El Consejo de Economistas advierte de que la ‘tasa Tobin’ puede dañar a la industria financiera española

El Consejo General de Economistas ha criticado este martes el impuesto a las transacciones financieras que planea aprobar el Gobierno. El presidente del organismo, Valentín Pich, ha advertido de que la implantación de la popularmente llamada tasa Tobin podría dañar a la industria financiera. 

"Convendría reflexionar sobre dos aspectos: el primero es si conviene implantar ya un impuesto de este tipo en nuestro país o si sería mejor hacerlo de forma armonizada con el resto de la UE a través de una Directiva o con un consenso amplio de países significativos. El segundo es valorar si este es un buen momento para lanzar una iniciativa de este tipo, con el Brexit como telón de fondo y en plena carrera para posicionar a nuestro país como un escenario financiero atractivo para capitales a nivel internacional”, ha señalado Pich.

El Consejo se suma así a las críticas vertidas por el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, quien argumentó que en un contexto de elevada competencia internacional la tasa Tobin solo tenía sentido si se aplicaba de forma coordinada con otros países. El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, lo calificó de "error", diciendo que favorecería las operaciones fuera y que restaría liquidez y calidad al mercado.

Por el contrario, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha alegado en diversas ocasiones que se está copiando el modelo de Francia, donde su puesta en marcha "distorsionó poco el funcionamiento de la Bolsa". El Ejecutivo ha anunciado que el impuesto básicamente consistirá en una tasa del 0,2% a las compras de acciones. El tributo no gravará ni las salidas a Bolsa ni los títulos de deuda, y con él se esperan recaudar unos 850 millones de euros al año.   

Por otra parte, la economía se desacelerará en 2019 hasta un crecimiento del 2,1% frente al 2,5% registrado en 2018, según las previsiones publicadas este martes por el Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas. "La ralentización internacional y la pérdida de fuerza del ciclo explican este menor crecimiento. No obstante, tenemos motivos para ser optimistas. Todavía estamos en unas tasas bastante robustas y existe una gran confianza inversora en España", ha declarado Antonio Pedraza, presidente de la comisión financiera del Consejo.  

En opinión de estos analistas, las exportaciones y el turismo seguirán evolucionando de manera positiva, sobre todo porque la contención de los salarios hará que se mantenga la competitividad en medio de un contexto de debilitamiento de los socios comerciales de España. "La inflación se mantendrá por debajo de la europea", ha destacado Pedraza. Ayudará también la moderación de los precios del petróleo, el fortalecimiento de los balances, el impulso fiscal, un euríbor que seguirá un tiempo más en negativo y el tirón de la inversión extranjera, sobre todo en el mercado inmobiliario.

Sin embargo, "la coyuntura internacional, con las medidas proteccionistas impuestas por Trump, el menor crecimiento de Europa –nuestro principal mercado–, así como de China, con una tasa de crecimiento la mitad que los dos años anteriores, hacen que nuestras previsiones de crecimiento para 2019 se rebajen al 2,1%", ha afirmado Pedraza. La anterior estimación para este año era del 2,2%. 

En cuanto a la previsión de déficit público, el Consejo de Economistas ha dado por buenos los cálculos del Banco de España y de la Autoridad Fiscal, que situaban el déficit en una horquilla entre el 2,1 y el 2,2%, lejos del 1,3% pactado con Bruselas. "“Cabría reflexionar sobre la política anticíclica que supone la aplicación del proyecto actual de presupuestos, con dudosas previsiones, en un momento en que está constatada la desaceleración, no solo en España, sino a nivel mundial”, ha apuntado Pedraza.