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El Parlamento Europeo pide nuevos impuestos para financiar el fondo de recuperación

Las principales fuerzas advierten de que solo aprobarán el presupuesto si incluye nuevos recursos propios

El líder de los populares europeos, Manfred Weber, durante una intervención en el Parlamento Europeo, el pasado mayo.
El líder de los populares europeos, Manfred Weber, durante una intervención en el Parlamento Europeo, el pasado mayo.JOHANNA GERON (Reuters)
Álvaro Sánchez

La Unión Europea hace planes para elevar el gasto a umbrales impensables hace solo unos meses, en los tiempos previos a la pandemia, pero mientras se prepara para discutir y aprobar un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, ya piensa en cómo se devolverá el dinero. “Un plan de reembolso creíble solo puede financiarse con nuevos recursos propios”, afirma una carta conjunta remitida a los jefes de Gobierno por los primeros espadas de las principales fuerzas del Parlamento Europeo.

En la víspera de la cumbre que se celebra en Bruselas, populares, socialistas, liberales, verdes y miembros de la izquierda unitaria han aunado fuerzas, en un raro ejercicio de unanimidad, para exigir a los socios europeos que pongan en marcha una batería de nuevos impuestos para financiar el enorme desembolso por venir. “Es la única forma de reducir la necesidad de transferencias directas de los tesoros nacionales y, por lo tanto, aliviar la presión sobre los ciudadanos. El dinero debe encontrarse en otro lugar: en los bolsillos de las grandes tecnológicas, los grandes contaminadores y los evasores de impuestos”, señala el texto.

Los europarlamentarios no quieren que la falta de ambición o la amenaza de represalias por parte de EE UU si se implanta la denominada tasa Google tiren por tierra el compromiso de la Comisión Europea de crear los tributos. No solo porque estos supondrían un alivio para las saturadas haciendas nacionales, sino también porque aportarían seguridad a los inversores. “Los mercados de deuda necesitan saber cómo van a recuperar el dinero”, sostienen.

En su cierre de filas, la Eurocámara se muestra determinada. Avisa a la Comisión Europea y a los Veintisiete de que no se contentarán con vagas promesas de futuro o grupos de trabajo de alto nivel, las fórmulas que en otras ocasiones han servido para suavizar las desavenencias. Esta vez exigen leyes vinculantes y un calendario concreto para los nuevos impuestos, cuyo tamaño debe cubrir el capital y los intereses que Bruselas pida a los mercados. De lo contrario, advierten de que bloquearán el presupuesto. “El Parlamento dará su consentimiento al próximo marco financiero solo si se introduce una nueva cesta de recursos propios”.

Fuentes comunitarias ven factible que, a medio plazo, se pueda producir algún avance hacia la creación de recursos propios de la UE basados en una tasa al plástico no reciclado y en el mercado de emisiones de Co2. La tasa a las importaciones de países con exceso de emisiones de dióxido de carbono y la tasa Google parecen iniciativas mucho menos maduras, según las mismas fuentes. Sin embargo, la decisión de EE UU de romper la negociación para una tasa digital a escala global puede acelerar el lanzamiento de un proyecto europeo de imposición, añaden las fuentes consultadas.

Los grupos aparcan en la misiva la controversia en torno a las eventuales condiciones que puedan exigirse a los países receptores del dinero, escenificada en los últimos días en la intención del PP europeo de “evitar el uso del dinero para proyectos ideológicos”. Las cinco fuerzas se limitan a insistir en que el plan de recuperación debe servir para financiar inversiones futuras que aporten valor añadido, apuntalar la transición a una economía verde, relanzar la transformación digital, crear empleo o apoyar al sector industrial.

El mensaje va acompañado de un propósito de enmienda tras la decepción generada por la lenta e insuficiente respuesta europea a la Gran Recesión. “La última crisis dejó un amargo sabor de boca en muchos de nuestros ciudadanos. Nuestros votantes nos dicen que las respuestas colectivas que encontramos erosionaron a veces su confianza en nuestra capacidad de actuar juntos. Debemos hacerlo bien esta vez”.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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