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Las diferencias entre el municipio más rico y el más pobre de España: sueldos siete veces más altos e inversiones que se multiplican por 70

La composición de las rentas de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, y Benamargosa, en Málaga, da pistas sobre dos modelos económicos contrapuestos

La brecha de la desigualdad de ingresos en España se extiende a través de una línea recta que va desde Pozuelo de Alarcón (Madrid) hasta Benamargosa (Málaga). El primero es el municipio del país con más ingresos medios por persona: un total de 88.011 euros declarados a Hacienda en el año 2023. El segundo, con 13.831 euros de media por ejercicio, se sitúa a la cola de una clasificación estadística actualizada este miércoles por la Agencia Tributaria. Analiza más de 2.900 localidades del país ―aquellas que superan el millar de habitantes―, aunque sin incluir las del País Vasco y Navarra, que cuentan con sistemas fiscales propios. Pese a esa limitación, los datos permiten escarbar en las desemejanzas económicas por cuestión territorial.

La diferencia entre la población más rica y la más pobre va creciendo año a año y supera ya los 74.000 euros por ejercicio, la más elevada de la serie. Desde que la Agencia Tributaria empezó a recopilar los datos y a publicar la Estadística de los declarantes del IRPF por municipios, en 2013, Pozuelo de Alarcón se ha consolidado todos los años en el lugar más alto, con la excepción de 2018, cuando irrumpió el barcelonés Matadepera. El último puesto va variando entre una serie de municipios, pero todos tienen la peculiaridad de ser relativamente pequeños y de situarse en una de las provincias más castigadas de España, generalmente de Andalucía o de Extremadura.

Más allá de las localidades, el dibujo que muestra la estadística de la Agencia Tributaria refleja un paisaje de contrastes socioeconómicos, con los mayores picos de renta en ciertas áreas metropolitanas de las grandes ciudades ―en esencia, Madrid y Barcelona― y en un puñado de localidades, generalmente costeras, que se han consagrado poco a poco como imán para los grandes contribuyentes. La antítesis se localiza en las regiones del sur de España, con especial incidencia en los interiores de Jaén, Granada o Badajoz.

La explicación de estas disparidades es extensa y tiene que ver con múltiples factores, como el peso que tienen los diferentes sectores productivos y las grandes empresas en cada territorio, así como la actividad laboral, la realidad salarial o cuestiones puramente demográficas. Los datos que proporciona la Agencia Tributaria, aunque incompletos, dan una serie de pistas que ayudan a comprender la realidad del fenómeno y el contraste entre Pozuelo de Alarcón y Benamargosa, paradigma de la brecha de ingresos que hay en España.

Uno de estos indicadores es el detalle de los rendimientos del trabajo declarados en el impuesto sobre la renta, donde se incluyen los salarios y las pensiones, entre otras fuentes de ingresos. En 2023, el municipio madrileño registró un total de 49.171 declaraciones del IRPF. De ellas, 41.624 (el 85%) incluyeron este tipo de rendimientos, con una cuantía media de 63.928 euros. La diferencia con la localidad malagueña es estratosférica. Allí se presentaron 704 declaraciones, de las que solo 417 (el 60%) tenían rendimientos del trabajo. Las ganancias medias fueron siete veces más bajas, de 8.849 euros.

También hay diferencias notables al analizar el capital mobiliario, donde se incluyen, entre otras partidas, las inversiones, los depósitos y cuentas bancarias o los dividendos provenientes de acciones. En Pozuelo, el 66% de las declaraciones reconocían este tipo de ingresos, mientras que en Benamargosa la proporción era de aproximadamente el 50%. Sin embargo, mientras que en el segundo se declararon importes medios de 144 euros, en el primero llegaron hasta los 9.827 euros, casi 70 veces más.

Algo similar sucede con las ganancias y pérdidas patrimoniales, que son los beneficios ―o en su caso detrimentos― obtenidos al vender o transmitir bienes como una vivienda o acciones empresariales. En Pozuelo, el 25% declaró estas operaciones, con un importe medio de 27.738 euros, y en Benamargosa fueron el 13%, con una cuantía de 2.391 euros.

Los rendimientos por actividades económicas, donde se enmarcan varias ramas como la prestación de servicios, la construcción, el ejercicio de profesiones liberales o las actividades agrícolas, ganaderas, forestales y pesqueras, estuvieron presentes en el 14% de las declaraciones de Pozuelo y en el 40% de las de Benamargosa. En este último, además, tuvieron especial relevancia las actividades agrícolas (214 declaraciones de 281). La brecha de rendimientos, sin embargo, volvió a estar muy marcada. En la localidad madrileña los rendimientos medios ascendieron a los 59.332 euros, mientras que en la malagueña se quedaron en 2.917 euros.

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