Joseph Oughourlian: “La democracia no puede funcionar sin la máxima información”
El presidente no ejecutivo del Grupo PRISA cree que el entorno actual ofrece “una segunda oportunidad” a los medios de comunicación tradicionales
El presidente no ejecutivo del Grupo PRISA —la sociedad editora de EL PAÍS—, Joseph Oughourlian, ha valorado este martes, en la segunda jornada del Congreso Iberoamericano Ceapi, la importancia de la información veraz y contrastada en cualquier democracia. “La democracia no puede funcionar sin la máxima información; sin una información segura, sin fuentes seguras y reglas del juego”, ha subrayado en una mesa redonda moderada por Enrique Goñi, máximo responsable del Instituto Hermes.
Oughourlian ha recordado sus años como estudiante de Economía para remarcar la importancia de la información en todos los ámbitos de la vida. “Una de las hipótesis para que un mercado funcionase era la información perfecta, para que los agentes tomasen decisiones acertadas. Pero los estudios han demostrado que, cuando la información es parcial y asimétrica, se rompe todo”, ha rememorado. Esa máxima también es aplicable a la esfera de lo público, asediada en los últimos años por el auge de las noticias falsas. “Si ya no estamos de acuerdo si este vaso está lleno o vacío, ¿cómo nos vamos a poner de acuerdo en las políticas de un país?”, se ha preguntado de forma retórica. “Esto a nosotros, los medios entrecomillas tradicionales, nos da una segunda vida por dar noticias que hemos comprobado, con el esfuerzo y el tiempo que lleva averiguar, buscar, entender y contrastar lo que está detrás de una noticia o lo que dice una persona”.
El presidente no ejecutivo de PRISA ha reconocido que los medios de comunicación empezaron “mal” la transición digital, hasta el punto de que “en los 20 últimos años hubo un momento en el que la gente pensó que la prensa iba a desaparecer en un mundo de información inmediata y abundante”. Y, “de repente, reaparecen los bulos, las fake news o la posverdad”, tres conceptos que no son nuevos —”han existido desde siempre”— pero que han tomado nuevos bríos en la era de las redes sociales por “la velocidad [a la que se distribuyen], su abundancia y porque llegan a gente que no estaba metida en estos temas”. “Este mundo”, ha enfatizado, “nos da una segunda vida a los medios tradicionales”.
Reglas del juego
En la misma línea, Cynthia Hudson, vicepresidenta sénior y directora general de CNN en Español y estrategia hispana de la cadena de televisión estadounidense ha lamentado que, en el entorno actual, “el problema es que no todos estamos jugando al mismo juego: los que apostamos por una democracia digital pensamos que todos nos regimos por las mismas normas como base para nuestro periodismo, pero no es así”.
Las noticias falsas, ha alertado Hudson, “están creando crisis alrededor del mundo, con grupos que las utilizan para interrumpir en los procesos democráticos”. Y la labor de los medios debe ser “combatirlas con hechos, demostrando que todo lo que nosotros mostramos está basado en fundamentos periodísticos. No ignorarlas, sino responder con los hechos, la verdad y las pruebas”, ha dicho la ejecutiva de CNN. “Nos hemos dado cuenta de que los ciudadanos pueden llegar a creer en la mentira: si permitimos que las locuras se conviertan en verdad y la gente crea cosas absurdas, tenemos un problema serio”. Presente y, sobre todo, futuro: “A nuestros hijos les tenemos que dejar una decencia democrática en lo digital”, ha reflexionado en la apertura el presidente del Instituto Hermes, una fundación sin ánimo de lucro dedicada a identificar, difundir y defender los derechos de ciudadanía en la era digital.
Falta de predictibilidad de las noticias falsas
Parte de la dificultad a la hora de desactivar las noticias faltas estriba en su “falta de predictibilidad”, en palabras de Laura Urquizu, presidenta y consejera delegada de Red Points, una empresa española dedicada a velar por el respeto a la propiedad intelectual y la reputación empresarial y de marca en internet. “Eso hace que no haya una tecnología capaz de identificarlas para después eliminarlas”.
También en el plano empresarial y de los datos personales, Íñigo Ucín, presidente de la Corporación Mondragón, uno de los mayores grupos cooperativos del mundo, ha recordado que “toda tecnología siempre tiene una cara b, un lado malo, según quien la utilice”. Los ataques de ciberseguridad, ha recalcado, “no están únicamente en las películas ni atañen únicamente a grandes organizaciones: hay pequeñas empresas que están siendo atacadas todos los días. Por eso es tan importante garantizar el anonimato cuando se utilizan masivamente datos de muchas personas”.
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