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Escasez de plazas públicas de escuela infantil: “Me quedé seis meses con mi hijo, tuve que rechazar ofertas de empleo”

Garantizar la gratuidad de la etapa de hasta tres años del alumnado más vulnerable supondría una inversión de 2.300 millones de euros, según un informe de la ONG Educo

Plazas públicas de escuela infantil
Una mujer abraza a una niña en una guardería en Barcelona.Carles Ribas
Ana Cristina Basantes

Emilio Martín tuvo que pedir una excedencia para cuidar a su hijo de tres meses. “Queríamos acabar nuestro permiso de paternidad y dejarle en una guardería pública en Alcobendas”, cuenta el padre, de 35 años. Solicitaron una plaza, pero no lo consiguieron. Decidieron que uno de los dos tenía que dejar de trabajar, en su caso fue él, que ganaba menos. No había otra opción. No podía pagar una privada. “Me quedé seis meses con mi hijo, tuve que rechazar ofertas de empleo”, dice Martín. En España, el 52% de las familias no pueden llevar a sus hijos a la escuela infantil de hasta tres años porque no pueden pagarla, según el último informe de la ONG Educo.

A la barrera económica hay que sumarle el escaso número de plazas públicas. Martín lo sabe de primera mano. A pesar de haber cumplido con todos los requisitos, no pudo acceder a un cupo porque no había. “Éramos más de 100 padres y el número de plazas de cero a un año era de siete alumnos por clase y había solo dos aulas”, dice Martín. “Hay más demanda que oferta, por eso los criterios para la adjudicación de las plazas tienen que revisarse, porque existe un fuerte desequilibrio territorial en el acceso de las familias más vulnerables”, explica la especialista en educación de Educo Dori Rodríguez. Esa carencia es la que ha llevado al Gobierno a lanzar su plan para crear 65.000 plazas públicas entre 2021 y 2023, en buena parte financiadas con fondos de la Unión Europea.

Pero, de momento, muchas familias se ven obligadas a pagar en centros privados o no llevar a sus hijos a la escuela infantil. “Mientras no haya el número de plazas públicas suficientes se debe optar por una cobertura en el sistema de becas que llegue a todas las familias”, añade Rodríguez. Cuando Martín acabó su excedencia no tuvo otra opción que volver al trabajo. “Yo no podía ralentizar mi incorporación laboral”, recuerda el padre. “Es muy complicado salirte un año entero del mercado laboral y luego volver al mismo puesto o uno similar”, explica. Él y su mujer decidieron optar por la escuela privada. “Trabajaba media jornada y cobraba 800 euros, casi 600 iban a la guardería privada”, asegura. A pesar de que las cuentas no les salían, no encontraba una opción mejor.

De los 1.433.914 niños y niñas de hasta tres años de toda España, el 41,4 % está escolarizado en la escuela infantil. Solo el 22,2% no paga ningún coste y el 22,5% recibe algún tipo de ayuda para costear de forma parcial la educación. El 27,3% (1 de cada 3) de las familias con las rentas más bajas no percibe ningún tipo de apoyo. La organización reclama que se garantice la gratuidad del primer ciclo de educación infantil para el 33,2% de los niños y niñas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. La inversión para lograrlo, calcula Educo, sería de 2.320 millones de euros. Lograr la gratuidad para todo el alumnado tendría un coste mucho mayor: 6.988,48 millones de euros.

Rodríguez, de Educo, enfatiza que si no se invierte en la educación de hasta tres años se genera una brecha socioeducativa muy difícil de recuperar. “Las desigualdades vienen de la cuna y es función de las administraciones que todos tengamos los mismos derechos y oportunidades. Desde el momento en que nacemos, y muy en concreto en nuestros primeros tres años de vida, se empiezan a dibujar nuestras oportunidades de futuro”, zanja Rodríguez.

Mejora de la trayectoria educativa

Las niñas y niños que asisten a programas antes de los tres años tienen mejores resultados educativos: menores tasas de repetición y abandono escolar, según el informe de Educo. En el caso de los padres se traduce en apoyo a la crianza y la conciliación familiar. Favorece la mejora de los niveles de empleo de las familias, especialmente de las mujeres, que son quienes soportan la carga de los cuidados en mayor medida.

En junio de este año Martín y su pareja “tuvieron la suerte” de lograr un cupo en una guardería pública para su hijo. “Nos ha permitido tener la tranquilidad de poder trabajar a ambos”, sentencia el padre, aliviado. Además, reconoce que su hijo ha podido relacionarse con niños de su misma edad. “A nuestro hijo le ha venido genial estar en la escuela”, cuenta el padre. “Está aprendiendo a jugar, motricidad...y aunque no esté conmigo, sé que está muy bien cuidado”, dice.

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Sobre la firma

Ana Cristina Basantes
Periodista de la sección de Sociedad. Comenzó su carrera en Ecuador, donde cubrió derechos humanos, género y migración. Ha escrito sobre medio ambiente y pueblos y nacionalidades indígenas en el medio 'Mongabay Latam'. Licenciada en Comunicación en Prensa Radio y TV y máster en Periodismo UAM- EL PAÍS. Premio Roche 2021 con 'Huir Migrar y Parir'.

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