La economía española crece un 0,7% en el primer trimestre de 2024 gracias al tirón del consumo y las exportaciones
La inversión aumenta con fuerza en bienes de equipo, según los datos del Instituto Nacional de Estadística
La primavera llega de lleno para la economía española, que ha vuelto a demostrar una resistencia notable frente a la atonía de la europea. El Producto Interior Bruto (PIB) creció un 0,7% en los primeros tres meses de 2024, encadenando así dos trimestres consecutivos con la misma tasa, según el avance publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En un contexto exterior complicado y con una creciente polarización política a nivel doméstico, las finanzas nacionales parecen ser indemnes a los factores de incertidumbre como pueden ser la inestabilidad parlamentaria, la desaceleración de la zona euro o los conflictos geopolíticos en Oriente Próximo. El efecto arrastre de este dato económico sobre la tasa anual da alas a los analistas para pensar en un buen verano y anticipar que el año cerrará con un crecimiento superior al 2%. De hecho, en tasa interanual el PIB aceleró hasta el 2,4% frente al 2,1% del trimestre precedente y se corona así como el más elevado en el último año.
Todas las ramas de actividad presentan un crecimiento positivo en los primeros meses del año, aunque destaca la industria manufacturera, con un incremento del 2,2%. Además, y contra todo pronóstico, la inversión, que venía experimentado una notable debilidad, ha recuperado fuerza en este arranque de año —ha aumentado un 2,6% respecto al trimestre previo, con una aportación al crecimiento de 0,5 puntos—. La mejora ha sido sobresaliente en bienes de equipo, con un avance del 3,7%, si bien la inversión en vivienda cayó un 0,25% respecto al último periodo del año pasado. Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, explica que buena parte de este empuje también se explica por la contribución positiva del sector servicios, principalmente las exportaciones —que se anotan una tasa positiva del 2,4% respecto al trimestre previo— y, en particular, el buen comportamiento del gasto turístico por parte de los extranjeros. En concreto, los últimos datos del INE reflejan que el gasto de no residentes en el territorio se disparó un 19% en este periodo, con una aportación al PIB de 0,9 puntos porcentuales.
Los visitantes internacionales consumieron un 25% más en enero y febrero de este año que en el mismo periodo de 2023, de acuerdo a otro informe publicado por el INE hace unas semanas. A ello habría que sumar marzo, que seguiría según los expertos por la misma línea, gracias a que la Semana Santa se celebró en los últimos días del mes. De hecho, se espera que este sea un ejercicio récord en el que la industria turística no solo dará carpetazo definitivo a las pérdidas ocasionadas por la pandemia, sino que también seguirá estrechando la brecha con Francia, que a día de hoy es el destino predilecto para los turistas foráneos —el año pasado la distancia entre ambos se redujo a unos 15 millones—. Para Manuel Hidalgo, profesor de Economía de la Universidad Pablo de Olavide, el potente desarrollo turístico que el país muestra es precisamente lo que alienta la subida de precios en este terreno. En febrero, por ejemplo, los hoteles, hostales y servicios de alojamiento similares se encarecieron un 9% respecto a 2023; mientras que los campings y albergues juveniles lo hicieron casi un 6% y los paquetes turísticos nacionales un 18,7%, según el INE.
Al gasto extranjero se suma el consumo de los hogares, que ha seguido avanzando en línea con el mercado laboral y el nivel de renta hasta repuntar un 0,3% respecto al trimestre previo. Aunque entre enero y marzo, los datos de la Encuesta de Población Activa no han sido positivos —la tasa de paro fue del 12,29%, lo que representa un aumento de medio punto porcentual y la peor evolución desde la pandemia—, el país emplea a más personas que nunca en un arranque de año: 21,25 millones, 616.000 más que en el primer trimestre de hace un año. María Jesús Fernández, analista sénior de Funcas, precisa que se trata de una cifra alentadora que se suma a la recuperación parcial de la capacidad adquisitiva, perdida durante la crisis inflacionaria, y a la elevada tasa de ahorro. Todo ello da un margen de crecimiento al consumo familiar, que pese a los elevados tipos de interés se resiste a caer, a diferencia de lo que ocurre con el gasto de las Administraciones Públicas y las instituciones sin fines de lucro.
Hay otro factor que juega a favor del consumo privado: el aumento de población extranjera, pues supone más demanda añadida. En los últimos dos años la llegada de inmigrantes ha recuperado el elevado dinamismo que perdió durante la crisis sanitaria, hasta situarse en torno a los 1,1 millones en 2022, es decir, por encima de las cifras registradas previo a la crisis financiera. De esta manera, España se ha convertido en uno de los países europeos con mayor incidencia de inmigración extranjera, incluso por encima de Alemania, según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Su participación en el mercado de trabajo ha contribuido a reducir los desajustes entre la oferta y la demanda y de paso, han impulsado el crecimiento. En materia laboral también se observa una mejora en la productividad, al registrar un aumento por hora efectivamente trabajada del 1,1% —se rompe así la racha en negativo que llevaba desde mitad del año pasado—.
El dato menos alentador ha sido el gasto público, que se redujo un 1% respecto al trimestre anterior y restó al PIB 0,2 puntos. Esta evolución queda muy por debajo de las previsiones hechas por BBVA Research, según detalla Rafael Doménech, responsable de análisis económico de la entidad. En los próximos meses los analistas esperan que el crecimiento sea sostenido gracias a la progresiva recuperación que se observa en la eurozona —especialmente por el lado de los servicios, pues el sector industrial continúa en contracción—; la caída de la inflación, el recorte de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y el apoyo que supondrán los fondos ligados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El punto que más incertidumbre genera es la inversión, que pese a la recuperación trimestral, sigue estando por detrás de las tasas registradas en los países vecinos. Doménech recuerda además que el beneficio bruto de las empresas ha caído un 2,8% en este trimestre, lo que puede lastrar la inversión en lo que resta de año.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.