La guerra comercial lleva a la primera caída de la economía alemana desde 2015
El PIB de Alemania se reduce un 0,2% en el tercer trimestre por la caída de las exportaciones
Por primera vez en tres años, la economía alemana se contrae. El producto interior bruto (PIB) de la mayor economía de Europa cayó en el tercer trimestre del año un 0,2%, frente a la subida del 0,5% registrada en el trimestre anterior. La caída se debió al debilitamiento de las exportaciones y al descenso del gasto de los consumidores, según la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis). Este frenazo exportador se produce en un contexto de guerra comercial desatada por EE UU.
En comparación con el tercer trimestre del año anterior, el PIB de Alemania registró un crecimiento del 1,1%, frente a la expansión del 2,3% del trimestre anterior.
"El ligero descenso trimestral del PIB se debió principalmente a la evolución del comercio exterior", explicó la oficina estadística alemana, después de que las exportaciones bajaran en el tercer trimestre y aumentaran las importaciones respecto a los tres meses precedentes.
En cuanto a la demanda doméstica, se observaron señales mixtas, puesto que la formación bruta de capital fijo en maquinaria y equipamiento, así como en la construcción fue superior a la del trimestre anterior, mientras que el gasto de los hogares disminuyó. Por su parte, el gasto final en consumo del Gobierno fue ligeramente superior al observado en los tres meses anteriores.
Destatis no menciona un problema que está afectando a la poderosa industria automotriz alemana y que ha influido en la caída del PIB. Varios economistas han señalado que la debilidad de la economía alemana está relacionada con la abreviatura WLTP, la nueva norma mundial de pruebas de gases de escape de automóviles, que entró en vigor el 1 de septiembre pasado.
Los principales fabricantes alemanes no fueron capaces de obtener la certificación para sus modelos en la fecha límite, un problema que afectó directamente su producción a partir de agosto. Volkswagen, por ejemplo, redujo la entrega de sus coches en Europa en un 7,1% en octubre. La certificación afectó drásticamente a Audi, cuyas ventas en Europa bajaron un 53% en octubre.
“Los fabricantes alemanes no han pasado el nuevo procedimiento de prueba a tiempo para todos los tipos de vehículos y, por lo tanto, han tenido que reducir la producción en el tercer trimestre”, señaló el Instituto para la Economía Mundial (IfW) en la víspera de la publicación del comunicado de Destatis.
La industria del automóvil, tan importante para Alemania, ralentizó la economía de julio a septiembre. "La economía alemana se contrajo en el tercer trimestre porque la industria automotriz tuvo problemas con la introducción de nuevas pruebas de emisiones. Pero incluso sin este efecto, el PIB alemán apenas habría crecido debido a la disminución de la demanda de China. Estamos revisando nuestro pronóstico para 2018 del 1,8% al 1,5%”, dijo Jörg Krämer, economista jefe de Commerzbank.
"Alemania no tiene ningún problema económico coyuntural, sino un problema automovilístico", añadió el economista del DekaBank Andreas Scheuerle. "Debido a la lenta certificación de los tipos de automóviles, la producción tuvo que ser recortada notablemente, con daños colaterales para otras industrias”.
El comunicado de Destatis despertó el miedo a una recesión en Alemania, pero varios economistas descartaron un colapso de este tipo. “En el cuarto trimestre, la economía alemana volverá a crecer porque es probable que los fabricantes de automóviles vuelvan a aumentar gradualmente la producción”, dijo Ralph Solveen, experto del Commerzbank. Stefan Kooths, director del centro de previsión de IfW, recordó que los libros de pedidos de las empresas siguen llenos. “Esperamos que la producción se recupere significativamente en el último trimestre. Incluso los sabios económicos no ven ningún peligro agudo de recesión”, añadió.
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