García Carrión demanda a BNP Paribas tras perder 75 millones en operaciones con divisas
El grupo vitivinícola, dueño de marcas como Don Simón, acusa al banco francés de haber realizado transacciones ilegales con uno de sus antiguos altos cargos
El saldo negativo de miles de operaciones acometidas en el mercado de divisas ha dejado un importante agujero en las cuentas del grupo vitivinícola García Carrión. Según adelantó el diario británico Financial Times y ha confirmado este periódico, la compañía murciana, dueña de marcas como Don Simón, perdió unos 75 millones de euros entre 2012 y 2018 en transacciones con derivados realizadas a través del banco francés BNP Paribas. La empresa, que también comercializa zumo y gazpacho, no asume como propia la responsabilidad de esas ruinosas transacciones: culpa a la entidad financiera de llevar a cabo las operaciones de forma ilegal, y le exige una compensación económica. También apunta a su ex director financiero, Félix Villaverde, antiguo hombre de confianza, ya despedido tras casi 30 años en plantilla. “Solo estaba autorizado a realizar operaciones de hasta un millón de euros”, aseguran fuentes de la compañía.
La intermediación reportó a BNP Paribas unos ingresos de alrededor de 100 millones de euros, una cantidad elevada que según García Carrión debió haber llamado la atención del banco al provenir de un solo cliente, pero no fue así, y la empresa española no recibió ningún aviso, por lo que ha demandado tanto a su ex directivo como al banco para recuperar parte del dinero perdido. Así lo ha explicado en un comunicado lanzado hoy: “García Carrión reclamará una compensación económica por las pérdidas originadas de forma ilegítima por BNP Paribas y por los beneficios obtenidos a su costa y sin su autorización. Las operaciones no autorizadas no tendrán impacto en la cuenta de resultados. La empresa cuenta con fondos propios sólidos”. La firma, muy consolidada en los segmentos de vino de bajo precio y cava, facturó 855 millones de euros en 2019.
Muchas multinacionales utilizan los derivados para cubrir los riesgos de operar con varias divisas sujetas a las fluctuaciones del mercado, pero en este caso no solo se compraron y vendieron dólares, sino también monedas más pequeñas, como la corona sueca, país donde el grupo apenas tiene presencia. Basándose en ejemplos como ese, la investigación interna de García Carrión ha concluido que se tomaron riesgos innecesarios para la cobertura del tipo de cambio, y muchas de las 8.400 operaciones registradas en esos cinco años —una media de seis al día— habrían estado por tanto más vinculadas a la inversión especulativa en busca de una rentabilidad que no llegó.
Desde la firma están sorprendidos de que las auditoras no detectaran el caso en sus revisiones de cuentas. Así lo expresa José García Carrión, su presidente y dueño, a este diario, mientras insiste en que el caso no ha hecho perder credibilidad a la firma: “Los bancos mantienen la confianza en la empresa, como han demostrado al renovarnos los créditos sindicados”, defiende. El grupo llegó en diciembre a un acuerdo con la banca para refinanciar préstamos por 400 millones y prolongar su vencimiento hasta 2026.
BNP Paribas no es el único banco con el que García Carrión tiene un litigio abierto por un asunto prácticamente idéntico. La empresa española presentó una demanda ante el juzgado de primera instancia de Jumilla (Murcia) contra Goldman Sachs, Bankia, su ex director financiero Félix Villaverde, y el hijo de este, Carlos Villaverde, por la supuesta ejecución de operaciones con divisas “sin autorización ni poderes de representación”. El caso también circula en paralelo por la justicia británica, donde García Carrión y Goldman Sachs intercambian denuncias: el banco de inversión acusa al grupo bodeguero de no abonarle los importes derivados de esas operaciones. Por su parte, García Carrión señala a Goldman Sachs y Bankia por haber seguido ejecutando operaciones con derivados por orden de Villaverde pese a que este no contaba con poderes para mover los fondos del grupo.
García Carrión está teniendo un año movido en el frente judicial. En abril, la Audiencia Nacional abrió una investigación contra cuatro bodegas, —entre ellas la murciana, pero también Felix Solís, Navarro López y Fernández Castro— por estafa, publicidad engañosa y falsedad documental. Las pesquisas llegaron tras una denuncia de la fiscalía, que las acusa de vender como vinos de crianza, reserva y gran reserva caldos que no cumplían con los requisitos de elaboración de los mismos, ni en periodo mínimo de envejecimiento, ni en la permanencia en barrica de roble, ni en botella.
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