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OPINIÓN
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Capitalismos, desigualdad y burocracia

Si los agricultores se empobrecen y las comercializadoras multiplican sus ganancias, quizá el problema sea la distribución y no la burocracia europea

Agricultores y ganaderos de Cantabria durante una concentración en Santander.
Agricultores y ganaderos de Cantabria durante una concentración en Santander.ROMÁN G. AGUILERA (EFE)
Andreu Missé

Una de las reclamaciones más repetidas en las protestas de los agricultores se refiere al exceso de papeleo y burocracia que han establecido las autoridades europeas. Probablemente en muchos casos la censura es acertada. Sin embargo, la gestión de las subvenciones públicas es lógico que esté sometida a estrictos controles. Otra cuestión es si las tareas de verificación deben caer sobre las espaldas de los agricultores o pueden ser realizadas por las administraciones, lo que redundará en más burocracia.

Un estudio del profesor Jan Priewe, de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín (HTW), ilustra cómo los sistemas más justos e igualitarios se comportan también de forma más burocrática. Se trata de una valiosa comparación entre dos modelos de capitalismo que evidencia el limitado papel del Producto Interior Bruto per cápita en las condiciones de vida de la mayoría de la población, mientras que subraya el impacto de las instituciones y el tipo de estado de bienestar. El estudio, que analiza 15 áreas diferentes, con datos de 2022, concluye que Alemania obtiene un claro mejor resultado con 23 puntos, frente a Estados Unidos, que solo obtiene seis. El artículo ha sido publicado por el Instituto de Política Macroeconómica (IMK) bajo el título “Comparando las condiciones de vida y trabajo, Alemania supera a los Estados Unidos” (Comparing living and working conditions – Germany outperforms the United States).

En cinco campos (equilibrio entre trabajo y vida, medio ambiente, salud, seguridad y temas de género), Alemania, que puede tomarse como referente del modelo social europeo medio entre el más generoso escandinavo y el más limitado del sur, muestra una clara superioridad. Una de las diferencias clave entre ambos países es el menor tiempo de trabajo anual de los trabajadores: 1.341 horas en Alemania, frente a 1.811 en Estados Unidos.

El mayor potencial económico de Estados Unidos con un PIB per cápita superior en un 58%, (un 23% mayor en paridad de poder de compra) al de Alemania tiene escasa influencia en la mejora de las condiciones de vida de los americanos. El estudio centra sus reflexiones sobre la fuerte desigualdad de la sociedad estadounidense medida en renta y riqueza entre los más ricos y los más pobres. “La riqueza excesiva”, apunta, “tiende a desintegrar la sociedad” y “a fomentar el crecimiento a favor de los ricos”.

A pesar de la evidente mayor eficiencia del modelo de bienestar alemán, su amplia red de seguridad social tiene también muchas deficiencias relacionadas con su complejidad legal y su burocracia. El autor advierte, no obstante, que si Alemania se desarrollara aún más en dirección del capitalismo liberal, “tendría mucho que perder en su avance frente a Estados Unidos”. En su opinión, el porqué de una discrepancia tan fuerte entre las condiciones de vida y trabajo, por una parte, y el PIB per cápita, por otra, “se debe a la distribución del ingreso y la riqueza, ¡estúpido!”. Si los agricultores se están empobreciendo y las comercializadoras multiplican sus ganancias, quizá el problema mayor sea el de la distribución y no el de la burocracia europea.

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