Estrella Galicia sube otro 18% su producción y pone el ojo en el extranjero
La cervecera gallega, que en los últimos siete años casi ha triplicado los litros que salen de su única fábrica en A Coruña, espera abrir factoría en Brasil el año que viene
Estrella Galicia produce “casi en el fin del mundo” y desde ese confín quiere dejar de ser una “hormiga” en el mercado cervecero internacional. Después de crecer con fuerza en plena recesión económica y ganar terreno en el resto de España, la empresa familiar Hijos de Rivera “sueña” con hacerse fuerte en Europa y América, para luego saltar a Asia, un continente que ya están explorando. Así lo ha expresado su consejero delegado, Ignacio Rivera, durante la presentación de resultados de 2017, otro “año de récord” de la compañía, en el que ha facturado más de 465 millones de euros, un 14% más que en 2016, y ha rozado los 279 litros producidos de cerveza, casi el triple de los 106 que transportaban sus camiones hace solo siete años. Los beneficios también han medrado un 11,5% (54,5 millones), pero las exportaciones, de momento, solo suponen un 6%.
“Éramos una empresa gallega”, ya “somos un operador nacional” y “ahora toca pasar a internacional”, ha proclamado Rivera desde la pequeña sala vintage de su fábrica en A Coruña que, con barra de bar incluida, antaño sirvió para celebrar las asambleas de trabajadores de esta centenaria compañía, hoy formada por un millar de empleados. Su deseada internacionalización empezará por asentarse en Europa, EE UU y Sudamérica para en un futuro, cuando “se hayan hecho los deberes” en estos territorios, intentar conquistar incluso el mercado chino. Para este salto fuera de España, Estrella Galicia no descarta la búsqueda de socios locales, aunque “siempre” como accionistas minoritarios, una alianza que sí se desecha rotundamente en el mercado nacional.
El explosivo crecimiento de esta cervecera familiar se ha producido con una sola fábrica, la ubicada en el polígono coruñés de A Grela, a tiro de piedra del centro de la ciudad, que lleva años en continua ampliación para poder surtir los bares y supermercados conquistados en tan poco tiempo. “Estamos volando en un avión y reparándolo al mismo tiempo”, admite el consejero delegado de Estrella Galicia, quien destaca sin embargo las ventajas de contar con una sola planta para garantizar que la cerveza, se tome donde se tome, sabe igual. El agua de A Coruña es uno de sus secretos, dice Rivera, por su parecido a la de Pilsen, en Chequia: “Por eso estamos aquí y nos vamos a quedar”.
La empresa familiar fundada en 1906 comercializa su cerveza ya en Brasil y EEUU. En el país sudamericano tiene ya terrenos para levantar su propia fábrica, con el objetivo de expandirse también por países vecinos como Argentina, Uruguay y Paraguay. La compañía espera que la planta brasileña empiece a funcionar a finales de 2019.
En un sector que creció en 2017 una media del 3,22%, ha señalado Rivera, Estrella Galicia sigue ganando tamaño a base de comerle a sus competidoras, empresas más grandes, subraya, frente a las cuales se sienten como “David contra Goliat”. Lo que se resiste a revelar el consejero delegado de la cervecera es en qué parte de España venden más, al margen de su tierra natal. No quiere darle pistas al contrario, esgrime el máximo ejecutivo de la compañía: “En Galicia seguimos creciendo y no hemos perdido cuota de mercado”.
Rivera ha presentado además los resultados de un estudio realizado por la consultora KPMG sobre el impacto socioeconómico de Estrella Galicia en España. El análisis concluye que la empresa coruñesa aportó 1.293 millones de euros a la economía española, 22.000 empleos están vinculados a su actividad y supone el 1,1% del PIB gallego.
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