Estrella Galicia resiste a la covid sin ERTE ni pérdidas
La cervecera coruñesa ganó casi 53 millones en 2020, un 27% menos, sin recortar gastos de personal
La cervecera Estrella Galicia ha resistido el estacazo de los bares cerrados o semivacíos y ha cerrado el 2020 con unas ganancias que rondan los 53 millones de euros. La cifra supone un 27% menos que en 2019, con una facturación de 479 millones que también ha caído un 10%, pero la empresa se ha apretado el cinturón sin recortar el gasto en personal ni aplicar ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) a sus 1.250 trabajadores. ¿Cómo lo ha conseguido? “Decidiéndolo”, ha respondido este jueves Ignacio Rivera, consejero delegado de la Corporación Hijos de Rivera, miembro de la cuarta generación que gestiona esta empresa familiar con sede en A Coruña y 115 años de historia. Rivera ha rememorado lo que decía su abuelo cuando decidió mantener la fábrica en funcionamiento durante las dos guerras mundiales y la civil española: “Lo importante es proteger a tu colectivo”.
La pandemia ha puesto patas arriba el negocio de Hijos de Rivera, que agrupa a 31 empresas en ocho países. La venta de la cerveza que produce en su planta de A Coruña descendió un 1,4%, y la del agua que obtiene de sus tres manantiales (Cabreiroá, Agua de Cuevas y Fontarel), un 18%. Pero el vuelco más significativo se ha producido en los lugares donde los consumidores han comprado esos productos. Tras meses de confinamiento domiciliario y restricciones en la hostelería, la caída en bares y restaurantes alcanzó el 18%, mientras en los supermercados y tiendas de alimentación se produjo una subida del 44% con respecto a 2019.
El consejero delegado de Estrella Galicia vaticina que estas cifras se ajustarán a partir de ahora, pero nada volverá a ser igual. Cree que algunos de los cambios en el consumo que ha traído la covid, entre ellos el impulso de la comida a domicilio, han venido para quedarse, y llama a la hostelería a “reinventarse” para encarar los nuevos tiempos. Pese al año “complicadísimo” que deja atrás, Rivera proclama su optimismo con insistencia. Confía en recuperar ya en 2021 el terreno perdido y volver a las cifras de negocio de antes de la pandemia. Sigue viendo incierta la evolución del turismo, pero admite que “se están reactivando las cosas más rápido” de lo que él pensaba.
La compañía gallega, presente en los mercados de 60 países, levanta la vista ya hacia 2023. Es entonces cuando espera inaugurar una nueva planta de producción en Morás (Arteixo), en la que invertirá 150 millones de euros. Es un paso histórico para la cervecera. Estrella Galicia ha afrontado su internacionalización y enorme crecimiento durante la última década con una sola fábrica, ubicada en el polígono coruñés de A Grela y de la que hoy salen más del triple de litros de cerveza que en 2010. La razón por la que los Rivera no han abierto hasta ahora más factorías es que defienden que uno de los ingredientes que explican el éxito de Estrella Galicia es el agua de A Coruña. Por eso su nueva planta en Morás será abastecida con ella, ha puntualizado su consejero delegado con una sonrisa: “Cada agua es cada agua. Sé que somos muy pesados con esto, pero somos felices así”.
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