Los grandes bancos de Estados Unidos ya sienten el frenazo económico en sus cuentas
El beneficio de las seis mayores entidades cae un 23% por las provisiones y el desplome de los ingresos en la banca de inversión
Los grandes bancos de Estados Unidos se preparan para el deterioro de la economía. Los resultados del tercer trimestre del año de las principales entidades financieras de Wall Street han caído por el parón en las comisiones de banca de inversión y las mayores provisiones, a pesar de que la subida de los tipos de interés también está por otra parte impulsando sus ingresos.
Las seis mayores entidades de Estados Unidos (JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Wells Fargo, Goldman Sachs y Morgan Stanley) ganaron 29.420 millones de dólares en el tercer trimestre de este año, un 23% menos que en el mismo periodo de 2021. La recuperación económica permitió en 2021 liberar provisiones que se habían dotado para cubrir posibles impagos derivados de la pandemia que luego no se materializaron en tanta cuantía. Frente a los 4.509 millones liberados en el periodo de julio a septiembre de 2021, el deterioro macroeconómico y las incertidumbres sobre la evolución de la economía les ha forzado a dotar 4.139 millones de nuevas provisiones.
Además, el negocio de banca de inversión ha castigado los resultados de las entidades de Wall Street. Esa misma incertidumbre económica y la caída de las Bolsas han frenado la actividad en los mercados de capitales y los ingresos de banca de inversión (asesoramiento, fusiones y adquisiciones y comisiones de aseguramiento y colocación de emisiones de renta fija y variable, principalmente) se han desplomado a la mitad.
Frente a ello, la banca de particulares, el negocio de consumo y la banca de pequeñas y medianas empresas se mantiene fuerte y la subida de los tipos de interés impulsa los ingresos.
Los resultados de JPMorgan reflejan todas esas tendencias. Han sido bien acogidos por los inversores por superar las expectativas. El mayor banco de Estados Unidos logró un beneficio de 9.737 millones de dólares en el tercer trimestre, un 17% menos que los 11.687 millones que logró en el mismo periodo del año pasado, según informó la entidad en un comunicado. La diferencia se debe íntegramente a las mayores provisiones para posibles impagos de crédito. Mientras que en el tercer trimestre de 2021 el banco liberó provisiones netas por importe de 1.527 millones de dólares, este año ha tenido que dotar 1.537 millones de dólares.
JPMorgan, sin embargo, aumentó sus ingresos un 10%, hasta 32.716 millones de dólares. Si lo que se mira es su margen de intereses (los intereses cobrados menos los pagados), el aumento fue más espectacular, del 34%, hasta marcar un récord de 17.600 millones de euros. Con las subidas de tipos de la Reserva Federal, los bancos han empezado a cobrar intereses más altos por sus créditos antes de elevar la remuneración de los depósitos, lo que ha impulsado ese margen. En cambio, la menor actividad de fusiones y adquisiciones por la incertidumbre económica ha hecho caer con fuerza los ingresos que no provienen del cobro de intereses. En particular, los ingresos de banca de inversión han caído un 47% en el trimestre, hasta 1.713 millones, según el desglose de sus resultados.
Su presidente ejecutivo, Jamie Dimon, presagiaba una recesión en Estados Unidos la semana pasada en Washington y veía improbable un aterrizaje suave de la economía. En el comunicado con el que la entidad presentó sus resultados, Dimon señalaba que consumidores y empresas siguen teniendo una buena salud financiera, pero que los riesgos se acumulan. “Aunque esperamos lo mejor, siempre nos mantenemos alerta y estamos preparados para los malos escenarios”, concluía.
Bank of America es el banco que mejor ha resistido por ahora el deterioro de las condiciones económicas. El beneficio del segundo mayor banco de Estados Unidos descendió un 8% en el tercer trimestre, hasta los 7.082 millones, según ha comunicado la empresa. Las subidas de tipos permitieron que su margen de intereses se disparase, un 24%, hasta los 13.765 millones de dólares, la cifra trimestral más alta como mínimo de la última década. Esa mejora de los ingresos de la banca tradicional, y el tirón en la intermediación de renta fija, permitieron a la entidad con sede en Charlotte (Carolina del Norte) compensar el aumento de las provisiones (dotación de 898 millones frente a liberación de 624 millones en el mismo trimestre del año pasado) y el desplome del 46% en las comisiones de banca de inversión, de 2.168 a 1.167 millones, recogido en su informe trimestral.
“Seguimos observando un fuerte crecimiento orgánico de los clientes en todos nuestros negocios, y el aumento de la actividad de los clientes contribuyó a incrementar los ingresos”, ha señalado el presidente ejecutivo, Brian Moynihan, en un comunicado.
Citi ganó 3.479 millones de dólares en el tercer trimestre, un 25% menos que los 4.644 millones del mismo periodo de 2021, según comunicó el banco. De nuevo, las provisiones por el deterioro y las incertidumbres que afectan a la economía fue clave. Pasó de liberar provisiones de 1.162 millones a dotarlas por importe de 370 millones. Sus ingresos totales netos de intereses pagados crecieron un 6%, hasta 18.508 millones, aunque eso se debió al impacto positivo de la venta de su negocio de financiación de consumo en Filipinas, frente al impacto negativo de la venta del mismo negocio en Australia el año pasado.
Como a otras entidades, a Citi le fue mucho mejor en su negocio de banca minorista, y especialmente en el de tarjetas, que en el de banca de inversión, donde los ingresos cayeron un 64%, hasta 631 millones de dólares debido a que la mayor incertidumbre macroeconómica y la volatilidad siguieron afectando a la actividad de los clientes. Ese negocio de banca es el que se está viendo “más afectado por el entorno macroeconómico, con una reducción de los flujos de operaciones y un menor apetito por las fusiones y adquisiciones”, señaló su presidenta, Jane Fraser.
El banco aprovechó la presentación de resultados para comunicar que pondrá fin a casi todos los servicios de banca institucional que ofrece en Rusia a finales del primer trimestre de 2023.
El beneficio del tercer trimestre de Wells Fargo cayó un 31% interanual, de 5.122 a 3.528 millones de dólares, con algunas dinámicas similares a las de JPMorgan, aunque la entidad con sede en San Francisco está mucho más volcada en banca comercial para particulares y pequeñas y medianas empresas. Su margen de intereses creció un 36%, hasta 12.098 millones de dólares. Sin embargo, pasó de liberar 1.395 millones netos en provisiones a tener que dotar 784 millones, según informó en un comunicado. Wells Fargo sintió también el parón del negocio hipotecario por la subida de los tipos de interés, que ha hecho caer la venta de viviendas. “Seguiremos gestionando con prudencia nuestros niveles de capital para estar adecuadamente preparados para una serie de escenarios, incluida una economía en desaceleración y la volatilidad del mercado”, ha señalado su primer ejecutivo, Charlie Scharf.
Wells Fargo se vio lastrado además por un cargo de 2.000 millones de dólares “relacionados con los litigios, la compensación de los clientes y los asuntos regulatorios relacionados principalmente con una variedad de asuntos históricos”, según explicó Scharf. La entidad se vio envuelta hace unos años en un escándalo por la apertura de cuentas fantasma sin autorización de los clientes, a los que también les cargaba gastos por tarjetas y otros servicios sin su consentimiento. El banco todavía arrastra compensaciones por esas prácticas fraudulentas, que le costaron también multas multimillonarias.
Goldman Sachs ha sido el último en presentar sus cuentas este martes y el que ha sufrido una mayor caída de los beneficios, del 44%, hasta los 2.962 millones. El banco es más dependiente del negocio de banca de inversión y ha sufrido ahí una caída de los ingresos netos del 57%, hasta los 1.576 millones de dólares. Se desploman todo tipo de comisiones, las de aseguramiento de emisiones de renta fija y variable y las de asesoramiento, por el frenazo en los mercados de capitales.
A eso se unen menores ingresos en la gestión de activos y unas mayores provisiones crediticias. La mejora del negocio de intermediación en los mercados y la mejora en el negocio de banca para particulares no bastan para contrapesar todo ese impacto. Goldman ha aprovechado la presentación de resultados para anunciar una reorganización de su negocio, agrupando banca de inversión e intermediación en los mercados en un área llamada Banca Gloabl y Mercados, uniendo también en otra división gestión de activos y riqueza y dejando una tercera para plataformas, que incluye sus alianzas con Apple y General Motors en tarjetas y su marca digital GreenSky.
El beneficio de Morgan Stanley cayó un 29%, hasta 2.632 millones, pero en su caso no se debió a las mayores provisiones crediticias (pasaron solo de 24 a 35 millones), sino al desplome del 55% en los ingresos de banca de inversión, de 2.849 a 1.277 millones de dólares, según informó la entidad. Dentro de ese negocio, las comisiones de aseguramiento y colocación de acciones se hundieron de 1.010 a 218 millones en un mercado de capitales al ralentí por la incertidumbre económica y la caída de las Bolsas. Su presidente ejecutivo, James Gorman, sugirió en la conferencia de presentación de resultados a los analistas que la entidad se plantea recortes de empleo. “Estamos mirando el número de empleados. (...) Hemos aprendido algunas cosas durante la pandemia de covid sobre cómo podemos operar de manera más eficiente. Eso es algo en lo que el equipo directivo estará trabajando desde ahora hasta fin de año”, dijo. La crisis amenaza también a los gigantes de Wall Street.
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