China demanda a Estados Unidos ante la OMC por el bloqueo al sector de los semiconductores
Pekín asegura que con el movimiento busca “defender sus derechos e intereses legítimos” en una industria clave para el desarrollo de la alta tecnología
China contraataca en la guerra de los semiconductores. Pekín ha presentado una demanda ante la Organización Mundial del Comercio contra Estados Unidos, a la que acusa de abusar de las medidas de control de las exportaciones para restringir el comercio de chips, según confirmó el lunes el ministerio de Comercio del gigante asiático. La decisión, dirigida contra la amplia legislación aprobada por Washington a principios de octubre, pretende “resolver las preocupaciones de China por medios legales y es una forma necesaria de defender sus derechos e intereses legítimos”, aseguró en una comparecencia un responsable del citado ministerio.
La administración estadounidense, que ve como una creciente amenaza el rápido desarrollo tecnológico y militar de China, asestó hace un par de meses un duro golpe al disputado sector al establecer, entre otras regulaciones, que ninguna empresa pueda suministrar a compañías chinas determinados chips fabricados en cualquier rincón del planeta cuando tengan detrás tecnología de Estados Unidos. Washington también ha prohibido a las empresas de su país exportar herramientas empleadas en la fabricación de chips avanzados.
La medida supone una andanada contra la capacidad de Pekín en todo tipo de industrias punteras que van de la inteligencia artificial a los vehículos eléctricos. Estados Unidos busca además torpedear los recientes esfuerzos nacionales de China, que ha dado en los últimos tiempos un impulso a su industria y ha fijado entre sus objetivos prioritarios para los próximos cinco años “lograr una mayor autosuficiencia y fortaleza en ciencia y tecnología”, según subraya el informe presentado a finales de octubre por el presidente del país, Xi Jinping, en el 20º Congreso del Partido Comunista. Entre esos logros, destacan los de compañías chinas como la Semiconductor Manufacturing International Corp (SMIC) y la Yangtze Memory Technologies Corporation (YMTC).
La réplica de la segunda potencia del planeta llega después de una reciente victoria de Pekín también ante la OMC a cuenta de los aranceles contra el acero y el aluminio chino establecidos en 2018 por la administración del expresidente Donald Trump. El pasado viernes, el organismo con sede en Ginebra (Suiza), del que China forma parte desde 2001, dictaminó que estas medidas contravienen las reglas mundiales de comercio, en una decisión criticada por Washington.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, expresó este martes su rechazo a la regulación estadounidense –”que viola las reglas de la OMC”– durante un encuentro virtual con su homólogo coreano, Park Jin. “Todos los países deben levantarse y resistir conjuntamente este pensamiento antiglobalización anticuado y esta intimidación unilateral, y mantener y practicar conjuntamente el verdadero multilateralismo”, dijo Wang durante la cita, según un comunicado.
La batalla tecnológica es una de las patas centrales de la disputa entre ambas superpotencias. Durante el reciente encuentro en el G-20 de Bali (Indonesia) entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el chino, Xi Jinping, ambos mandatarios lograron encauzar parcialmente unas relaciones enfangadas a cuenta de múltiples causas y con Taiwán –principal productor mundial de semiconductores– siempre como telón de fondo.
“Iniciar una guerra comercial o una guerra tecnológica, construir muros y barreras y presionar para desacoplar y cortar las cadenas de suministro son contrarios a los principios de la economía de mercado y socavan las normas del comercio internacional”, le expresó Xi a Biden, según la versión oficial de Pekín del encuentro. “Tales intentos no sirven a los intereses de nadie”, abundó. “Nos oponemos a politizar y militarizar los lazos económicos y comerciales, así como los intercambios científicos y tecnológicos”.
Adam Hodge, portavoz de la oficina del Representante de Comercio de EE.UU, confirmó la recepción de una solicitud de consultas por parte de China sobre medidas “que afectan a los semiconductores”, según ha recogido Reuters. Pero descartó que la OMC sea el foro adecuado para dirimir unas “acciones específicas” que Washington considera “relacionadas con la seguridad nacional”.
Con su demanda ante la OMC, China pretende subrayar cómo Estados Unidos “ha generalizado el concepto de seguridad nacional, abusando de las medidas de control de las exportaciones, obstaculizando el comercio internacional normal de chips y otros productos”, según afirmó el lunes el ministerio de Comercio. Pekín, añadió un responsable del organismo, confía en que Washington abandone su “pensamiento de juego de suma cero”, “deje de perturbar el comercio de productos de alta tecnología como los chips” y “mantenga la estabilidad de la cadena de suministro mundial”.
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