Bitcoins para el día a día

Hoy, entre las características principales de las criptomonedas, destacan, según el Banco de España, la tremenda volatilidad y su falta de control por parte de ningún gobierno, banco central o entidad financiera. Por eso, las autoridades advierten de que se trata de una apuesta arriesgada por su carácter especulativo. Eso no ha impedido el auge de medios de pago como el bitcoin, que marcaba máximos históricos hasta que esta semana Elon Musk, que en un principio alentó su uso, se ha distanciado de la criptodivisa. Una situación “con un punto de ironía” para el emprendedor valenciano y activista de las criptomonedas Jorge Soriano, que desde 2018 promueve el uso de estos activos como medios de pago alejados de la especulación. “Ahora que su valor aumenta, insisto en que esto no va de obtener rentabilidad, sino de contribuir a una adopción global que recupere para los ciudadanos un poder de decisión que hoy tienen bancos y gobiernos”, cuenta por videollamada.

Arquitecto de profesión, Soriano fundó junto a cinco socios Criptan —empresa de la que es consejero delegado— para popularizar las operaciones con criptomonedas. “Detectamos que la experiencia de usuario era un verdadero cuello de botella para mucha gente”, revela. De ahí que los 25.000 euros con los que empezaron los emplearan en desarrollar una plataforma donde realizar con facilidad intercambios de dinero fiduciario a bitcoin, litecoin y ethereum, las tres criptodivisas con las que trabajan, y viceversa. En ellas recibieron más de 10 millones de euros en 2020, lo que les permitió facturar 200.000 —cobran una tasa del 1,95% sobre el precio de mercado—. Aseguran estar ya en ganancias y haberlas invertido en la compañía.

Su estrategia de negocio, sin embargo, no va por ahí. “Las operaciones de compraventa nos permiten sustentar otras iniciativas, más disruptivas, que esperamos que nos den resultados a medio plazo”, concede Soriano. Entre ellas, Criptanpay, una pasarela que permite pagar en criptomonedas y que ya ha sido implantada por la firma de distribución hotelera Mirai; y Criptancard, una tarjeta respaldada por uno de los principales servicios de medios de pago, Mastercard, con la que es posible comprar con criptodivisas en los comercios gracias a que Criptan realiza una venta en tiempo real y los establecimientos reciben dinero. En el primer caso, la tasa la paga el cliente; con Criptancard, es el comercio quien lo hace. “El objetivo es extender los pagos cripto-cripto, pero con herramientas como la tarjeta acercamos ese escenario porque el consumidor percibe que sus comercios de referencia validan las criptodivisas”, resume Soriano.

La empresa da servicio a la zona euro y ha comenzado su despliegue en México. Para ese proyecto han recabado 650.000 euros en dos rondas de inversión que prevén utilizar para ampliar el equipo, que teletrabaja íntegramente desde antes de la pandemia y hoy forman 12 empleados.