España fue el país de la Unión Europea donde más se moderó la inflación en septiembre
Los precios en la zona euro se situaron en el 9,9% el mes pasado, ocho décimas más que en agosto
La inflación continuó su escalada en la Unión Europea durante el mes de septiembre. Los precios en los Veintisiete subieron un 10,9% en ese mes frente al mismo periodo del año anterior, y un 9,9% si se observan solo los países del euro, según datos de Eurostat publicados este miércoles. En ambos casos, son ocho décimas más que en agosto. La energía es la partida que más contribuye a que los ciudadanos de la zona euro tengan que rascarse el bolsillo, y aumenta su peso en el índice, en el que representa ya más de cuatro puntos de los casi diez de subida. España fue el país de la UE donde más se moderó la inflación interanual en septiembre, 1,5 puntos (del 10,5% al 9% en tasa armonizada), y solo otros cuatro estados de los Veintisiete lograron que perdiera fuerza.
Las subida de los precios mete más presión al BCE de cara a su reunión de la semana que viene, en la que volverá a subir los tipos de interés. Y el malestar por la pérdida de poder adquisitivo se está trasladando ya a las calles: este martes, los sindicatos franceses movilizaron a más de 100.000 personas en una huelga en demanda de mejoras salariales que contrarresten el creciente coste de la vida. La protesta no logró paralizar el país, como era su objetivo, pero es indicativa del desasosiego por la evolución de los precios. Curiosamente, Francia es el país comunitario con la tasa de inflación más baja, del 6,2% en septiembre, en parte gracias a que el gobierno de Emmanuel Macron está trasladando a deuda pública parte del incremento de la factura energética.
En esa lista, España es el sexto país con menos inflación, lo que quiere decir que en otros 21 estados se han vivido subidas de precios más altas. Llaman la atención las tasas de Estonia, Lituania, Letonia y Hungría, por encima del 20%. Y los saltos en potencias exportadoras como Holanda (del 13,7% al 17,1%), y sobre todo en Alemania, la mayor economía del euro (del 8,8% al 10,9%).
En el caso de España, que se benefició de la moderación de los precios energéticos, su inflación está casi dos puntos por debajo de la media de la UE, y casi un punto frente a la zona euro, el diferencial más favorable desde febrero de 2021. Ese menor coste de los productos y servicios españoles beneficia la competitividad de las empresas tras unos meses en los que sucedía lo contrario, porque pueden vender un poco más barato que sus rivales comunitarias, aunque el aumento de la inflación europea no es positiva para las importaciones españolas, porque las compras se pagan más caras.
Si se miran a fondo los componentes detrás de la subida de precios en la zona euro, los 9,9 puntos se desglosan así: 4,19 puntos corresponden a la energía, 2,47 a comida, alcohol y tabaco, los servicios suman 1,8 puntos, y los bienes no industriales 1,47. El repunte de precios se queda por tanto al borde de los dobles dígitos en los Diecinueve, después de que Eurostat haya revisado una décima a la baja su previsión inicial.
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