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Las grandes empresas empiezan a compensar la pérdida de poder adquisitivo de sus empleados

Los nuevos convenios de sectores como la banca, las ‘telecos’, las aerolíneas y la distribución recogen aumentos impensables antes de la pandemia para recuperar poder adquisitivo

empleo obra
Un grupo de obreros trabajan en la construcción de un edificio de viviendas en Sevilla.PACO PUENTES

Las grandes empresas han comenzado a compensar a sus trabajadores con subidas salariales significativas tras el parón de la pandemia y la escalada inflacionista que empezó a mediados de 2021. Los nuevos convenios firmados en 2022 y, sobre todo, en 2023, recogen aumentos —algunos de hasta dos dígitos para los próximos ejercicios— impensables hace apenas dos años, cuando los trabajadores y sus representantes sindicales estaban más preocupados por mantener el puesto de trabajo que por la mejora salarial. La convocatoria de huelgas en sectores como el aéreo, la distribución o la banca también han servido de acicate para que las direcciones de las grandes corporaciones se avengan a negociar esos incrementos y tiren de la recuperación salarial.

Llamativo fue el convenio que el gran comercio firmó en marzo: los sindicatos pactaron con la patronal Anged, que agrupa a compañías como El Corte Inglés, Carrefour, Ikea y Leroy Merlin, una subida salarial —“histórica”, según los sindicatos— del 17% en cuatro años. El convenio de grandes almacenes es el mayor de España (afecta a 260.000 empleados). Por las mismas fechas, Inditex pactó en primavera una homogeneización de los sueldos de su plantilla en España que supuso de media un alza del 20%, según UGT. En estos momentos está abierta la negociación para los próximos ejercicios del convenio de la banca: las patronales ofrecen una subida del 7% a cuatro años o del 5% a tres; los sindicatos reclaman entre un 17% y un 23% en tres ejercicios. Y hace solo unos días se desconvocó una huelga prevista en Navidad en algunos supermercados de Madrid tras un acuerdo salarial que contempla subidas del 5% en 2023, del 4% en 2024 y del 3% en 2025.

Son ejemplos de cómo la espiral inflacionista está calando poco a poco en los salarios. La estadística general también avala esa concienciación de las empresas para no dejar atrás a sus trabajadores en la recuperación de la economía. El coste salarial (todas las remuneraciones, tanto en metálico como en especie) creció un 4,2% en el tercer trimestre de este año respecto a idéntico periodo del año pasado, hasta 2.117,8 euros de media al mes, según acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística. Se trata de la cifra más elevada para ese periodo de los últimos 23 años. El dato encadena así 11 trimestres al alza en un contexto de subida del 8% del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2023 y del 3,26% de los salarios pactados en convenio colectivo, un incremento que llega al 4,21% en los nuevos convenios firmados en el primer semestre.

Bancos

En el caso de los grandes bancos, la fotografía muestra una clara evolución al alza de los salarios. Eso sí, los sindicatos consideran el avance escaso si se compara con la mejora notable de resultados, especialmente desde 2022. Entre las tres grandes entidades del país (Santander, BBVA y CaixaBank), los sueldos se han incrementado entre un 15% y un 30% desde la pandemia. De este año aún no hay cifras, ya que los grupos solo la facilitan a cierre del ejercicio, aunque el convenio sectorial ya les marca un suelo del 4,5% para compensar la pérdida de poder adquisitivo por una inflación desbocada.

Cabe resaltar que las cifras recogidas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no desagregan los datos de remuneración media por territorio. Esto es importante especialmente con el Santander y el BBVA, que cuentan con la mayor parte de su negocio fuera de España, en países con unos salarios más bajos. Por tanto, la media de estas entidades se resiente y puede resultar en un sueldo menor que el de sus pares que operan solo en el mercado nacional.

Si se observan solo los datos del banco de origen cántabro, según su último informe anual sobre remuneraciones, de 2022, el salario medio fue de 56.000 euros. La misma cifra que un año antes, cuando sí había dado un salto significativo: se elevó casi el 20% respecto al año de la pandemia. Pese a ello, este avance puede parecer insuficiente si se compara con la mejora de beneficios y de la rentabilidad. Hasta final de septiembre, el Santander ganó un 11% más que en el mismo periodo del año pasado y, además, espera rebasar por primera vez en su historia los 10.000 millones de ganancias en un ejercicio.

Con el BBVA ocurre algo similar: cerró 2022 con una remuneración media de sus empleados de 38.000 euros tras crecer a doble dígito anual desde la pandemia: casi un 12% respecto a 2021, y otro 17% entre ese año y el anterior. Eso sí, las ganancias del grupo han acelerado a un ritmo de más del doble en ambos ejercicios. Un acelerón que se mantiene en lo que va de 2023: hasta final de septiembre ha ganado 5.960 millones, un 24,3% más.

En el caso de CaixaBank, el incremento salarial ha sido algo menor, aunque también notable. En 2022 contaba con una remuneración media de 68.000 euros, un 6,25% más que en 2021, cuando ya había crecido otro 8,5%. En este caso, la revalorización salarial también se queda por debajo del repunte de beneficios: en los nueve primeros meses de 2023 ha ganado 3.659 millones, casi un 50% más que en ese mismo periodo de 2022.

Mercadona
Un trabajador de Mercadona.Mercadona

Gran consumo

La distribución ha sido otro de los sectores que han mejorado los salarios al ritmo del IPC, o en algunos casos, por encima. Tras la pandemia, dos de las empresas más analizadas, Inditex y El Corte Inglés, han tenido una recuperación extraordinaria, con resultados récord en 2022. Mercadona, que sufrió mucho menos durante 2020 y tuvo ganancias récord, vio cómo sus márgenes se resentían sobre todo el año pasado por la subida de los costes.

En el caso de Mercadona (95.500 empleados en España, 99.000 contando Portugal), la cadena de supermercados tiene su propio convenio y hasta ahora ha referenciado las subidas salariales a la evolución del IPC. En 2021 se aplicó un alza del 6,5%, la misma que en 2022. En 2023 fue del 5,7%. Ahora, la empresa propiedad de Juan Roig acaba de pactar un nuevo convenio colectivo para los próximos años que fija un incremento salarial vinculado al IPC, de hasta el 2,5%, y un variable según los beneficios de la empresa, que puede aumentar ese porcentaje hasta el 5%. El salario mínimo de entrada en Mercadona es de 1.507 euros. La subida acumulada en los últimos tres años (2021, 2022 y 2023) ha sido del 18,7%.

El aumento ha sido similar en Inditex (46.000 empleados en España), aunque se ha hecho principalmente todo este año. El grupo propietario de Zara ha revisado a fondo su política salarial en 2023. En los últimos años, la plantilla se acogía a los convenios de cada provincia, pero ahora ha homogeneizado los suelos en un acuerdo marco para todo el territorio español. El sueldo mínimo se ha fijado en 18.000 euros al año, y el máximo a partir de 24.500 euros. En todos los casos hay que incorporar la retribución variable correspondiente, también mejorada, y que supone una parte muy relevante del salario. Las cuantías, que se aplicaron desde el 1 de enero, se revisarán conforme al IPC en los tres años en vigor del acuerdo (2023-2025). Según calcula UGT, se trata de una subida media de los salarios del 20%, y para 2024 el alza será según el IPC, en torno a otro 3%.

En cuanto a El Corte Inglés (80.872 empleados en España), los salarios de la plantilla se rigen según el convenio de grandes almacenes. Las subidas han sido del 1% en 2021 y 2022, y aceleraron un 4,5% en 2023. El salario base fijo más bajo es ahora de 15.705 euros brutos y el más alto contemplado en el convenio se sitúa a partir de 19.219 euros, además de complementos. La subida acumulada en los últimos tres años (2021, 2022 y 2023) ha sido del 6,5%, a menor ritmo de lo que ha evolucionado el IPC. Pero los empleados recuperarán parte del poder adquisitivo perdido en los próximos años: se han pactado subidas mínimas del 5,5% en 2024, el 3% en 2025 y el 2% en 2026.

Telecomunicaciones

Desde la salida de la pandemia, las grandes operadoras de telecomunicaciones (Telefónica, Orange, Vodafone, MásMóvil y Digi) vienen aplicando generosas subidas de sueldos a sus trabajadores para compensar la pérdida de poder adquisitivo por la inflación, que van desde el 3% hasta casi el 8%. Telefónica ha sido la más espléndida. Los más de 16.000 trabajadores de Telefónica España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones englobados dentro del Convenio de Empresas Vinculadas (CEV) recibieron un aumento del 7,8% en 2023 y una paga extra de 300 euros. La compañía ha cerrado ahora el nuevo convenio para los próximos tres años, con el logro sindical de las 36 horas semanales, aunque bajo el nubarrón del expediente de regulación de empleo para 3.421 empleados, aunque en condiciones muy halagüeñas.

Orange España, con 6.000 trabajadores en plantilla, ha pactado con los sindicatos CC OO, UGT y USO la prórroga por dos años del convenio colectivo que incluye la aplicación de una subida salarial equivalente al IPC real de 2022 para aquellos trabajadores que cobren un salario fijo igual o menor de 37.573 euros, y al menos un 2% para los que tengan un sueldo superior. MásMóvil, en proceso de fusión con Orange, y con 1.900 empleados, aprobó un incremento del salario fijo de sus trabajadores para los años 2023 y 2024 dependiendo del tramo salarial de cada empleado, oscilando entre un 3,5% y un 7,1% acumulado en dicho periodo.

Vodafone ha elevado un 3% la masa salarial de la plantilla en su actual ejercicio fiscal (31 de marzo de 2023 a 1 de abril de 2024). El futuro de los alrededor de 4.000 trabajadores dependerá ahora de los planes que tenga Zegona, el fondo que ha adquirido la empresa por 5.000 millones y que ya ha avisado de que habrá recortes de plantilla y de costes.

Personal de tierra de Iberia en el aeropuerto de Madrid-Barajas.
Personal de tierra de Iberia en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Víctor Sainz

Aerolíneas

El sector de la aviación es el paradigma del efecto de la pandemia y la recuperación explosiva posterior. Con el parón del confinamiento, la mayor parte de las plantillas sufrieron un expediente de regulación temporal (ERTE). El sector despertó tímidamente en 2021, y disparó su actividad en 2022 y, más aún, este año, con muchas compañías, como Iberia y Ryanair, casi al máximo de su capacidad y con beneficios récord.

Los sindicatos presionaron entonces con varias huelgas. Iberia logró la paz social: con sus 1.400 pilotos, firmó un convenio colectivo hasta 2025 que recoge una subida salarial del 12% en cuatro años. El aumento fue del 6,05% en 2022 y del 2% en 2023, con un pago no consolidado adicional del 1% y otro del 1,25%, respectivamente en 2023. Con los tripulantes de cabina, más de 3.500, se pactó un incremento salarial consolidado del 6,05% en 2022 y del 4% en 2023. Además, la compañía ha pagado un 1% no consolidable en 2022 y otro 1,25% en 2023. Asimismo, el convenio colectivo firmado con la sección de tierra (11.000 empleados) incluye un alza salarial del 6,05% en 2022 y del 2% en 2023, a las que se añadirá un 1,75% en 2024 y en 2025.

Vueling cerró el conflicto con sus tripulantes de cabina con un incremento salarial consolidado del 4,5%, un pago no consolidado anual del 0,8% del total del salario en 2022, y un alza del 3% y un pago no consolidado de hasta el 1,5% en 2023. Hasta 2025 se fija un esquema de aumentos consolidados y no consolidados ligados a los resultados de la empresa y al incremento del IPC. Air Europa también pactó con sus pilotos (en torno a 610) una subida salarial del 10% en tres años hasta 2025. Con el personal de tierra, que trabaja en la filial Groundforce (5.000 trabajadores), firmó un convenio con una subida salarial de un 11,5% para los próximos tres años hasta 2025.

Pero, sin duda, la mayor novedad fue el acuerdo alcanzado por Ryanair y el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) al firmar en marzo el primer convenio colectivo de su historia. Afecta a 900 pilotos y estará en vigor hasta el mes de marzo de 2027, contemplando una subida salarial anual de entre el 2,8% y el 3% a partir del próximo año. Con los tripulantes de cabina, también firmó un acuerdo de aumento salarial, pero solo se aplica a los afiliados de CC OO.

Energía

A falta de los datos completos de 2023, la empresa del sector energético que más ha subido los salarios de sus empleados ha sido Repsol. El año pasado, en el que logró el mayor beneficio de su historia, la petrolera aumentó un 9,4% la remuneración media de sus empleados en todo el mundo. Una cifra en la que no se incluye el alza en la remuneración variable, ligada a resultados. Sin datos precisos de este ejercicio, lo único claro es que su plantilla (más de 17.000 personas en España, sobre un total de casi 24.000 en todo el mundo) mantendrá su poder adquisitivo: el último acuerdo marco recoge un aumento mínimo de la remuneración en línea con el IPC.

La mayor eléctrica europea por valor de mercado, Iberdrola, únicamente informa sobre el salario medio de su plantilla a escala global. Según los últimos datos remitidos a la CNMV, la retribución media de sus empleados creció casi un 7,8% el año pasado, hasta los 83.000 euros, una de las medias más altas del Ibex. En 2021 y en 2020 —antes del estallido inflacionario—, esta cifra cayó: un 1,3% y un 4,9%, respectivamente. Y en 2023 todo apunta a que las cosas no han sido tan fáciles: en septiembre, la dirección de Iberdrola España ya trasladó a los sindicatos la imposibilidad de emparentar los salarios con la inflación.

Naturgy solo informa de que el convenio colectivo en vigor incluye subidas de entre un 1,25% y un 3% para sus cuatro años de vigencia —de 2020 hasta 2024—, “con posibilidad de mayores incrementos en el salario base de los dos primeros años si los resultados de la compañía cumplen sus mejores expectativas, y quedando una parte variable de la retribución de los empleados vinculada a los resultados”, indica un portavoz. Dejando al margen esta última variable —la del desempeño financiero, que está siendo más que notable en todo el sector y, muy particularmente, en la antigua Gas Natural Fenosa— y con la inflación en las cotas actuales, una parte sustancial de sus trabajadores perderá poder adquisitivo en este periodo.

En Endesa, el salario medio cerró el tercer trimestre en 68.300 euros, una cifra que crece hasta los 73.000 si se suma el variable y los beneficios sociales. Tras bajar ligeramente (-1,6%) en 2021, el sueldo fijo promedio de las más de 9.000 personas que tiene en nómina creció un 3,7% el año pasado —bastante menos que el IPC— y un 3,6% en los nueve primeros meses de 2023.

Construcción

El sector de la construcción fue el primero en acordar una subida de dos dígitos, en 2022. Entonces, sindicatos y patronal pactaron un alza del 10% hasta 2024, repartida en un 4% para 2022 y un 3% los dos años sucesivos. La mayoría de las grandes empresas, como ACS, Ferrovial, Sacyr, OHLA o FCC, se acogen al acuerdo sectorial para el grueso de la plantilla de cuello azul (los llamados blue collar, que realizan tareas de base) e incluyen ciertas mejoras (ACS, a través de Dragados, ha pactado remuneraciones que suman un alza del 13,5% desde 2021 y hasta el año próximo). Pero la inflación pisa los talones. Solo en lo que llevamos de aplicación del convenio, ha crecido un 9,4%. La remuneración bruta anual recogida en el acuerdo se establece para 2023 entre los 18.457 euros de la categoría más baja a los 21.420 euros para la mayor. Tomando, por ejemplo, los datos que aporta Ferrovial en sus memorias (referidos a 2022), su plantilla suma 2.408 personas en el área básica de construcción con una retribución media de 28.933 euros en España. ACS no ofrece datos segregados por países y FCC trabaja en sectores muy diversos con una plantilla que solo en España está sujeta a 900 convenios diferentes. En la Confederación Nacional de Construcción recuerdan que, más allá de la compensación salarial, su convenio fue el primero en recoger un plan de pensiones sectorial a nivel estatal.

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