Nadia Calviño: “Las previsiones del Gobierno son absolutamente realistas”
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos defiende, en una entrevista con EL PAÍS, que “España será uno de los motores del crecimiento europeo” y apuesta por tener listas las reformas laboral y de pensiones antes de fin de año
Esta semana el INE ha rebajado su estimación de crecimiento del segundo trimestre, lo que ha llevado a muchos analistas a recortar también sus previsiones económicas para este año. Pese a ello, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño (A Coruña, 52 años), defiende que el cuadro macroeconómico con las previsiones del Gobierno para elaborar los Presupuestos de 2022, con un crecimiento del PIB del 6,5% este año y del 7% el próximo, sigue siendo válido. Calviño elude contestar a si conocía la revisión que iba a hacer el INE antes de presentar sus previsiones. La vicepresidenta también señala que la economía alcanzará velocidad de crucero en 2022 gracias a los fondos europeos y a que el Gobierno cumplirá con el calendario de plantear una reforma laboral y de las pensiones antes de fin de año.
Pregunta. El INE ha rebajado del 2,8% al 1,1% su estimación de crecimiento del PIB del segundo trimestre, ¿va a revisar el Gobierno su cuadro macroeconómico?
Respuesta. En estos tres años de Gobierno han sido muchas las revisiones al alza y a la baja. Nosotros siempre hemos mantenido una posición prudente. No revisamos al alza cuando se produjo la sorpresa positiva del avance del INE y, a la luz de los datos que tenemos, tampoco vemos por qué revisar ahora.
P. ¿Sabía usted cuando presentó el cuadro macro que el INE iba a hacer esa revisión?
R. El PIB es un indicador muy importante, pero tiene dos carencias principales: por una parte, no refleja adecuadamente factores clave de progreso económico, por ejemplo, sobre el medioambiente, la digitalización y la cohesión social. Por otra, tiene cierto retraso por su carácter trimestral. Por eso presento regularmente un cuadro de indicadores complementarios en el ámbito verde y digital y un indicador de actividad diario, que incorpora toda la estadística relevante que tenemos día a día. Según ese indicador, prevemos que se va a recuperar el nivel de actividad diaria previo a la pandemia antes de fin de año. Y el nivel de empleo incluso antes.
P. La pregunta era si ya sabía que el INE iba a hacer esta revisión antes de presentar el cuadro macro.
R. El INE es un organismo independiente y por tanto tendrá que explicar su metodología y por qué se ha producido esta revisión. Nosotros hemos venido tomando una posición prudente hacia la que han tendido a alinearse todos los organismos nacionales e internacionales
P. ¿Se discutió en el Consejo de Ministros sobre el impacto de esa revisión a la baja y de que con ella el cuadro macro quedaba algo desfasado?
R. No puedo saltarme el secreto de deliberación del Consejo de Ministros.
P. Pero sí puede decir si conocía con antelación que iba a haber esa revisión.
R. Francamente, en el Consejo de Ministros realicé la presentación del cuadro macro que después se hizo pública en la rueda de prensa. Y no puedo decir nada de la discusión de Consejo de Ministros. En estas últimas semanas todas las observaciones que hemos recibido eran sobre que debíamos hacer revisiones al alza y se nos cuestionaba si estábamos siendo demasiado prudentes.
P. ¿Es prudente hacer unos Presupuestos sobre un cuadro macro poco realista?
R. El cuadro macro del Gobierno es absolutamente realista, está basado en toda la información disponible y avalado por la Airef [Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal] y responde a las previsiones que tenemos sobre la evolución de la economía en 2021 y 2022.
P. ¿Cuándo volverá el PIB trimestral al nivel precovid?
R. En la primera parte de 2022. Lo que vemos claramente es que el año está yendo de menos a más y que todas las previsiones apuntan a que España será uno de los motores del crecimiento económico en Europa en estos dos años. El éxito colectivo del proceso de vacunación ha marcado un punto de inflexión. Por tanto, nuestra previsión es de un fuerte crecimiento a partir de ahora y en 2022 la economía alcanzará la velocidad de crucero con el Plan de Recuperación.
P. Muchos países han alcanzado ya el nivel de actividad previo a la pandemia. ¿Por qué España es el que lleva más retraso?
R. La caída del PIB de nuestro país estuvo entre las más intensas de la UE por el peso que tiene el sector turístico y los servicios de hospitalidad y proximidad, basados en las relaciones interpersonales, que fueron los que más sufrieron por las restricciones de la pandemia. Con la vacunación las expectativas han mejorado y están impulsando la inversión, y la confianza también ha vuelto al turismo internacional, tan importante para nuestra economía.
P. Hay países como Italia, Francia, donde el turismo también es importante o algunos como Grecia, Croacia, Chipre o Malta con un peso del turismo superior a España y todos van por delante.
R. En algunos ámbitos, por ejemplo, la creación de empleo, España va por delante. Insisto en que la caída del PIB de España ha sido superior al resto de los países. Si la caída del PIB es mayor, es evidente que se tarda más. Lo que sí puedo decir es que la salida de esta crisis va a ser muy diferente de la anterior crisis financiera. Las medidas que hemos tomado desde marzo del año pasado nos han permitido evitar una destrucción masiva de empleo y proteger nuestro tejido productivo y las rentas de las familias. Y eso va a permitir que el consumo y la inversión se recuperen mucho antes y que tengamos una recuperación más fuerte y justa.
P- ¿Qué dificultades hay con los Presupuestos? La ministra Ione Belarra dijo esta semana que las posturas están muy alejadas y ha obligado a retrasarlos, al menos, una semana.
R. Todos somos conscientes de la importancia que tiene aprobar unos Presupuestos Generales del Estado para 2022. Igual que fue fundamental tener los Presupuestos para 2021, para adoptar medidas eficaces de respuesta a la pandemia desde principios de año, yo creo que todos los grupos políticos son conscientes de que necesitamos los Presupuestos para seguir canalizando esos fondos europeos e impulsar la recuperación y abordar todas las inversiones de carácter estratégico y estructural para nuestro país. Por eso soy optimista y confío en que todo el mundo se comporte con responsabilidad y piense en el bienestar de los españoles.
P. ¿Incluirá subidas de impuestos en el Presupuesto?
R. Los cambios más significativos en el ámbito fiscal deben abordarse tras un análisis que tenga en cuenta las tendencias internacionales, los debates sobre esta materia que se están produciendo en Europa, la necesidad de adaptar nuestro sistema fiscal a la realidad del siglo XXI, por ejemplo en el ámbito digital o de la fiscalidad verde. Hemos constituido un grupo de expertos que publicará su informe en febrero y sobre esta base abordaremos los cambios. No necesariamente hablamos de subir impuestos. Hablamos de tener un sistema fiscal suficiente para financiar el Estado del bienestar que los españoles quieren y que sea justo. Eso no obsta para que pueda haber otros ajustes en los Presupuestos, pero los cambios fiscales de sustancia hay que abordarlos cuando tengamos la recuperación bien consolidada y las recomendaciones del grupo de expertos.
P. Unidas Podemos ha advertido de que vincula su apoyo a los Presupuestos a la subida del impuesto de sociedades y a la aprobación de la ley de vivienda.
R. Son dos cosas distintas. Respecto al impuesto de sociedades, es parte de un debate global. En unas semanas iremos el presidente y yo a Roma a las reuniones del G-20, en las que espero se llegue a un acuerdo para un nuevo marco fiscal internacional, con un tipo mínimo de sociedades del 15%, para evitar la competencia a la baja, que al final nos empobrece a todos. Con respecto a la ley de vivienda, nuestro objetivo es tenerla antes de final de año, pero creo que no hay que vincular unas cosas a otras.
P. Van a Roma en dos semanas para impulsar el impuesto global. ¿Sería razonable que esa subida del impuesto de sociedades para fijar un mínimo del 15% se plasmara en los Presupuestos?
R. Sí. Es un tema que estamos defendiendo a nivel internacional y que no supone un cambio significativo de nuestro sistema fiscal.
P. ¿Cuánto subirán los sueldos de los pensionistas y de los funcionarios?
R. Me va a permitir que, sobre los detalles, esperemos a la presentación que va a realizar la ministra de Hacienda en una o dos semanas.
P. Se ha acordado con los sindicatos una subida de 15 euros del salario mínimo. ¿Se van a garantizar los 1.000 euros que reclaman los sindicatos para 2022?
R. Nuestro Gobierno ha aumentado el SMI un 30% desde junio de 2018. Yo siempre me he mostrado claramente partidaria de seguir aumentándolo, porque es un instrumento importante de reducción de la desigualdad y la precariedad laboral, siempre y cuando no pusiese en riesgo la recuperación económica y la creación de empleo, especialmente en el caso de los más jóvenes que son los más vulnerables. Ya en junio señalé que si seguía el buen ritmo del mercado de trabajo podríamos retomar la senda del aumento del SMI para llegar al objetivo del 60% del salario medio en la legislatura. Los datos del mercado de trabajo y el ritmo de afiliación son muy positivos, eso nos da confianza para adoptar una subida ya para la última parte del año. Con el criterio armonizado internacional, que normalmente se basa en 12 mensualidades, ya estamos en 1.125 euros.
P. Ha mantenido visiones diferentes con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, respecto al SMI, la reforma laboral y otras cuestiones. ¿Cómo es su relación con ella?
R. Entiendo que haya quien tenga interés en generar polémica, pero realmente tenemos por delante como país, como sociedad, retos de una gran magnitud, como el cambio climático, la digitalización, la justicia intergeneracional, el despliegue de un plan de recuperación sin precedentes… y de verdad creo que tenemos que centrarnos en lo importante
P. ¿Cuánto del paquete de ayudas directas de 7.000 millones ha llegado ya a los beneficiarios?
R. El ritmo de ejecución es muy desigual. Entre las distintas comunidades autónomas hay algunas que van muy rápidas, particularmente Baleares y Canarias, y hay otras que quizás están más rezagadas. Hay algunas que tienen convocatorias todavía abiertas. Hemos ampliado el ámbito de las ayudas para permitir que aquellas que todavía tienen recursos disponibles puedan ejecutar el máximo posible antes de final de año.
P. ¿Va a ser España capaz de gastar 70.000 millones de los fondos europeos en tres años?
R. Es un desafío sin precedentes. Tenemos que asegurarnos de que los recursos llegan a todo el territorio, a todos los ciudadanos, a todas las empresas, que canalizamos las inversiones hacia la modernización de nuestro tejido productivo. Y para eso tenemos que remar todos en la misma dirección: las administraciones, el sector privado, todos los agentes sociales, los grupos políticos. Es un proyecto de país que nos tiene que permitir construir un futuro mejor para nuestros jóvenes.
P. Da la impresión en el plan de choque para paliar la subida de la electricidad, pero también en el salario mínimo interprofesional (SMI) o en las ayudas, que el Gobierno ha ido un poco a remolque de las propuestas de Podemos. ¿Es así?
R. En absoluto. Todo el Gobierno está comprometido con la agenda verde y la agenda social. Todos los miembros del Gobierno hemos expresado nuestro compromiso con que siguiese aumentando el SMI y con amortiguar el impacto de los precios en los mercados mayoristas sobre la factura de la luz de los ciudadanos. Ahora bien, hay que tomar las decisiones tras un trabajo serio, analizando las distintas opciones y las posibles consecuencias.
Reformas antes del final del año
P. El calendario que tienen pendiente da vértigo. Tienen que aprobar en el próximo trimestre reformas muy importantes y polémicas. ¿Van a poder cumplir con los plazos comprometidos con Bruselas?
R. El plan de recuperación concentra las principales reformas en la fase inicial y va desplegando poco a poco las inversiones. Es fundamental que aprovechemos la ventana de oportunidad de los próximos meses para abordar las de más calado. De aquí a final de año tendremos que hacer el grueso de las reformas en el ámbito laboral y de pensiones. Creo que es el interés colectivo de España el que lo hagamos cuanto antes para que haya seguridad jurídica y que podamos encauzar bien una recuperación fuerte, sostenible y justa.
P. Pero son reformas de gran dificultad política. Sus socios de gobierno o los agentes sociales tienen una visión diferente en muchos de los proyectos como la reforma laboral, la de pensiones, vivienda…
R. A lo largo de mi carrera he tenido muchos trabajos considerados por muchos como “misión imposible” y al final se han logrado los objetivos con éxito. Creo que partimos de una base buena y es que hay un acuerdo con los agentes sociales sobre cuáles son las cuestiones que tenemos que acordar y sobre las que vamos a trabajar de aquí a final de año. Además, contamos con la actitud constructiva de los agentes sociales. Creo que todos somos conscientes de que es imprescindible llegar a un buen acuerdo de aquí a final de año. ¿Va a ser difícil? Sin duda. ¿Las posiciones están alejadas? Sin duda. Es mucho lo que nos jugamos y tenemos que acertar. Es importante para tener un marco laboral que nos permita crear empleo de calidad, que reduzca la temporalidad y el desempleo juvenil; que europeíce el mercado laboral español.
P. ¿Cómo se puede lograr un acuerdo para la reforma laboral cuando la patronal ha calificado la propuesta de Trabajo de marxista y la patronal de distribución ha dicho que se podrían destruir 500.000 puestos de trabajo si sale adelante?
R. Todos los agentes han expresado públicamente su voluntad de negociar. De hecho, el Gobierno todavía no ha puesto ninguna propuesta formal sobre la mesa para empezar a encauzar la negociación y lograr el acuerdo.
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