Repsol confirma una inversión de 800 millones de euros en Tarragona tras la caída del impuesto energético

El consejo de administración de Repsol ha desbloqueado hoy la inversión de 800 millones de euros para construir una planta de tratamiento de residuos en su complejo industrial de Tarragona. La compañía manifiesta que el proyecto, bautizado como Ecoplanta, implica una “inversión histórica” y conlleva poner en práctica un sistema pionero en Europa para transformar residuos urbanos en combustibles renovables y productos circulares. Supone “una solución para la reducción de emisiones de CO2 en el transporte, al mismo tiempo que fomenta la economía circular”, ha manifestado la empresa en un comunicado. El desarrollo de la Ecoplanta lleva tiempo en la agenda de Repsol, pero la dirección de la petrolera había advertido que congelaba su despliegue hasta tener garantías de que no se va a aplicar el impuesto extraordinario previsto por el Gobierno y que afectaba a las grandes energéticas.

La entrada en funcionamiento de la instalación está prevista para el 2029 y supondrá la creación de 340 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos, y el impacto durante la fase de construcción se calcula en 2.800 empleos. Tarragona es el principal centro de trabajo, por volumen de personal, que tiene Repsol en España. Actualmente se cuentan 1.400 empleados directos y otros 1.400 que dependen de empresas subcontratadas.

La implantación del nuevo proyecto industrial de Repsol ha estado rodeado de una tensa controversia política. El pasado mes de noviembre, Junts, el PSOE y el PNV introdujeron enmiendas para evitar que el impuesto que grava a las empresas energéticas se convirtiera en permanente, como exigía Sumar al PSOE. Este gravamen iba a implicar una recarga del 1,2% sobre ventas y prestaciones de servicios a las empresas eléctricas, gasistas y petroleras. Las compañías afectadas, principalmente Moeve y Repsol, pusieron el grito en el cielo públicamente. Repsol avisó que esa tasa impactaba de lleno en su capacidad de inversión en España e incluso había amenazado con trasladar el proyecto de una planta industrial de Tarragona a Portugal.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, publicó una tribuna en varios medios el pasado 23 de octubre en la que alertaba sobre el impacto en términos financieros del “populismo fiscal” y del coste económico de insistir con el gravamen. “Miles de millones de euros se desviarán a otros países”, dejó escrito.

El anuncio de Repsol confirma que el susto ya ha pasado. La instalación, que se ubicará en Tarragona y en la cual está previsto invertir más de 800 millones de euros, se convertirá en la primera planta de Europa que fabrica metanol renovable y metanol circular a partir de residuos y basuras. Implica probar “el proceso de valorización de desechos más avanzado del mundo”, según afirma la compañía, y posibilita dar una segunda vida a residuos que de otra manera acabarían en vertederos o incinerados. La nueva planta tendrá capacidad para procesar hasta 400.000 toneladas anuales de residuos sólidos urbanos y convertirlos en 240.000 toneladas de combustibles renovables y productos circulares.

Repsol celebra que la Ecoplanta ha sido seleccionada por la Unión Europea entre más de 300 proyectos para recibir financiación a través del programa Innovation Fund, por su elevado potencial para reducir emisiones, su carácter innovador y por ser una instalación única en Europa.