_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Se mueve lo financiero

La vuelta a una cierta normalidad y a la mayor intensidad de uso de los servicios financieros obliga a reorganizar nuevamente los canales con los que la banca se relaciona con sus clientes

Santiago Carbó Valverde
Banco Sabadell
Dos mujeres pasan por una sucursal de banco Sabadell en Madrid.Eduardo Parra (Europa Press)

La creciente normalización de la economía tras dos años de pandemia se empieza a reflejar en lo financiero con muchos frentes. Estos últimos días hemos conocido datos de actividad financiera. Es destacable que en tasa interanual, la financiación a hogares subió un 0,8% en diciembre de 2021 y la de empresas un 3,1%. Un año antes, a finales de 2020, la financiación a empresas estaba empujada por los programas de crédito con aval del ICO, con subidas de crédito a empresas superiores al 6% en tasa interanual. Sin embargo, tal vez la mejor noticia es que el ritmo de financiación se ha mantenido luego entre el 2% y el 3% el resto del año. Primero, impulsado por la emisión con valores de deuda, pero ya desde diciembre, de nuevo, por préstamos bancarios (que subieron un 0,5% interanual). El pulmón sigue latiendo conforme se retira, poco a poco, el respirador. A esto hay que unir la financiación a hogares, que, tras mucho tiempo con variaciones negativas, lleva desde mayo del año pasado creciendo, moderadamente pero de forma constante, ligeramente por debajo del 1%. Y no solo por el empuje del crédito al consumo (tasa del 4,9% en diciembre) sino también por el destinado a vivienda (que viene aumentando entre el 0,6% y 0,7% en los últimos meses), un mercado que se anima poco a poco con la incorporación de algún nuevo actor —apoyado por inversores internacionales—, que podría dinamizar la competencia en el mercado de hipotecas. Habrá que ver si esa mayor competencia no implica mayor riesgo, ya que, aunque sea con información preliminar, parece que se están concediendo algunas hipotecas por encima del 80% de valor de tasación.

Es previsible que la actividad financiera se anime aún más porque, como también conocimos esta semana, los depósitos (en su inmensa mayoría cuentas corrientes) de los hogares han alcanzado la cifra récord en España de 958.900 millones de euros. Liquidez que se va a ir moviendo —entre otros propósitos, a vivienda— conforme la incertidumbre del coronavirus se despeje y la inflación se vaya internalizando entre los ahorradores y obligue a buscar mayores rentabilidades nominales.

Esta creciente actividad e inquietud por lo financiero están relacionados con el intenso debate sobre como la apuesta por la digitalización bancaria podía estar afectando al servicio que las entidades financieras ofrecen a los mayores o a aquellos con dificultades de acceso a las nuevas tecnologías. La vuelta a una cierta normalidad y a la mayor intensidad de uso de los servicios financieros obliga a reorganizar nuevamente los canales con los que la banca se relaciona con sus clientes, algo que ya se está produciendo. La covid-19 obligó a adaptarse a un entorno en el que los contactos en persona hubo que disminuirlos por razones sanitarias sustituyéndose en gran medida por vías telemáticas. Independientemente de la necesidad de reajustar determinados servicios, el problema es de mucho mayor alcance que el financiero, y requerirá soluciones más amplias para grupos vulnerables, ya que el país está acelerando su proceso de digitalización en todos los ámbitos de la actividad económica y social.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_