La Semana Santa saldrá más barata a los conductores de diésel y más cara a los de gasolina

La Operación Salida de Semana Santa arranca este viernes y los precios de los combustibles dejan sensaciones agridulces para los conductores. De media, según los datos de esta semana que recoge el Boletín Petrolero de la Unión Europea, la gasolina se paga en las estaciones de servicio españolas a 1,628 euros por litro. El importe es un 10% más bajo que el que se pagaba en la Semana Santa de 2022 (que arrancó el 8 de abril), pero hay que tener en cuenta que por entonces el Gobierno aplicaba una bonificación de 20 céntimos por litro de carburante. Esto hace que, a la hora de ir al surtidor, los consumidores vayan a pagar realmente un 0,9% más y la de 2023 sea la Semana Santa más cara de la historia para estos conductores.

En el diésel, sin embargo, el repostaje será más barato. El importe medio es de 1,546 euros por litro, lo que supone que en origen es un 16% más económico que en el arranque de la Semana Santa de 2022. E incluso teniendo en cuenta la ayuda gubernamental que se aplicaba entonces, este año los conductores tendrán que abonar un 6,1% menos. Esto es así porque el gasóleo se ha abaratado más que la gasolina en los últimos tiempos.

Roberto Gómez Calvet, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea, cree que la diferencia de comportamiento entre ambos tipos de combustible se debe a que no se ha producido “el cataclismo esperado” cuando Europa anunció la prohibición de importar gasóleo de Rusia. Ese veto se estrenó el pasado febrero, recuerda Gómez Calvet, y “como se pensó que el precio se iba a disparar, se hizo mucho acopio”. La combinación de un “sobrealmacenamiento de diésel” por parte de las petroleras y un consumo que “no es acorde al esperado”, porque baja en toda Europa, explican para el experto la contención de precios. De hecho, desde que empezó el año el gasóleo se ha abaratado un 5,9%. La gasolina, que ha sufrido más altibajos, es un 4% más costosa.

Trasladar los precios actuales a un depósito mediano (55 litros) supone pagar 89,5 euros por llenarlo de gasolina y 85 euros por hacer lo mismo con gasoil. En el primer caso, son 80 céntimos más que en la anterior Operación Salida de Semana Santa. En el segundo, el ahorro es de 5 euros y medio.

No obstante, se trata en ambos casos de precios históricamente altos, por encima de los máximos anteriores a la guerra de Ucrania. Pero la invasión rusa del país vecino sacudió el mercado europeo de carburantes hace ya más de un año, y los importes llegaron a situarse por encima de los 2 euros por litro, tanto para gasolina como para diésel. Gómez Calvet cree que los consumidores ya han interiorizado los nuevos importes: “Ha habido un proceso de resignación y ahora, por debajo de 1,6 euros por litros, se percibe que [el combustible] está barato, aunque sean importes altos comparados con el histórico de precios”, sostiene. El experto cree que la evolución futura “va a depender mucho de hacia dónde avance la geopolítica”. Es decir, del conflicto en el este de Europa y de que no aparezcan nuevas tensiones.

Mientras la escalada inflacionista comienza a desacelerar, los combustibles han recobrado en los últimos meses signos de normalidad. Por una parte, el diésel suma ya siete semanas siendo más barato que la gasolina, una regla histórica que no se cumplió durante la mayor parte de 2022. Por otro, los importes han vuelto a situarse por debajo de la media europea. El litro de gasolina se paga actualmente a 1,719 euros por litro en la UE y a 1,769 euros en la eurozona. El gasóleo marca un promedio de 1,660 euros entre los Veintisiete y de 1,692 en los socios de la moneda única. La gasolina más cara del continente se paga en Dinamarca (2,005 euros el litro) y la más barata se encuentra en Bulgaria (1,292 euros). El diésel más costoso es el de Suecia, con una media de 1,970 euros por litro, y el más económico el de Malta (1,210 euros).

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal