Abril cierra como el mes más barato de la historia en el sistema eléctrico español
El mercado mayorista, del que beben los hogares y pymes con tarifa regulada, promedió menos de 14 euros por MWh. Es 20 veces menos que en la crisis del gas
Viento, sol y agua, mucha agua. La trilogía renovable, en especial tras la reciente racha de intensas precipitaciones en las principales demarcaciones hidroeléctricas españolas, ha llevado el precio de la luz en abril a su menor nivel desde que hay registros: 13,67 euros por megavatio hora (MWh), según los últimos datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE). La cifra supera, de largo, el último récord: 17,12 euros, en febrero de 2014. Ni siquiera en abril de 2020, durante la fase más estricta del confinamiento, la electricidad fue más barata que en el mes que ahora toca a su fin. En el lado opuesto, el máximo histórico data de marzo de 2022 —en plena crisis del gas—; promedió 283 euros, 20 veces más que ahora.
El mercado mayorista de la electricidad, en el que se ha batido este mínimo, afecta de manera directa a dos tipos de consumidores: los aproximadamente 8,5 millones de hogares y pymes que están adheridos al mercado regulado (también conocido con las siglas PVPC) y aquellos que tienen una tarifa indexada. El resto de usuarios, aquellos que optan por una tarifa del mercado libre (en muchos casos, fija, en la que da igual a qué hora o qué día se consuma), no lo notarán a corto plazo pero sí a medio y largo: cuando les toque renovar, muy probablemente lo harán a la baja.
Las renovables hacen que precio y emisiones de gases de efecto invernadero vayan de la mano: abril fue, además, el mes de toda la serie histórica en el que el sistema eléctrico español liberó a la atmósfera menos dióxido de carbono (CO₂), según la serie de Red Eléctrica de España (REE).
Renovables al margen, la demanda baja es el otro elemento que está facilitando esta racha de precios históricamente bajos. Aunque en las últimas semanas el mercado ha empezado a arrojar unas tímidas señales de reactivación, el consumo de electricidad en España cayó en 2023 a niveles de casi dos décadas atrás: es el menor desde 2005. Provocado por una mezcla de factores (menor demanda industrial, más eficiencia en empresas y hogares y auge del autoconsumo, que drena demanda en las horas solares), esa merma tiene una consecuencia clara sobre los precios: hace falta producir menos —reduciendo la necesidad de echar mano de las fuentes más caras— para cubrir las necesidades.
Menos desembalses obligados
En los dos últimos días, sin embargo, se atisba, con todo, un incipiente pero notable giro: tanto el lunes como el martes se han superado los 50 euros, algo que no ocurría desde finales de marzo. ¿La razón? El agua. “Fue la puntilla para que viésemos los precios que hemos visto en abril, pero en los últimos días ya se está notando un cambio: no está habiendo tantos desembalses obligados por parte de las confederaciones hidrográficas, que eran los que estaban hundiendo los precios. Y, si se producen, se hacen con menos urgencia”, apunta el analista independiente Francisco Valverde. Sin esas aperturas de compuertas, son las centrales de ciclo combinado (gas) las que vuelven a marcar precio tanto a primera hora de la mañana (la del desayuno) como a última de la noche (la de la cena).
Los mercados de futuros —la única guía posible de precios para los próximos meses y años— apuntan a una próxima subida hasta el entorno de los 29 euros por MWh en mayo, los 43 en junio y los 64 en julio y agosto. A partir de los 45 euros, el IVA de la electricidad volvería al tipo reducido (10%) en lugar del 21% actual.
Pese a este previsible repunte en el tramo final de la primavera y principios del verano, los precios cero (e incluso negativos) en las horas centrales del día, las que más genera la solar, tienen visos de continuar. Al menos, durante varias semanas más. “La duda es lo que pasará en julio y agosto: el año pasado las horas centrales del día no estaban a cero, pero desde entonces se ha incorporado mucha potencia fotovoltaica y mucho autoconsumo... Intuyo, con todo, que habrá que esperar un año más”, añade Valverde.
Algo más barata en Portugal
El récord fue incluso más acusado en Portugal, con el que España comparte mercado eléctrico. En el país vecino, la electricidad promedió en abril 13,23 euros por megavatio hora, un 3,2% menos. “Es la mejor prueba de que ha sido el agua la que ha mandado en abril”, apunta Valverde. “Ellos tienen aún más reservas hidroeléctricas y han tenido que soltar mucha por obligación, lo que ha hecho bajar aún más su precio”. A ese elemento, decisivo, se suma el límite físico de la interconexión, que impide que los precios de derribo se transmitan íntegramente entre países. Exactamente lo mismo que entre la península Ibérica y el resto del continente.
El segundo país de la UE en el que más bajó la luz entre junio y diciembre de 2023
El aterrizaje en el precio de la luz tras la brutal subida de la crisis energética tomó impulso en la segunda mitad del año pasado, hasta donde alcanzan los datos de la oficina estadística comunitaria (Eurostat). España fue, en ese periodo, el país de los Veintisiete en el que más cayó el precio medio que pagan los hogares: algo más del 30%, superado únicamente por Dinamarca, un país en el que la eólica (terrestre y marina) marca la diferencia. A pesar del decaimiento de un buen número de medidas anticrisis, la caída media en los Veintisiete fue ligeramente inferior al 5%.
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