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La Airef calcula que las nuevas medidas anticrisis elevarán el déficit en un 0,5% del PIB

El organismo adelanta que en julio revisará a la baja la perspectiva de crecimiento ante el deterioro del contexto macroeconómico

Laura Delle Femmine
AIReF Cristina Herrero
La presidenta de la Airef, Cristina Herrero, este lunes en el Congreso.CONGRESO (Europa Press)

El Gobierno acaba de anunciar una nueva batería de medidas para mitigar el impacto económico de la guerra en Ucrania, que se ha cristalizado en una fuerte subida de precios. Un paquete que la Autoridad Independiente para la Responsabilidad Fiscal (Airef) cifra en 7.000 millones y que conllevará en 2022 a un incremento del déficit del 0,5% en comparación con las anteriores previsiones del organismo. Así lo ha destacado este lunes su presidenta, Cristina Herrero, durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda del Congreso, en la que también ha deslizado que habrá una revisión a la baja en las previsiones de crecimiento en el próximo informe que la entidad presentará en julio.

“Alguno de los riesgos que apuntábamos no se han despejado, sino que se han ido materializando”, ha dicho Herrero. “Casi todos los organismos, por no decir todos, están revisando a la baja sus previsiones de crecimiento y al alza las de inflación. Y lo cierto es que el binomio entre inflación y crecimiento se está volviendo cada vez más adverso”, ha valorado al describir los cambios ocurridos en el panorama económico tanto interno como internacional desde que el Gobierno presentó a principios del pasado mayo su Programa de Estabilidad, en el que proyectaba un crecimiento del PIB del 4,3% para este año frente al 7% estimado anteriormente.

Entre los riesgos que no se han disipado están los cuellos de botella en las cadenas de suministro o el encarecimiento de la energía agravado por el conflicto en Ucrania. Consecuencia directa de ello es un alza de precios que se ha hecho persistente y que está causando un endurecimiento de las condiciones financieras, con subidas de las tasas de interés. La Airef subraya que tampoco se han despejado las dudas que rodean la ejecución de las inversiones del Plan de Recuperación, clave para apuntalar el crecimiento y sobre la cual el organismo lleva tiempo pidiendo más información. “Todo esto llevará a una reevaluación en los próximos informes, en línea con la mayoría de los analistas, que están revisando a la baja sus previsiones de crecimiento y al alza sus previsiones de inflación”, ha señalado la entidad en un comunicado.

Herrero ha matizado que el escenario macroeconómico del Programa de Estabilidad es factible y muy parecido al dibujado por la institución, pese a la persistencia de los riesgos viejos y nuevos y la elevada incertidumbre. “Todos pensábamos que iba a ser algo temporal”, ha señalado en relación con el alza de precios que empezó el año pasado. “Pero llega 2022 y se produce el conflicto por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y todos estos factores que habían aparecido en el 2021 se ven ampliamente incrementados”. No solo en número, también en persistencia. “Si bien el contexto es cambiante y de extrema incertidumbre, lo que está claro es que la posición de las de los países de la Unión Europea está cada vez más debilitada desde el punto de vista de la sostenibilidad”.

Revisión del déficit

La Airef ha adelantado que en el próximo informe de julio revisará sus previsiones presupuestarias ―ahora calcula un déficit del 4,2% para 2022, frente al 5% que estima Hacienda, y del 3,9% para 2023―, a la luz de las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno para paliar el impacto de la crisis en Ucrania. En abril, el Ejecutivo lanzó un primer paquete ―inicialmente vigente hasta el 30 de junio―, que incluía medidas como la bonificación al carburante o la prolongación de la reducción del IVA a la electricidad del 21% al 10%, por un total de 6.000 millones de euros, según la Airef. El pasado sábado, el Ejecutivo prorrogó este paquete hasta finales de año y amplió su alcance, con novedades como la reducción del IVA eléctrico al 5% o un cheque de 200 euros para los trabajadores, autónomos y parados de bajos ingresos.

El organismo de control estima que esta prórroga tiene un coste de 6.989 millones ―frente a los 9.000 que estima el Gobierno― y que, en su conjunto, las medidas para mitigar los efectos de la crisis supondrán un incremento del déficit del 1% del PIB, una factura de 13.061 millones.

Con estos mimbres, y pese a que las reglas fiscales sigan suspendidas, Herrero ha vuelto a insistir en la necesidad de diseñar una estrategia a medio plazo y evitar que gastos que tienen carácter temporal se conviertan en estructurales. “Ciertamente, no es fácil hacerlo. Pero esta planificación supone la posibilidad de establecer objetivos, en algunos casos más concretos y en otros más imprecisos. Permiten determinar a dónde quieres llegar, cómo lo vas a hacer y, por lo tanto, analizar las causas de las posibles desviaciones que se puedan producir en su cumplimiento”.

Asimismo, ha pedido que los ingresos extra que se están materializando gracias al tirón de la recaudación, empujada por la inflación y los sueldos y pensiones, no vayan a parar en incrementos del gasto o reducciones de ingresos que no tengan aparejada la correspondiente financiación.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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