Bachelet y Grynspan (ONU) piden a la OMC una actuación firme ante la crisis alimentaria

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la Secretaria General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Rebeca Grynspan, han pedido en una carta abierta a los ministros participantes de la duodécima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) una actuación más firme ante la crisis alimentaria para solucionar las desigualdades entre países. Después de la pandemia de covid-19, que agravó la disponibilidad de alimentos, la reducción de ingresos de los trabajadores y la deuda acumulada de los países, la guerra ha golpeado más duramente a las regiones que aún se encuentran en el camino de la recuperación.

El conflicto en Ucrania inflige penurias extremas al pueblo ucraniano y ha aumentado el riesgo de hambruna para decenas de millones de personas que están a punto de sufrir inseguridad alimentaria, según recalcan las dos mujeres en la carta. Concretamente, el impacto se revela particularmente grave para los países que dependen de las importaciones de alimentos, como los menos adelantados (PMA) —Etiopía, Somalia y Sudán, entre otros— y aquellos países en desarrollo importadores netos de alimentos (PDINPA).

En 2020, los países africanos importaron alrededor del 80% de sus alimentos y el 92% de sus cereales de fuera del continente, advierte el documento. La actual escalada de precios de los alimentos tiene un impacto inmediato en esos países: exacerba la pobreza y la inseguridad alimentaria, y esto a su vez alimenta la inestabilidad social y política. “Unos sistemas alimentarios justos y sostenibles, incluido un sistema de comercio que mejore la seguridad alimentaria, son cruciales para la seguridad alimentaria y la resiliencia de los PMA y los PDINPA”, se lee en la carta.

Las dos mujeres han recordado que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales —en vigor desde los años setenta y parte integrante de la Carta Internacional de Derechos Humanos— establece el derecho a una alimentación adecuada como parte del derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado. Por ello, el Pacto llama a los Estados que firmaron el Pacto a tomar medidas para mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos, y a garantizar una distribución equitativa de los suministros alimentarios mundiales.

La duodécima conferencia de la OMC, que tendrá lugar del 12 al 15 en Ginebra, ofrece una gran oportunidad necesaria para alinear los compromisos con el objetivo de lograr la seguridad alimentaria. La ONU hace un llamamiento a los ministros que tomarán parte a la conferencia para que acuerden abstenerse de imponer restricciones a la exportación de alimentos esenciales adquiridos por los PMA y los PDINPA y apoyar financiariamente estos países para evitar una crisis alimentaria.

“La guerra dejará una marca indeleble también a las generaciones venideras”

Bachelet ha abierto este lunes la 50ª sesión del Consejo de Derechos Humanos recordando que la guerra de Ucrania “continúa destruyendo las vidas de muchos, generando caos y destrucción”. “Los horrores ocasionados a la población civil dejarán una marca indeleble, también a las generaciones venideras”, ha subrayado la alta comisionada en una intervención en la que ha repasado la situación de las libertades fundamentales en diversas partes del mundo.

La chilena también ha denunciado en su discurso el retroceso de la sociedad civil en Rusia, donde ha tachado de preocupante la detención arbitraria de numerosas personas que se han manifestado en contra de la guerra en Ucrania. De hecho, en los últimos meses se han dictado en Rusia nuevas restricciones penales que incluyen prohibiciones de diseminar noticias “basadas en nociones ambiguas sobre noticias falsas o falsa información”, lo que demuestra que Rusia está sufriendo un aumento de la censura y de las restricciones a la prensa independiente, ha insistido Bachelet.