Las empresas españolas prevén un alza en las ventas al cierre de 2024, según el Banco de España
La escasez de mano de obra, la política económica y los costes energéticos son los factores que más preocupan a las compañías
Las empresas españolas esperan un repunte en su facturación al cierre del 2024. Así como un respiro en las presiones inflacionarias y una disminución de los precios de venta en los próximos 12 meses, según ha detallado el Banco de España en su Encuesta sobre la Actividad Empresarial (EBAE) correspondiente al tercer trimestre. Las compañías reportan una caída en las ventas desde julio, tras la subida registrada en el último informe. El desplome, que es estacional, es menor al observado en el mismo periodo de los dos años anteriores. El informe también detalla que la incertidumbre sobre la política económica, la escasez de mano de obra y los costes energéticos son las principales preocupaciones del sector empresarial.
En concreto, un 29,4% de las 6.200 sociedades encuestadas ha experimentado un descenso en sus ventas durante el tercer trimestre, nueve puntos más que en junio. Mientras, el porcentaje de empresas que percibe alzas ha bajado siete puntos, hasta el 25,4%. Sin embargo, la entidad monetaria señala en su informe que este indicador “viene mostrando un acusado comportamiento estacional, con caídas de la facturación en los terceros trimestres del año”. Pese a la bajada, las expectativas para el cuarto trimestre del año se mantienen positivas y apuntan a una subida en los ingresos.
El impulso del turismo durante la temporada de verano se hizo sentir. La hostelería, junto a otras ramas de servicios, como las actividades administrativas y el transporte, destacan entre los que perciben los mayores aumentos de facturación en el tercer trimestre. En el otro lado de la balanza, el sector agrícola y el comercio no levantan cabeza. Abrochan diez y once trimestres consecutivos de retrocesos, respectivamente.
Los resultados del nivel de empleo coinciden con los de las ventas. Las empresas encuestadas declaran retrocesos en la ocupación, frente a los avances del trimestre previo. Los participantes que perciben un aumento se han reducido en tres puntos porcentuales, hasta el 15.5%. Destaca la leve mejora del empleo en hostelería, transporte, ocio y actividades administrativas, en contraste con la desescalada en el sector agrícola y los servicios inmobiliarios. Pero, tal como ocurre con la facturación, el optimismo es generalizado y las empresas vaticinan un avance de la ocupación para los últimos meses del año.
El informe destaca que las perspectivas de los costes laborales se mantienen “bastante estables”, en contraste con los datos del INE de la primera mitad del año. El 68% de las sociedades consultadas pronostican el crecimiento de los costes hasta dentro de un año, un porcentaje similar al reportado en la última revisión. El Banco de España enfatiza que “las ramas en las que se observa una mayor incidencia de los problemas de mano de obra tienden a coincidir con las que anticipan mayores incrementos de sus costes laborales a un año vista”. Los ejemplos más evidentes son la hostelería, la construcción y la agricultura.
Descenso de las presiones inflacionistas y precios
Los empresarios sintieron el frenazo de la inflación reportado el pasado jueves por el Instituto Nacional de Estadística. El Índice de Precios al Consumo cerró agosto en el 2,3%, la tasa más baja del año. El retroceso del indicador que mide la evolución de los costes de los consumos intermedios ha superado las expectativas de los encuestados en junio. La proporción de los encuestados que dicen haber experimentado un incremento bajó hasta el 35,8%, más de diez puntos menos que en el trimestre previo. No obstante, las sociedades vaticinan unas presiones de costes ligeramente superiores de cara al cierre del año.
Los precios de venta también se moderaron, a juicio de los empresarios. Solo un 17,7% de los consultados reporta haber subido los importes, siete puntos menos que en la última encuesta. A largo plazo, el porcentaje de empresas que esperan encarecer sus productos en los próximos 12 meses se reduce hasta el 46,5%, dos puntos menos que hace tres meses, con cifras similares tanto en la industria como en los servicios.
Factores que amenazan la actividad
La incertidumbre sobre la política económica sigue siendo el principal factor condicionante de la actividad empresarial. El porcentaje de compañías afectadas negativamente se sitúa en el 47%. Lidera las incidencias, pese a reportar bajadas por tercer trimestre consecutivo. Por su parte, crece la preocupación sobre la escasez de mano de obra. Es una percepción compartida por el 42,8% de las sociedades, casi dos puntos más que hace tres meses. El aumento de los costes energéticos continúa afectando negativamente al 42% de los encuestados, y rebasa en dos puntos a la última revisión.
Además, se ha registrado un leve repunte de la incidencia de la escasez de demanda como factor que lastra la actividad, mientras la influencia de los factores financieros tiende a la baja.
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