El presidente de la Bolsa carga contra el Gobierno de Sánchez por la ‘tasa Tobin’
Antonio Zoido califica de error el impuesto a las compras de acciones españolas y advierte de su impacto negativo en la financiación de las empresas y la transparencia del mercado
El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, ha cargado con dureza contra la decisión del Gobierno de imponer un impuesto a la compra de acciones de compañías españolas. En su opinión, este mecanismo fiscal, conocido como 'tasa Tobin', es un "error" y va en contra del proyecto de cimentar un "desarrollo económico europeo integrado" basado en el impulso de las fuentes de financiación empresarial, el abaratamiento de las mismas y el fomento de la transparencia.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha elaborado un proyecto de Ley que establece un impuesto sobre las acciones españolas que tengan una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros. Este impuesto, que aunque está implantado en algunos países europeos como Francia e Italia no es norma común en el resto de la Unión Europea, gravaría con un 0,2% cada transacción con títulos de grandes grupos cotizados.
"Un impuesto del 0,2% supone multiplicar por 66 veces el coste de transacción que se aplica en el mercado español", adiverte Zoido
Entre los impactos negativos de la tasa Tobin, según Zoido, figura que "incentiva la opacidad de los mercados", al favorecer las operaciones bursátiles fuera de las Bolsas reguladas. El presidente de BME también cree que "aumenta desorbitadamente" los costes de transacción. "Un impuesto del 0,2% supone multiplicar por 66 veces el coste de transacción que se aplica en el mercado español".
El gestor de los mercados bursátiles españoles avisa de que una tasa de este tipo, si no se aplica de forma armonizada en toda Europa, "destruye la calidad y liquidez alcanzada en el mercado tras años de esfuerzos", por el efecto del coste añadido sobre las estrechas horquillas de precios de oferta y demanda. "Además, incentiva la deslocalización de intermediarios y operaciones". Zoido recuerda que, con plena movilidad de capitales y empresas, un impuesto asociado al territorio de una nación crea incentivos a esa deslocalización de operaciones financieras. "Hay que recordar que cerca del 50% de las acciones de empresas españolas cotizadas son propiedad de no residentes y el 84% de las transacciones son efectuadas por éstos".
El presidente de BME también cree que la iniciativa del Gobierno es negativa para las empresas ya que aumentará el coste de capital de la financiación al caer la liquidez. "Su recaudación es enormemente compleja dada la intrincada red de infraestructuras a nivel de los mercados globales. Se acentúa con ello el riesgo de falta de equidad de trato a los potenciales contribuyentes", argumenta.
Los inversores extranjeros refuerzan su dominio
El presidente de BME, Antonio Zoido, ha realizado un balance del ejercicio 2018 en la Bolsa española. Entre los datos más destacados figura que los inversores internacionales ya tienen en propiedad el 46% de las acciones de compañías nacionales, un nuevo récord histórico. En la última década, la propiedad de acciones en manos extrajeras ha subido de forma notable desde el 36,8% de 2008.
Por su parte, la presencia de las familias españolas en el parqué ha descendido hasta la zona de mínimos históricos, representando el 19,7% del total frente al 24,4% que alcanzó en 2015.
El año que está a punto de terminar ha sido flojo desde el punto de vista de la negociación bursátil. El volumen de contratación retrocede un 9% en tasa interanual hasta los 550.000 millones de euros.
Por su parte, los accionistas han percibido este año más de 25.600 millones en dividendos, cantidad que supera en un 3,9% a la de 2017.
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