Agricultura descarta de momento ayudas directas a las explotaciones afectadas por la peste porcina

El ministro de Agricultura, Luis Planas, se ha reunido este viernes con las cooperativas agrarias, un encuentro en el cual se ha mostrado abierto a estudiar la activación de líneas públicas de crédito para los ganaderos ante el brote de peste porcina africana (PPA). Sin embargo, el ministro se ha mantenido tibio sobre la petición de las asociaciones para que se frene la proliferación de la fauna salvaje y ha rechazado, de momento, ayudas directas para las explotaciones situadas en la zona afectada, según han trasladado los representantes de las cooperativas. Horas antes de esa reunión, el ministerio ha anunciado la creación de un comité científico ante un evento que supone un antes y un después para España. El nuevo órgano dará seguimiento de la evolución de la enfermedad —de momento, 13 jabalíes silvestres han dado positivo, pero no se han registrado contagios en granjas— y de las posibles medidas para controlar y erradicar el virus. Una semana después de que se detectaran los primeros positivos en Cerdanyola del Vallés (Barcelona), se ha abierto una nueva hipótesis sobre el origen del brote que apunta a un laboratorio que investiga la vacuna y está ubicado en la zona afectada.

“Un jabalí nos puede arruinar a todo el sector porcino de España”, comentaba antes de la reunión en el ministerio Jaume Bernis, ganadero y responsable de porcino en Coag (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), asociación que ha exigido al ministerio —sin éxito— que ponga en marcha un plan nacional cinegético de la zona salvaje. Pere Roqué, presidente de Asaja Cataluña (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), también ha denunciado lo que entienden como una falta de contundencia. Ha explicado que el ministro reconoce el problema que la superpoblación de jabalíes supone para los ganaderos, pero ha lamentado que no haya ofrecido una solución, salvo comprometerse a llevar la cuestión al comité de caza que se celebrará el próximo 10 de diciembre.

Las cooperativas también han planteado el vaciado de las granjas de Barcelona situadas en la zona cero del brote —un diámetro de 20 kilómetros desde el epicentro del contagio—, llevando los animales al matadero antes de tiempo. Insisten en que es una medida preventiva necesaria para extremar la seguridad de las granjas y piden que los ganaderos afectados sean compensados por ello. “La respuesta del ministro no ha sido favorable en este sentido”, ha dicho Rossend Saltiveri, responsable estatal del sector porcino de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos. “Nos contestaron que no pueden agilizar la ayuda para indemnizar a estas granjas y estamos decepcionados, porque era muy importante”, ha añadido Bernis. “Son unos 40.000 animales. Hablamos de una ayuda de cuatro o cinco millones, cuando nos jugamos casi 9.000 millones en exportaciones”.

Pocas horas después de la reunión de las cooperativas con Planas, la Generalitat de Cataluña sí atendió las demandas de las organizaciones agroalimentarias al anunciar en torno a las 21.00 horas que había alcanzado un acuerdo con el sector ganadero, tras una reunión de urgencia, para comenzar a llevar al matadero a los 30.000 cerdos sanos ubicados en las granjas dentro del perímetro de vigilancia del foco de peste porcina. Los animales sacrificados se destinarán a consumo interno. El secretario general de Asaja, Francesc Salvà, explicó que ya se ha encontrado una instalación preparada a la que ir llevando a los animales, lo que confía que sirva para tranquilizar al sector. “Son cerdos sanos y aptos para el consumo”.

España llevaba 30 años libre de PPA, un virus que no tiene riesgo para los humanos —no puede contagiarse—, pero extremadamente mortal para los animales y con potencial de poner en jaque a un sector puntero para la economía nacional. España es una potencia mundial en producción de porcino, con unos 8.800 millones de euros exportados en 2024. La llegada de la enfermedad supone, de pronto, el cierre de unos 20 mercados extracomunitarios que no aceptan productos de países donde esté presente la enfermedad, un bloqueo que viene acompañado por una caída inédita en el precio de referencia del cerdo vivo en España. El balón de oxígeno llega de Europa, principal destino de las exportaciones españolas, y de China, importador número uno fuera de la UE. Ambos aplican la llamada regionalización: solo vetan cerdo procedente de la zona del brote. También el Reino Unido seguirá comprando porcino a España en virtud de un acuerdo de regionalización, así como Corea del Sur. Pero persisten dudas sobre si el resto de países terceros que tienen firmados protocolos del mismo tipo, y que son una veintena, llegarán realmente a aplicarlos.

El encuentro de este viernes ha sido convocado después de que las cooperativas enviaran una carta al ministerio en protesta por no haber sido citadas aún ante un acontecimiento que tiene en vilo al conjunto del sector —Agricultura sí se reunió con las organizaciones interprofesionales el pasado lunes—. “Valoro positivamente la reunión”, ha dicho el secretario de Ganadería de UPA (Unión de Pequeños Agricultores), José Ramón Rodríguez, tras el encuentro, a la vez que ha lanzado un mensaje de tranquilidad, recordando que no hay ningún riesgo para los humanos.

El ministerio sí se ha mostrado abierto a estudiar la activación de líneas de financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para respaldar al sector, en sintonía con los apoyos ya disponibles en la comunidad donde se ha detectado el brote, Cataluña. El Instituto Catalán de Finanzas tiene habilitados 50 millones de financiación para emergencias “climáticas y sanitarias”, y la Generalitat ha anunciado la aprobación de una línea de 10 millones de euros, ampliables a otros 10 millones más para los sectores económicos afectados por la PPA.

Mientras tanto, el nuevo comité científico estará operativo en tanto que continúe el brote, presidido por la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Ana Rodríguez Castaño. Además, contará con una representación de la comunidad científica en el ámbito veterinario y ganadero, y con la posibilidad de invitar a otros expertos en materias concretas y a representantes sectoriales, según detalla Agricultura. El órgano se encargará de presentar un informe sobre la enfermedad, evolución y medidas a adoptar para contenerlo, y elaborará un informe final de conclusiones una vez erradicado el virus.