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Colombia, en emergencia sanitaria, evita medidas económicas precipitadas

El Gobierno lanza ayudas para los sectores más golpeados por la crisis del coronavirus: turismo, aviación y espectáculos

Santiago Torrado
Estudiantes colombianos llevan tapabocas de materiales reciclados en Soacha, Cundinamarca.
Estudiantes colombianos llevan tapabocas de materiales reciclados en Soacha, Cundinamarca.RAUL ARBOLEDA (AFP)

Cuando anunció, el pasado viernes, el primero de los 22 positivos por coronavirus confirmados hasta el momento en Colombia, el presidente Iván Duque enfatizó uno de sus llamados: “Esto no puede conducir a la parálisis de nuestro país”. Desde entonces, las autoridades pusieron en marcha la fase de contención de la enfermedad. El Gobierno declaró la emergencia sanitaria, y ha tomado medidas como cancelar eventos masivos, suspender el desembarco de cruceros, fomentar el teletrabajo y aislar a los viajeros provenientes de países que han sido focos de contagio. Aunque Colombia se precia con razones de tener una de las economías más estables de América, la volatilidad de los mercados, la devaluación del peso, la caída del precio del crudo y un crecimiento menor al proyectado ya se dejan sentir.

La Bolsa de Valores de Colombia tuvo que suspender en dos ocasiones sus operaciones esta semana. Solo el jueves registró una caída de 9,35 %, y ese mismo día el dólar superó por primera vez el umbral de los 4.000 pesos colombianos. Como parte del rebote de los mercados, la moneda colombiana recuperó terreno el viernes, pero la divisa estadounidense se mantiene en niveles históricamente altos frente al peso. Los bancos centrales están desplegando su arsenal, y Colombia no es la excepción. El Banco de la República puso a disposición de las entidades financieras recursos hasta por 17 billones de pesos (equivalentes a más de 4.000 millones de dólares) para garantizar la liquidez del sistema.

A los coletazos del coronavirus se suma la caída de los precios internacionales del petróleo, el principal producto de exportación de Colombia. Como ocurre con otros países de la región, sus ingresos fiscales dependen del valor del crudo. De manera que la crisis trastoca los planes del Gobierno para el 2020. Hace un mes, el ministerio de Hacienda presentó su plan financiero con un precio del barril del petróleo de 60,50 dólares y una tasa de cambio de 3.367 pesos por dólar. Como advertía hace poco el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, “esas dos cifras perdieron toda vigencia en cuestión de días”.

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Sin embargo, la economía colombiana es bastante cerrada y por lo tanto tiene un nivel de vulnerabilidad más bajo que otras ante los embates del coronavirus, apuntan los expertos. “El impacto real todavía es limitado”, valora Ricardo Ávila, analista del periódico El Tiempo, quien destaca que Colombia se distingue por “una resiliencia bastante notoria”. Apela a antecedentes como la crisis del 2008-2009, cuando América Latina se contrajo en torno al 2 %. Una de las pocas economías que creció en la región fue la de Colombia, e igual ocurrió durante la crisis del petróleo de 2014-2015. Sin embargo, ya se presentan algunos trastornos, advierte, como un ligero impacto sobre la inflación –que podría superar el 4 % anual– y el cambio del dólar en torno a los 4.000 pesos.

Para 2020, el crecimiento del PIB se proyectaba alrededor de 3,4%. Los nuevos cálculos apuntan a que la crisis provocada por el coronavirus le puede quitar entre 0,5 y un punto de crecimiento a la economía colombiana, apunta Ávila, pero aún así tendría los mejores números entre los países medianos y grandes de América Latina. Colombia, sin embargo, ha tenido tradicionalmente una alta tasa de desempleo, que el año pasado volvió a ubicarse en dos dígitos, y hay cierto consenso en que un crecimiento inferior al 3 % es insuficiente para reducirla. También es incierto el efecto que tendrá la pandemia sobre la migración de la vecina Venezuela en momentos en que país ya alberga en su territorio a más de 1,7 millones de venezolanos. El Gobierno ordenó cerrar los pasos fronterizos a partir de este sábado, pero abundan los cruces ilegales conocidos como trochas a lo largo de una línea limítrofe de más de 2.200 kilómetros.

Los sectores más golpeados

“El turismo va a ser el sector más afectado, ya lo está siendo, y eso afecta todo el sector de servicios en Colombia: restaurantes, hoteles, guías turísticos, transporte terrestre y en particular el transporte aéreo”, señala Jorge Restrepo, profesor de economía de la Universidad Javeriana. Los servicios educativos igualmente van a tener un impacto recesivo. “También hay una vulnerabilidad importante en el sector financiero; por efecto del rebote de la crisis internacional y la expresión local puede que haya dificultades para las instituciones financieras”, advierte.

Entre las empresas más golpeadas ha estado Avianca. La principal aerolínea del país, y una de las mayores de América Latina, anunció un plan para ajustar su capacidad, reducir gastos y proteger la liquidez. La decisión implica reducir temporalmente sus operaciones entre un 30 y 40 por ciento a partir de este sábado, “teniendo en cuenta la contracción global en la demanda, así como las determinaciones establecidas por diferentes países”.

La cancelación de los eventos masivos para evitar aglomeraciones también tiene implicaciones económicas. Solo la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), que convoca cada año a más de medio millón de personas y ya fue aplazada, vendió 27.000 millones de pesos en 2019 (cerca de 7 millones de dólares). En la capital, donde la alcaldesa Claudia López decretó desde el miércoles una alerta amarilla, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) ha matizado que el impacto es negativo para unos sectores, como los espectáculos –se han aplazado más de 15 conciertos–, y positivo para otros, como las droguerías y supermercados.

Como parte de su respuesta, el Gobierno Nacional anunció un paquete de ayudas económicas para empresarios del turismo y la aviación. Estas incluyen plazos especiales para la declaración de impuestos y nuevas líneas de créditos, a los que también podrán acceder las empresas de espectáculos públicos. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se ha mostrado partidario de esperar antes de tomar medidas que puedan resultar precipitadas. Sin embargo, en medio de intensos debates, varias voces apuntan que todas las opciones deben estar abiertas, entre ellas permitir temporalmente un mayor déficit fiscal e incluso la posibilidad de declarar una emergencia económica.

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Sobre la firma

Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.

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