El pensamiento como antídoto del populismo: el papel de los Think Tanks
Parte de la opinión pública sigue creyéndose las mentiras del Brexit, las falsedades de la extrema derecha y las barbaridades de Donald Trump
Theresa May se empeña contra viento, marea y el interés de su propio país en sacar adelante el Brexit, votado en referéndum tras una campaña llena de mentiras de sus partidarios; la extrema derecha, aquí y allá, clama contra una ‘avalancha’ migratoria cuyos números, en realidad, han descendido notablemente en los últimos años y no representa una amenaza para nada y para nadie, sino más bien una oportunidad; y Trump pone la nota de humor negro e ignorancia supina con un tuit sobre los 50 grados bajo cero en Chicago preguntándose donde está el cambio climático. ¿Ridículo?
Quizás lo sería si no fuera porque parte de la opinión pública sigue creyéndose las mentiras del Brexit, las falsedades de la extrema derecha y las barbaridades del actual presidente de los Estados Unidos. Y el problema es que ello afecta negativamente a la vida cotidiana de la gente, la fortaleza de las instituciones democráticas y la capacidad para gestionar el presente y el futuro en un mundo extraordinariamente complicado que, sin embargo, cuenta con las mayores capacidades de la historia para solucionar los problemas endémicos de la Humanidad, empezando por el hambre, la pobreza y las enfermedades.
Alguien dijo que los hechos no existen, solo sus interpretaciones. Pero las cosas ni son ni deben ser así. Por mucho que se empeñen los populistas y los profetas del pasado, la realidad no debe retorcerse hasta hacerla desaparecer y, por lo tanto, haciéndose imposible o tortuosa la toma de decisiones racionales, públicas y privadas. Cualquiera puede tener su visión de lo que ocurre, pero nadie tiene legitimidad moral para engañar a la opinión pública y, menos aún, a hacerlo desde responsabilidades de gobierno.
Corresponde a los políticos democráticos y a todos los poderes de los estados de derecho defender activamente la obligación de atenerse a la realidad cuando se habla a la ciudadanía desde un atril, un escaño, una cátedra, un editorial o una red social, desmontando con datos y argumentos los discursos de quienes engañan y tratan de alentar los peores impulsos, como el odio, la discriminación, el racismo y la criminalización de las ideas ajenas.
En esa tarea, el papel del pensamiento es clave, se exprese en un libro, en un artículo, en una entrevista o en un tuit, porque el tamaño no importa cuando se trata de ideas: la profundidad y la honestidad caben perfectamente en 240 caracteres. El pensamiento, claro está, entendido como la capacidad de reflexionar honradamente sobre la realidad para, desde la pluralidad de opiniones y de intereses, formular análisis y propuestas honestas.
El papel de los centros de pensamiento adquiere una particular relevancia en el esfuerzo por mejorar nuestras sociedades desde un modelo inclusivo de ideas y propuestas
Por ello, hoy más que nunca, el papel de los centros de pensamiento o Think Tanks (TT) adquiere una particular relevancia en el esfuerzo por mejorar nuestras sociedades desde un modelo inclusivo de ideas y propuestas.
Así que es una buena noticia que el Índice Global de Think Tank, que elabora anualmente la Universidad de Pensilvania, haya registrado en su edición de 2018 -presentada simultáneamente en decenas de capitales de todo el mundo el último día de enero- más de 8.200 TT en todo el planeta, 2.200 de ellos europeos.
Como también lo es que los centros de pensamiento españoles (Elcano, CIDOB, Fundación Alternativas) hayan sido elegidos entre los mejores del mundo y de Europa por los más de 12.000 expertos de una multitud de países que han participado en el análisis y la clasificación a lo largo de meses de nominaciones y sucesivas votaciones.
Precisamente, subrayando el creciente papel del papel de los TT de nuestro país, Elcano y Alternativas organizarán -con la participación de CIDOB-, a principios de abril en Madrid, la Cumbre Europea de Think Tank 2019, que estará dedicada al ‘Nuevo ciclo europeo’. Porque todos hemos de ser conscientes que el 26 de mayo -con las euroelecciones- puede empezar una etapa de profundización política europea que sería el mejor antídoto frente a quienes desean devolvernos a los tiempos más oscuros. Y, frente a ellos, el pensamiento pide la paz y la palabra. Nada más y nada menos.
* Carlos Carnero es director gerente de la Fundación Alternativas y ex eurodiputado
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