Bankinter gana 185 millones hasta marzo, un 20% más, su récord en un primer trimestre
El margen de intereses de la entidad se dispara un 60% gracias al impulso de la subida de tipos de interés y diluye el pago del impuesto extraordinario: “Si no hubiéramos tenido que pagar el impuesto el beneficio habría sido el doble que en diciembre”
Bankinter comienza con la ronda de resultados bancarios del primer trimestre de 2023. Y los números siguen en la misma tónica con la que cerraron el pasado ejercicio: de récord a pesar del entorno económico complejo. La entidad que dirige María Dolores Dancausa ganó 184,7 millones hasta marzo, un 19,7% más que en el mismo periodo del año anterior, según ha comunicado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esto es, el mejor inicio de año histórico para el grupo. El alza es tan importante que consigue diluir incluso el pago del gravamen temporal al sector, que para Bankinter ha sido de 77 millones (lo contabiliza en el primer trimestre). “Si no hubiéramos tenido que pagar el impuesto extraordinario, el beneficio habría sido más del doble que en diciembre y un 60% superior en vez de un 20%, en comparación con el mismo trimestre de 2022”, ha apuntado la consejera delegada de la entidad.
Las alzas agresivas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) desde el pasado julio se dejan sentir en los tres primeros meses del año. Ya lo había hecho en la parte final del ejercicio anterior, aunque ahora acelera todavía más. “Los márgenes crecen a tasas muy elevadas, aupados por el incremento de los tipos, mayores volúmenes de negocio y una actividad comercial más orientada hacia productos de inversión”, destaca la entidad en su nota. El margen de intereses se dispara un 63,2% hasta los 522,2 millones. En las comisiones netas también hay crecimiento, pero moderado: cerró marzo con 153 millones, un 4% más.
Estos dos guarismos son, precisamente, los que el Gobierno grava a la banca por el impuesto extraordinario al sector. Bankinter realizó en febrero la primera parte del pago correspondiente a la tasa por el ejercicio pasado (la segunda mitad se hace efectiva en septiembre), liquidación que ha recurrido judicialmente. Sobre esto, la consejera delegada ha destacado que el banco “va a ser capaz de digerir la tasa con creces”, pero se ha reafirmado en que es “discriminatorio e injusto”. Una batalla que se produce en un año marcado por las elecciones, lo que ha provocado diversos encontronazos entre Ejecutivo y grandes empresas en los últimos meses.
El Gobierno justificó el gravamen por los beneficios extraordinarios del sector tras la subida abrupta del precio del dinero para combatir la inflación. Una teoría que La Moncloa cree justificada con las ganancias presentadas por la banca en 2022, una idea en la que redundará ahora si los gigantes financieros españoles presentan altos beneficios en los tres primeros meses del año.
Pese a los números cosechados, el sector bancario no comparte la motivación del Ejecutivo y se opuso a la tasa desde el inicio. Fuentes financieras explican además que la mejora de sus guarismos se producirá de forma paulatina. Esto es, todavía no se han recogido todos los frutos del nivel de tipos de interés actual, ya que la actualización de los préstamos hipotecarios que están vinculados al euríbor se hace normalmente una vez al año y aún queda una parte de la cartera que no se ha revisado. Sin embargo, las ganancias ya muestran un vigor relevante. Por ello, Economía piensa que es uno de los ganadores de esta crisis y le toca arrimar el hombro.
Sobre el ahorro, Dancausa ha dicho que no están remunerando “enormemente” los depósitos y ha destacado que ofrecen “otros servicios con mayores y menores riesgos”. En la misma línea se ha pronunciado el director financiero, Jacobo Díaz: “No vemos urgencia en entrar en la guerra por los depósitos [...] porque la banca española tiene una buena posición de liquidez”. Sobre la competencia, la consejera delegada ha señalado la popularidad que ha ganado la inversión en letras del Tesoro. Estas ofrecen mejores retribuciones que la banca y han provocado en los últimos meses un aluvión de solicitudes ante el Banco de España. Si se compara con sus pares europeos, según los datos del BCE, las entidades españolas están a la cola en la rentabilidad ofrecida en febrero de media (0,71%) para los depósitos a un año, muy por debajo del 1,85% de la zona euro. Las entidades más tacañas están siendo las de Eslovenia (0,36%) y las más generosas las de Italia (2,95%).
Mejora de la ratio de eficiencia
Por el lado de los gastos, los costes operativos de Bankinter se han incrementado en un 6%, hasta los 220 millones. Así, crecen de forma considerable, pero por debajo del margen, lo que le permite mejorar sus números. El margen bruto ascendió a 615,9 millones, un 23,3% más que hace un año. Esto lo consigue “a pesar del impacto que producen en la cuenta los mayores costes regulatorios, que suman lo equivalente a un 14% de ese margen bruto, con especial peso del nuevo impuesto a la banca”, incide el grupo que dirige Dancausa, consejera delegada de la entidad. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) se situó en el 13,7%, el retorno sobre capital tangible (ROTE) también se elevó hasta el 14,5% y la ratio de eficiencia dio otro salto cualitativo: se redujo hasta el 35,7% (en esta métrica, mejor cuanto más bajo).
La morosidad se mantiene muy baja, en el 2,18%, y los temidos impagos siguen sin aflorar. Como medida preventiva, Gobierno y banca pactaron a finales de 2022 la ampliación del Código de Buenas Prácticas para auxiliar a los hipotecados en apuros. Una red de seguridad a la que se podrían acoger hasta un millón de familias endeudadas, vulnerables o en riesgo de serlo. Una cifra que parece demasiado elevada: el Banco de España calcula que este escudo social podrá proteger a hasta unos 550.000 hogares en el caso de que los tipos lleguen al 4% (desde el 3,5% actual), de los que se beneficiarán efectivamente unos 200.000 hogares, según recoge en su último Informe de Estabilidad Financiera.
En términos de capital, la solvencia de Bankinter se encuentra muy por encima de lo que le exige el BCE (7,726%). En concreto, cerró el primer trimestre con una ratio de capital CET1 fully loaded, el de máxima calidad, del 12,21%. Y en referencia a la liquidez, una métrica que se ha seguido muy de cerca tras las turbulencias financieras del Silicon Valley Bank y Credit Suisse, la entidad mantiene una buena posición en la LCR (la métrica usada para medir la salud de la liquidez). “El volumen de depósitos sigue estando por encima del volumen de créditos, con una ratio del 102,6%, y con una LCR (liquidity coverage ratio) media de los últimos 12 meses que se sitúa en un cómodo 198% [casi el doble de lo exigido]”, explica el grupo.
“La actividad de negocio del banco se ha adaptado a los cambios de tendencia del entorno, poniendo de manifiesto que el banco es capaz de orientar su estrategia en función del momento y las necesidades de los clientes. Todo ello en un contexto de alta competitividad en el sector, elevada volatilidad y cierta incertidumbre económica”, resalta Bankinter en un comunicado.
Entre las marcas de la entidad está EVO, el banco digital del grupo, que sigue mejorando sus números. El volumen de inversión crediticia alcanza los 2.967 millones de euros al cierre del primer trimestre, un 48% por encima de las cifras del mismo periodo de 2022. “Solo en este primer trimestre de 2023, la nueva producción hipotecaria de EVO Banco fue de 299 millones de euros, un 64% más que en el primer trimestre del año anterior”, destaca la firma.
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