La vuelta a clase en Castilla-La Mancha: grupos de 25 alumnos en infantil y primaria y mascarilla en secundaria

Los alumnos de infantil y primaria volverán a los centros educativos en Castilla-La Mancha en burbujas (grupos estancos que no se relacionan con otros niños a lo largo de la jornada escolar) de hasta 25 alumnos. Y los de secundaria, bachillerato y ciclos formativos, con mascarillas dentro del aula cuando no pueda mantenerse la distancia de 1,5 metros. La Junta ha aprobado este viernes un plan de medidas extraordinarias para adaptar el sistema educativo a la covid dotado con 120 millones de euros que incluye la contratación de 3.000 profesores (lo que representa un aumento del 10%), la adquisición de 72.000 dispositivos informáticos y la ampliación de los programas de refuerzo.

El escenario principal se basa en que el curso pueda comenzar en una situación epidemiológica equivalente a lo que se ha denominado nueva normalidad. Castilla-La Mancha tiene ratios muy elevadas, sobre todo en bachillerato, con clases de hasta 38 alumnos en las materias troncales. Los responsables educativos no ven viable (como en la mayor parte de las comunidades autónomas) reducir el número de estudiantes para cumplir con la recomendación de mantenerlos a 1,5 metros dentro del aula. De ahí que cuando no sea posible cumplir la recomendación sanitaria vayan a utilizarse mascarillas. Además, señalan fuentes de la consejería, se tratará de desdoblar los grupos más numerosos.

Las instalaciones de los centros serán divididas y se limitará el tránsito de personal y alumnos entre los distintos sectores. La finalidad, señala la consejera de Educación, Rosana Rodríguez, es “facilitar el rastreo de los posibles casos” de la enfermedad.

Transmisión comunitaria

Tal y como acordaron las comunidades y el Ministerio de Educación, la Junta ha elaborado planes de contingencia para otros dos escenarios. Uno intermedio, cuya activación será determinada por salud pública, cuando se considere que existe un riesgo elevado de transmisión comunitaria, en el que se adoptará un sistema de semipresencialidad, con asistencia en días o semanas alternos a clase para reducir el tamaño de las clases. Y un tercero de máxima alarma, que implicaría el cierre de los centros escolares y enseñanza exclusivamente a distancia para los 421.000 alumnos preuniversitarios de régimen general de la autonomía.

El plan de digitalización, que implicará una inversión de 28 millones de euros en compra de dispositivos (45.000 portátiles, 14.500 tabletas, 10.000 routers, 2.000 webcam y 360 paneles interactivos), formación del profesorado y mejora de la plataforma digital educativa, está pensado, sobre todo, para los escenarios dos y tres.

Refuerzo

El Ejecutivo regional va a aumentar también sus programas de refuerzo para “paliar el efecto de la no asistencia a los centros en el último trimestre” del pasado curso, afirma la consejera. Los programas empezarán a funcionar en septiembre en lugar de en enero como en otros años, y alcanzarán a todos los cursos.

La Junta realizará un test de coronavirus a sus 30.000 profesores y al resto de personal de los centros, y enviará a los docentes un SMS con las instrucciones que deben seguir en caso de sospecha de un positivo. En ellas figura un teléfono directo al que llamar para comunicar casos y consultar dudas. El plan también incluye un apartado de obras de adaptación de los centros con una inversión prevista de 10 millones de euros

Siga EL PAÍS EDUCACIÓN en Twitter o Facebook

Apúntese a la Newsletter de Educación de EL PAÍS