Los supermercados Dia vuelven a desplomarse en Bolsa
Las acciones bajan otro 16% después de salir del Ibex. La compañía desmiente que vaya a pedir una quita a sus acreedores
Las acciones de Dia no encuentran el suelo. Tras quedar ayer fuera del Ibex 35, en la jornada de hoy los inversores han vuelto a huir de las acciones de la cadena de supermercados. La excusa, además de la expulsión del índice más selecto de la Bolsa española, era una información de Bankinter según la cual la empresa habría pedido a sus acreedores una quita para poder seguir haciendo frente a los pagos de una deuda de 1.800 millones.
La compañía, en un comunicado a la CNMV, ha desmentido esta información con los mercados ya cerrados. "Dia quiere confirmar que en ningún momento ha propuesto a sus bancos acreedores ninguna quita o cualquier otra alternativa que no sea la del pleno reconocimiento y abono de las cantidades adeudadas a ellos y al resto de acreedores financieros. La Sociedad se encuentra en conversaciones muy avanzadas con sus bancos acreedores de referencia con el fin de alcanzar un acuerdo para refinanciar la deuda bancaria del grupo".
Llovía sobre mojado: hoy las acciones de Dia han perdido más del 15%, tras dejarse ayer un 7,35%. En los últimos diez días hay caídas del 9%, el 5%, el 7%... Como resultado, los títulos cuestan ahora cerca de 40 céntimos. A comienzos del año intercambiaban a 4 euros.
Según afirmaba Bankinter en su análisis bursátil, Dia y su primer accionista, el fondo luxemburgués LetterOne, propiedad del magnate ruso Mijaíl Fridman, "han comunicado a la banca que el próximo año no podrán atender a sus obligaciones financieras derivadas de su deuda de 1.800 millones de euros", por lo que han solicitado a los acreedores que acepten una quita para que la compañía pueda seguir operando. Según el banco, Fridman exige esa condonación de deuda como condición para "inyectar más fondos en el grupo".
Según informó la empresa, que saldrá del Ibex 35 el próximo 21 de diciembre, su deuda neta asciende a 1.422 millones de euros, un 24% más que un año antes. Tiene emisiones de bonos por 900 millones y 525 millones en créditos sindicados con los bancos. "El mercado da por descontado que habrá una quita, puesto que los bonos que expiran en seis meses cotizan con un descuento del 31% sobre su valor nominal. Los bonos que expiran en 2021 y 2023 cotizan entre el 55% y el 49% de su valor nominal", afirma Bankinter en su informe.
Cuesta abajo
Dia vive semanas de alto voltaje. La crisis probablemente se ha fraguado a fuego lento dentro de la compañía pero las primeras señales empezaron a asomar el pasado mes de febrero. El magnate ruso Fridman se acababa de hacer con el 25% de los títulos cuando la empresa presentó sus resultados de 2017: ganó un 37% menos por la caída de ventas en España. Los resultados hasta marzo fueron todavía peores, con una caída de sus ganancias del 74%, que hizo que en Bolsa ya se desplomara un 9%.
Desde entonces, ha ido cuesta abajo y sin frenos: en agosto, por sorpresa, la cadena despidió al consejero delegado, Ricardo Currás. El socio ruso Fridman elevó su participación al 29% y se recuperó en Bolsa, ante la perspectiva de una posible opa. Sin embrago, en 15 de octubre la empresa anunció que reducía su previsión de resultados de 2018. Y el varapalo en el parqué fue de récord: bajó el 42,2% en un día. Las caídas se han sucedido desde entonces, agudizadas después de que las agencias de calificación rebajaran la nota a bono basura.
Los problemas han seguido después: corrigió sus cuentas en octubre para aflorar facturas, rechazó publicar su cifra de beneficios hasta septiembre y el presidente interino, Stephan DuCharme, dimitió del cargo la semana pasada, para trabajar desde fuera "en un plan" de sostenibilidad. El lunes Dia tuvo que abandonar el Ibex. Ya no está entre las grandes cotizadas españolas. Y ese nuevo golpe alarga su viacrucis bursátil.
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