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Claves de los exámenes de acceso a la universidad: ¿Cuándo se publican las notas de Selectividad en cada comunidad? ¿Qué asignaturas cuentan?

Decenas de miles de alumnos se enfrentan en las próximas semanas a los exámenes que ordenan la entrada a los estudios superiores

Selectividad España 2022
Varios estudiantes, antes de entrar a la prueba de Selectividad en junio de 2021 en la Universidad de Sevilla.PACO PUENTES (EL PAÍS)
J. A. Aunión

Esta semana comienzan las pruebas de acceso a la universidad: a partir del 1 de junio tendrán lugar en La Rioja y poco después la seguirán el resto de comunidades. La temida Selectividad ya no es tan temible como hace años —en 2021 se batió el récord de aprobados con un 94%—, pero la complejidad de un atracón de varios días de exámenes, sumado a querer conseguir la nota necesaria para acceder a la carrera deseada hace que los nervios y el estrés sigan aflorando entre los miles de alumnos —el año pasado fueron más de 250.000, la inmensa mayoría procedentes del Bachillerato— que en las próximas semanas se enfrentan a esta especie de rito iniciático.

La siguiente es una guía que intenta aclarar las dudas más habituales sobre el proceso.

¿En qué consiste la prueba?

Los alumnos se examinan obligatoriamente de cuatro asignaturas: las comunes para todos los bachilleres en segundo curso (Lengua castellana, Historia de España e Idioma, para la mayoría, inglés) y la principal de la especialidad que han elegido: Matemáticas II (en el itinerario de Ciencias); Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales (Ciencias Sociales); Latín (Humanidades) o Fundamentos del Arte (Artes). En las comunidades con lengua cooficial, los alumnos deben examinarse además de ese idioma y su literatura.

Además, hay una parte optativa, en la que los aspirantes se pueden presentar a uno, dos, tres o cuatro exámenes más (elegidos entre el resto de materias troncales cursadas) para subir nota. A esta parte también pueden presentarse los titulados de FP de Grado Superior y de Enseñanzas Artísticas Superiores que quieran mejorar su nota de acceso a la universidad (estos aspirantes no necesitan aprobar la Selectividad para acceder a los campus y compiten por las plazas solo con su nota media de la titulación).

Todos estos exámenes se reparten a lo largo de tres intensos días.

¿Cómo son los exámenes?

Este año, por tercera vez, los alumnos realizarán una Selectividad simplificada por el contexto de pandemia, pues se entiende que las medidas sanitarias contra la covid han dificultado la preparación de las pruebas. Así, los alumnos tendrán un mayor margen para seleccionar qué preguntas quieren responder en cada examen. Por ejemplo, si antes de la pandemia una prueba tenía dos versiones, una opción A y una B, con cuatro preguntas sobre cada uno de los cuatro bloques temáticos de los que constaba la materia, y el estudiante tenía que elegir uno de los dos exámenes (el A o el B), ahora hay un único examen con un total de ocho preguntas. Y los alumnos pueden elegir las cuatro que quieran, aunque ello implique, por ejemplo, escoger dos de un bloque, dos de otro y ninguna de los otros dos.

¿Qué se puede hacer para que los nervios no jueguen malas pasadas?

La especialista Amaya Prado, vocal de la sección de Psicología Educativa del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, ofrece las claves para mantener la calma, en la medida de lo posible, durante todo el proceso. Hay consejos para los alumnos y también para sus padres. Pinche en el vídeo para verlos:

¿Cómo se calcula la nota?

Todos los exámenes se califican de 0 a 10. Para superar la prueba, ser apto, hace falta tener una media de al menos un cuatro de los exámenes obligatorios. Esa nota hará media, a su vez, con la del Bachillerato: la primera cuenta un 40% de la calificación y la segunda, el 60%. Esa calificación (entre 5 y 10 puntos), puede engordar hasta 14 gracias a los exámenes optativos: aunque un alumno haga tres o cuatro pruebas para subir nota, solo le contarán dos de ellas, las que tengan la calificación más alta. En ningún caso, aunque le salgan muy mal y los suspenda, estos exámenes bajarán la media general.

Es un poco lioso. Pero en el siguiente vídeo, Antonio Nieto lo explica perfectamente. Pinche para verlo:

Muchas universidades ofrecen herramientas para simular las notas, muy útiles para calcular qué calificación hace falta en cada examen para alcanzar la cifra que permita acceder a la carrera deseada. Esta herramienta de la Universidad de Zaragoza es muy completa.

¿Cuándo se publican las notas? ¿Puedo reclamar?

El Ministerio de Educación establece un periodo dentro del cual las comunidades fijan, según les convenga, las fechas de los exámenes. A partir de ahí, las autonomías también establecen el resto del calendario: las fechas para reclamar si el alumno no está de acuerdo con alguna calificación, cuándo saben estos aspirantes descontentos su nota definitiva, y el periodo para hacer la preinscripción en la universidad.

La siguiente tabla repasa las fechas que para cada uno de esos asuntos se han establecido este año en cada comunidad:

¿Cómo se sabe si la nota es suficiente para entrar en la carrera deseada?

No se sabrá hasta que no termine el proceso de matriculación, pues si para la carrera deseada en la universidad pretendida llegan más solicitudes de las plazas que se ofertan, los aspirantes se ordenan en función de la nota de acceso, de mayor a menor, hasta cubrir todos los puestos. Si la nota está en el puesto 31 y hay 30 plazas, el aspirante se queda fuera. Como todavía no se sabe cuánta gente y con qué nota van a pedir cada carrera, no se puede saber de antemano qué calificación hará falta.

Así, la mejor orientación posible es la nota de corte del año anterior, es decir, la puntuación del último alumno o alumna que entró en un grado en la última convocatoria. En este buscador de EL PAÍS se pueden revisar las notas de corte de todos los grados de todas las universidades públicas y sus centros adscritos.

¿Quién redacta los exámenes?

El punto de partida de las pruebas es una norma estatal que fija los criterios generales de cada examen, su duración, los tipos de preguntas posibles (de respuesta abierta, semiabierta o cerrada), las partes del mismo, qué contenidos corresponden a cada uno y qué porción de la nota final del examen representan. Por ejemplo, en el ejercicio de Lengua, tiene que haber tres partes, que deben valer un 40%, un 30% y otro 30% de la nota respectivamente.

A partir de ahí, la mayoría de las comunidades ponen la organización y diseño de las pruebas, básicamente, en manos de sus universidades. Estas nombran, entre sus especialistas, comisiones con coordinadores responsables de cada materia, que en muchos casos trabajan mano a mano con algún profesor de Bachillerato, aunque suele ser el primero el responsable de la redacción final de las pruebas. Son estos especialistas quienes fijan, junto a cada propuesta de examen, los criterios de corrección, que son fruto del trabajo de muchos años en colaboración con los profesores de Bachillerato.

¿Quién los corrige?

Profesores voluntarios, sobre todo de institutos públicos, pero también en algunos casos de universidad, conforman los tribunales y son los encargados de custodiar los exámenes, vigilar las pruebas durante los días de celebración y corregirlos. El proceso es anónimo, los ejercicios están codificados de tal manera que los correctores desconocen la identidad de los alumnos a los que evalúan.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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