El retraso de la jubilación impulsa las nuevas pensiones por encima de los 1.700 euros al mes

La nómina de las pensiones registró en octubre un nuevo máximo al ascender a 1.259,6 millones de euros para el abono de 10,2 millones de prestaciones a casi 9,3 millones de beneficiarios (alrededor de un millón de ellos cobran dos pensiones). El coste mensual de pagar las pensiones se incrementó un 6,8%, el mayor porcentaje interanual registrado en lo que va de año. El fuerte aumento que están registrando las nuevas pensiones de jubilación del régimen general de asalariados, junto al impacto de la revalorización de estas cuantías lo mismo que el IPC, están entre las principales causas del aumento de esta partida de gasto.

En concreto, las nuevas altas de jubilación de los asalariados registraron en septiembre (último mes del que se dispone este dato) ascendían a una cuantía media de 1.743,9 euros mensuales (en 14 pagas), tras experimentar un fuerte incremento del 11% respecto a un año antes, según las cifras facilitadas este viernes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Este incremento es el doble de lo que aumenta la pensión media del sistema (que incluye las prestaciones de jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares) que se sitúa en 1.259,6 euros, después de aumentar un 5% media en términos interanuales. Las decisiones de retrasar la jubilación que están tomando algunos trabajadores —bien por los menores retiros anticipados o por el aumento de los demorados más allá de la edad legal— es una de las causas que está detrás de este fuerte aumento de las nuevas altas de los asalariados.

Así, las jubilaciones anticipadas, que en su mayoría tienen coeficientes reductores que recortan dichas cuantías y, por lo tanto, tiran a la baja de las nuevas prestaciones, tienen cada vez menos peso en el total de las nuevas altas. En concreto, el retiro anticipado representa ahora el 28,9% del total de las nuevas jubilaciones, frente al 34% de 2023 o el 44,5% que llegaron a suponer en 2016.

Es más, a diferencia de lo que ocurría hasta el año pasado, han caído sustancialmente, tanto las anticipadas forzosas (que provienen de despidos) como las voluntarias. Así, hasta agosto, las primeras —que permiten adelantar hasta cuatro años el retiro— disminuyeron un 45% respecto a 2023 y las segundas —en las que se adelanta la jubilación hasta dos años— cayeron un 40%.

Mientras que las altas de jubilación demorada han aumentado su peso hasta el 9,6% del total de nuevas pensiones de retiro, frente al 8,1% del año anterior, y el poco más del 4% que suponían antes de la pandemia. Con todo, la edad media de acceso a la prensión de jubilación es de 65,2 años actualmente (y la edad legal de retiro es de 66 años y seis meses este año).

Junto al retraso de las jubilaciones, y a la revalorización automática por ley de las pensiones según el IPC, desde la Seguridad Social apuntan también a otros factores que están incrementando las cuantías de las pensiones de las nuevas altas de jubilación. En primer lugar, citan la mejoría del mercado laboral, con unos empleos más estables, así como las recientes subidas del SMI, que están mejorando las carreras de cotización de quienes se retiran.

En segundo lugar, apuntan a una mejora de la cobertura de la integración de lagunas de cotización, lo que genera también mejores prestaciones a eliminar, en el cálculo de la cuantía final de la pensión, más periodos en los que el trabajador no ha cotizado. En tercer lugar, y también entre las medidas que se ha desarrollado en los últimos años para proteger a los pensionistas y el mantenimiento de su poder adquisitivo, está el aumento de la cuantía del complemento para la reducción de la brecha de género considerablemente (en el acuerdo de 2023 se acordó aumentarlo un 10% entre 2024 y 2025).

Envejecimiento

Además de la nómina de las pensiones del sistema de Seguridad Social, el ministerio ha facilitado también este viernes la cuantía a la que asciende el abono de las prestaciones de las clases pasivas —las que cobran los funcionarios civiles y militares de la Administración General del Estado, de la Administración de Justicia y de las Cortes Generales entre otros organismos públicos— que en septiembre (último dato disponible) sumaron 1.605,2 millones de euros, un 7,4% más que en el mismo mes del año anterior.

En este caso, el número de pensiones que se abonan fue de 713.471, un 2,1% más. Así, el ritmo de aumento de las pensiones de clases pasivas es ya superior al del sistema general (cuyo número de prestaciones aumenta un 1,5% anual) debido al mayor envejecimiento de las plantillas del sector público.