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Caída de Silicon Valley Bank: lo peor ya pasó, pero las ‘startups’ latinoamericanas afrontan una carrera de obstáculos

Para empresas de tecnología en la región que quieran crecer en grande será más difícil recibir servicios bancarios y recabar capital a partir de la desaparición del banco especializado

Repartidores de la empresa colombiana Rappi en Bogotá
Repartidores de la empresa colombiana Rappi en Bogotá, en agosto de 2020.LUISA GONZALEZ (Reuters)
Isabella Cota

“Me acaba de escribir una amiga emprendedora y me dice que por fin puede dormir, comer y descansar”, dice Daniel Bilbao. El colombiano es fundador de Truora, una de las cientos de startups latinoamericanas, muchos de las cuales tenían sus recursos depositados en Silicon Valley Bank (SVB). El décimo-sexto banco más grande de Estados Unidos, SVB, fue intervenido el viernes por las autoridades estadounidenses después de que su estrategia de inversión fracasara. Que el Gobierno de Joe Biden asegurara los depósitos de los clientes (unos 175.000 millones de dólares) fue un respiro de alivio para muchos directores de empresas en América Latina.

Las tres más grandes de la región, el banco C6 de Brasil, la colombiana Rappi y la mexicana Kavak, respondieron a EL PAÍS que no se vieron afectadas por la caída de SVB ya que no habían depositado ahí sus recursos ni eran accionistas. Beek, una empresa de audiolibros mexicana, respondió que solo tenían una parte de sus recursos en SVB y lograron sacarlos antes de que el banco cayera. Bilbao también alcanzó a sacar los fondos de su empresa de SVB y depositarlos en otro banco desde el jueves, pero estima que decenas de empresas latinoamericanas fueron afectadas.

Este es el tercer gran momento de pánico para la generación de empresarios del sector tecnológico como Bilbao, quien tiene 39 años. La pandemia de 2020 fue la primera: “Uno creía que nos íbamos a quebrar todos y eso resultó ser un boom porque la digitalización se avanzó cinco años”, recuerda. Después, vino la caída de los mercados del año pasado, durante la cual aquellas startups que no tenían un modelo de negocios viable quebraron y muchas otras vieron pérdidas en el precio de su acción. Además, se secó la inversión. De acuerdo con un reporte de la firma de análisis CB Insight, el financiamiento para empresas de tecnología en el sector financiero (conocidas como fintechs) con sede en América Latina y el Caribe cayó 71%, de su pico de 13.900 millones de dólares en 2021 a 4.000 millones en 2022. Esta fue la mayor caída en el financiamiento de fintechs para cualquier región del mundo en ese periodo.

La caída de SVB es el tercer gran golpe a este sector, ya que SVB era para muchas empresas el único banco que les abría cuentas durante su etapa inicial, asegura Bilbao. Pero si de crisis se trata, los latinoamericanos están curados de espantos y eso pudiera ser una ventaja competitiva. “La crisis de 1999 a 2000 en Colombia es la crisis más terrible que yo he visto en mi vida, donde los compañeros de colegio de uno se iban a otro país, la gente que tenía empresas las cerraba y se iba a otro lado del mundo, había muchos secuestros”, afirma Bilbao. “Con todo respeto, las crisis en Latinoamérica son más duras que las gringas, por mucho. Entonces, yo creo que por eso el emprendedor latinoamericano tiene más callo”.

Este es el mismo sentimiento de Alexander Torrenegra, director general de Torre, una empresa de tecnología cuyo financiamiento fue respaldado por grandes como Apple y SpaceX. Tanto sus ahorros personales como recursos de varias de sus empresas y hasta su hipoteca estaban con SVB. En su cuenta de Twitter, Torrenegra contó: “Tengo amigos cuyos padres lo perdieron todo en corridas bancarias en América Latina. Por eso, cuando me enteré de que horas atrás había comenzado una corrida bancaria, hice lo que consideré fundamental para salvaguardar el salario de mis empleados, el ahorro de mi familia y el futuro de mi empresa”. “Ahora, mis pensamientos están con los miles de empleados que trabajan arduamente en Silicon Valley Bank que pronto se quedarán sin trabajo, su capital se borrará debido a los errores de juicio de sus jefes”, continuó. “Ha sido una semana de extrema ansiedad e incertidumbre para mí y para muchos otros. Si tú también te viste afectado, manténte fuerte, persiste y abraza a tus seres queridos. Te recuperarás”.

Los ganadores de esta caída serán los grandes bancos de inversión. Tanto Beek como Truora, por ejemplo, abrieron cuentas en JPMorgan, el gigante de Wall Street, a donde trasladaron los recursos que tenían depositados en SVB. Esto implicará mayores restricciones para empresas pequeñas que sueñan con crecer a grandes escalas, ya que los bancos más grandes requieren de mayor solidez para hacer negocios con empresas.

En un reporte publicado el lunes, la firma calificadora de riesgo crediticio Moody’s advirtió de que está contemplando una rebaja en la calificación de seis otros bancos en EE UU, a partir de la caída de SVB. Esto exacerba las duras condiciones financieras para el sector de tecnología, el cual ya está bajo presión por el alza global en tasas de interés.

“Emprender es objetivamente más difícil ahora que hace dos años”, apunta Bilbao. “Tener un startup viable es objetivamente más difícil ahora que las tasas de interés están más altas, porque los inversionistas comparan entre comprar bonos del tesoro o invertir en un startup y el startup es menos atractivo. Sin embargo, los negocios que hacen un muy buen trabajo solucionando problemas para clientes no solo van a sobrevivir, sino que van a ser mucho más grandes. Este año y el que viene serán de supervivencia y de tratar de crecer mercado, porque al que le vaya bien le va a ir muy bien. Pero el terreno está más duro”.

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Sobre la firma

Isabella Cota
Es corresponsal económica para América Latina. Como periodista de investigación trabajó con Quinto Elemento Lab, NHK, BusinessWeek y OpenDemocracy, entre otros. También fue staff de Bloomberg News y Reuters en Centroamérica y Reino Unido. Es licenciada en Comunicación y Máster en Periodismo de Negocios y Finanzas por City University London.

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