El consejero delegado de Well Fargo dimite bajo una intensa presión

Wells Fargo busca nuevo jefe. Tim Sloan, que se hizo con las riendas del banco de San Francisco a raíz del escándalo de las cuentas fantasma, se retira. Los ataques contra su gestión por parte de los legisladores en el Congreso de Estados Unidos eran constantes. Allen Parker, el consejero general, tomará el relevo con carácter interino. El sucesor definitivo tendrá como misión reconstruir la reputación de la entidad.

El ejecutivo tuvo como misión sacar todo el polvo bajo las alfombras y reparar lo que estaba roto en el cuarto banco por activos de EE UU. Pero sus esfuerzos no evitaron que la senadora Elizabeth Warren y la congresista Maxine Waters pidieran varias veces su cabeza. La última vez fue durante el testimonio semestral del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. La entidad busca así empezar una nueva etapa.

Pese la presión, su renuncia causó sorpresa. Warren Buffett, principal accionista en Wells Fargo, había expresado solo horas su completo apoyo al banquero. Aunque admitió que no le gustaría tener su trabajo. “Todo el mundo está en su contra”, comentó en una conferencia. Las irregularidades que afloraron en el banco llevaron a la Fed a poner un tapón a su crecimiento hasta demostrara su buena conducta.

La reprimenda del regulador de la gran banca en EE UU no tenía precedentes y se anunció en la víspera de que Janet Yellen dejara la presidencia de la Fed. Tim Sloan llevaba trabajando tres décadas para Wells Fargo. Deja el cargo de consejero delegado con carácter inmediato, aunque se jubilará el 30 de junio. La intención es que el sucesor sea externo. Las acciones subían un 3%.

Wells Fargo es una de las entidades históricas de EE UU pero su cultura interna quedó estaba quebrada. El fraude de las cuentas falsas estalló hace dos años y medio, en septiembre de 2016. Los empleados del banco crearon millones de cuentas secretas sin el permiso de sus clientes para elevar sus sueldos. Entonces la entidad estaba dirigida por John Stumpf, que no aguantó la presión y al mes renunció.