,1% al 1,1%), situándose en el nivel más bajo de la serie histórica. Menor incluso que en el curso extraordinario de la pandemia, el 2020-2021, en el que las administraciones educativas acordaron flexibilizar las reglas para compensar el cierre durante tres meses de los centros escolares. En la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), se ha reducido de forma más moderada (del 7,6% al 7%), y en Bachillerato lo ha hecho en un punto (del 6,9% al 5,9%).

Organismos internacionales y expertos llevan años advirtiendo a España de que sus niveles de repetición son muy elevados, situados entre los más altos de la Unión Europea, pese a que la evidencia muestra que la medida no mejora normalmente la trayectoria académica de los chavales repetidores (más bien al contrario), resulta muy caro para el sistema educativo (que podría dedicar esos fondos a medidas más útiles), y se aplica de forma socialmente injusta (un alumno pobre con el mismo nivel en matemáticas y ciencias que uno rico repite cuatro veces más en España, según mostró el último informe PISA, la evaluación internacional que organiza la OCDE, en diciembre).

Los nuevos datos muestran una vuelta del país a la senda del descenso gradual en la tasa de repetición que se mantiene desde hace años con algún altibajo (por ejemplo, cuando, tras la implantación de la Lomce, la anterior ley elaborada por el PP, se produjo un repunte en la ESO). El primer curso de la pandemia supuso una excepción, ya que las medidas adoptadas entonces redujeron drásticamente la repetición en todas las etapas. Un año más tarde, sin embargo, se produjo un rebote que hizo perder la mayor parte de dicho avance. El periodo pandémico dibuja en el gráfico de la repetición una especia de V. Y ahora se recupera la tendencia a la reducción previa, estimulada por los cambios introducidos por la nueva ley educativa, la Lomloe.

El presidente de la federación de directores de colegios públicos de primaria Fedeip, Jorge Delgado, señala que la repetición en esta etapa ya se venía reduciendo. Pero que ahora se han sumado las nuevas reglas de repetición introducidas por la Lomloe, como la que establece que en esta etapa solo puede aplicarse, de forma general, al término de cada uno de los tres ciclos en los que se divide la etapa, es decir, al acabar los cursos pares, “y también la aplicación de las medidas de atención a la diversidad, como la adaptación curricular, los agrupamientos flexibles y los desdobles, que buscan una atención más personalizada”. “Todo ello”, añade, “está haciendo que en primaria la repetición se esté utilizando como una medida realmente muy extraordinaria, a diferencia de lo que pasaba antiguamente, cuando se utilizaba con bastante frecuencia, aunque no solía cumplir los objetivos de mejorar la marcha de los niños”.

Además de otros cambios normativos traídos por la Lomloe, como el hecho de que ahora solo se puede repetir dos veces en toda la educación básica (de los seis a los 16 años), cuando antes el máximo eran tres, y que la decisión de promocionar de curso ya no depende del número de asignaturas suspendidas, sino de lo que el equipo docente considere que va a beneficiar a la trayectoria educativa de los estudiantes, Ricardo Civera, miembro de la junta directiva de la asociación de directores de centros públicos de Aragón, cree que a la mejora de la tasa también están ayudando los programas de refuerzo dirigidos sobre todo al alumnado socialmente desfavorecido, como el PROA+ que financia el Ministerio de Educación y otros que han puesto en marcha las comunidades autónomas.

Sobre el papel, la legislación educativa en España establece desde hace décadas que la repetición de curso debe ser una medida excepcional. En la práctica, sin embargo, se ha seguido utilizando bastante, al menos si se compara con los países de su entorno. El documento Sistema estatal de indicadores de la educación 2022, del Ministerio de Educación, refleja que España eran en el curso 2018-2019 el cuarto país con mayor repetición en primaria de la Unión Europea, y donde más se utilizaba en la Educación Secundaria Obligatoria (la tasa era entonces del 8,7%, muy por delante del siguiente, Bélgica, donde se situaba en el 5,9%).

El Informe PISA, una evaluación internacional organizada por la OCDE, muestra, además, que alumnado repetidor español obtenía rendimientos educativos similares al de estudiantes de otros países de la OCDE y de la UE que no habían repetido, lo que confirma que la medida se estado aplicando de manera innecesaria, al menos según los parámetros de la mayoría de países desarrollados.

Diferencias por comunidades y entre pública y privada

Dos de las tres comunidades autónomas que mejor resultados obtuvieron en el último informe PISA, Asturias y Cantabria, se sitúan por debajo de la media de repetición española en primaria, la ESO y Bachillerato. La que mejor resultado obtiene, Castilla y León, solo tiene menos tasa de repetición en la ESO.

En primaria, las comunidades autónomas donde más se repite son Castilla-La Mancha (2,8%) y Murcia (2,5%), y donde menos, Cataluña (0,4%) y Asturias (0,6%). En la ESO, donde más se aplica la medida es en Murcia (9,3%) y Castilla-La Mancha (9,3%), y donde menos, en Cataluña (2,7%) y Asturias (4,6%). Y en Bachillerato, las comunidades con mayor tasa de repetición son Castilla y León (9,5%) y Baleares (7,1%), y las que menos tienen son País Vasco (3,8%) y La Rioja (3,9%).

La estadística muestra la enorme brecha que existe en la materia entre la enseñanza pública y la enseñanza privada. En primaria, las tasas de repetición son: pública (1,3%), en la privada concertada (0,8%), y en la privada no subvencionada (0,2%). En la ESO: 8,7%, 4,1% y 1% respectivamente. Y en Bachillerato: 7,2% en la pública y apenas un 2,8% en la privada (el Ministerio de Educación no ofrece en esta etapa datos de la enseñanza concertada, que solo se subvenciona en una parte de las comunidades autónomas).

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.
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