Pozuelo de Alarcón y El Palmar de Troya, los dos extremos de la riqueza en España

El liderazgo del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón al frente de las localidades más ricas de España se ha vuelto tan predecible como los cambios de estación. Una y otra vez, el Instituto Nacional de Estadística lo coloca al frente de la clasificación. Y una y otra vez le acompañan poblaciones de las provincias de Madrid y Barcelona. En esta ocasión, el Atlas de Distribución de Renta de los Hogares, publicado este viernes por el INE, calcula que la renta por habitante de los pozueleros fue de 26.009 euros en 2020, seguido de la barcelonesa Matadepera (22.806 euros), y de la también madrileña Boadilla del Monte (22.224 euros).

Casi 600 kilómetros más al sur está la cara B de esa bonanza. La renta de los habitantes del Palmar de Troya (Sevilla), célebre por ser desde hace cuatro décadas la sede de una extravagante iglesia alternativa, es de 6.785 euros de media, casi cuatro veces menos. Y no hace falta moverse del sur ni de Andalucía para encontrar a los que le acompañan en esa precaria situación. Son las granadinas Iznalloz (7.036 euros) y Albuñol (7.061 euros), la jiennense Huesa (7.080 euros), y la sevillana Pruna (7.219 euros).

Los datos solo tienen en cuenta a los municipios de más de 2.000 habitantes, y muestran una España partida en dos, con muchas más bolsas de vulnerabilidad en la mitad sur, y cinturones de mayor abundancia rodeando a las dos principales ciudades españolas, Madrid y Barcelona. Solo dos de los veinte municipios con más renta no están en esas provincias: son la vizcaína Getxo (décima con 20.293 euros), y la valenciana Rocafort, con 18.955 euros. 16 de los 20 de menor renta están en Andalucía.

Al ampliar el foco a las comunidades autónomas, el País Vasco es la que acogía en 2020 a más población en secciones censales de renta alta (62,2%), por delante de Madrid (46,1%), Cataluña (40,8%), Asturias (27,7%) y Aragón (26,4%). Y por debajo, Andalucía (59,5%) es la que cuenta con más habitantes en secciones de renta baja, seguida de Extremadura (59,3%), Canarias (46,9%) y Castilla-La Mancha (43,4%). De nuevo, la división norte-sur, que se traslada también a las provincias: Almería, Jaén, Badajoz, Huelva y Cádiz, las de menos recursos; Gipuzkoa, Madrid, Vizcaya, Barcelona y Álava, las de más.

San Sebastián, la capital con más renta

Si se miran las capitales de provincia, las que tienen un mayor porcentaje de secciones censales con renta neta anual media por habitante muy alta son San Sebastián (57,6%), Girona (41%) y Madrid (39,8%). Y las que menos, Guadalajara (3,4%), Huelva (2,8%) y Pontevedra (1,6%). Ser las que menos población con ingresos altos tienen no implica que sean las que cuentan con más secciones censales en segmentos de renta muy bajos. Ahí estarían Melilla (31,8%), Ceuta (25%) y Alicante (22,9%).

Hay 11 capitales de provincia que no tienen ninguna sección censal en el extremo bajo de renta media por habitante: A Coruña, Soria, Santander, Burgos, Lugo, San Sebastián, Logroño, Palencia, Teruel, Toledo y Zaragoza, lo cual puede considerarse un indicador de que están atajando mejor la desigualdad.

Pese a la disparidad de rentas entre el norte y el sur de España —un patrón geográfico que también se produce en socios europeos como Italia—, el debate político sobre la desigualdad no se ha orientado tanto sobre ese eje, y tienen más protagonismo otros fenómenos, como la brecha entre la España vacía —con problemas de servicios públicos, conectividad o despoblación— y la urbana.